Caos en Irlanda del Norte: la violencia con la que Johnson no contaba

Caos en Irlanda del Norte: la violencia con la que Johnson no contaba

La región vive más de siete noches de tensión que dejan más de medio centenar de policías heridos y numerosos daños materiales.

Protestas en Irlanda del Norte.Charles McQuillan via Getty Images

La tensión en Irlanda del Norte no cesa. Ha pasado más de una semana desde que comenzaran los incidentes en la región, que ya dejan alrededor de medio centenar de policías heridos y numerosos daños materiales.

A un ambiente ya de por sí caldeado por los acuerdos comerciales del Brexit, se suma ahora una nueva erupción de violencia después de que las autoridades decidieran hace apenas unos días no tomar medidas contra varios políticos del partido republicano Sinn Fein—grupo católico favorable a la reunificación de Irlanda—.

Miembros de la dirección asistieron el pasado mes de junio al funeral del histórico líder del IRA, Bobby Storey, junto a miles de personas, incumpliendo las normas de distanciamiento social por entonces vigentes. Sin embargo, la fiscalía norirlandesa optó finalmente por no procesar a ninguno de los allí presentes.

La decisión ha desencadenado en más de siete noches de protestas por parte de los unionistas—protestantes partidarios de que Irlanda del Norte siga formado parte del Reino Unido—. Durante más de treinta años la región afrontó un conflicto armado entre ambas comunidades—republicanos católicos proirlandeses y lealistas protestantes probritánicos—. El conflicto se llevó por delante la vida de más de 3.000 personas, hasta que la violencia cesó en 1998  con los Acuerdos de Viernes Santo.

Condenas a la violencia

Como consecuencia de los disturbios, el Parlamento se ha reunido de urgencia este mismo jueves para abordar el asunto.

Tanto el Ejecutivo de Johnson como el de Foster han condenado la violencia posteriormente. A través de un comunicado difundido en Twitter, la primera ministra norirlandesa ha señalado que “no hay justificación para la violencia”. “Esto no es una protesta, es vandalismo e intento de asesinato”, ha declarado.

“Estas acciones no representan el sindicalismo ni el lealismo”, ha incidido. El resto de miembros del gabinete, así como cargos de todo el espectro político, también han condenado la violencia y han urgido a detenerla.

En la misma linea, Johnson ha añadido que “la forma de resolver las diferencias es mediante el diálogo, no la violencia o la criminalidad”.

Bruselas también se ha hecho eco de los altercados. El portavoz principal de la Comisión Europea, Eric Mamer, ha condenado lo sucedido y ha pedido a los implicados que “cesen inmediatamente los actos violentos”.

Por su parte, el Gobierno de la República de Irlanda, ha pedido a Irlanda del Norte una respuesta urgente a la actual tensión antes de que los hechos se agraven.