El descenso a los infiernos del PSOE andaluz

El descenso a los infiernos del PSOE andaluz

Las confesiones y quinielas en el socialismo del sur tras la durísima sentencia de los ERE

Manuel Chaves y José Antonio Griñán, arropando a Susana Díaz en su toma de posesión, en 2013.Agencia EFE

“Ha sido muy doloroso”, “mucha gente está descontenta pero no se atreve a dar nombres”, “una situación muy compleja”, “jodidos”, “destrozados”, “es el abismo”, “mazazo”, “los más afectados son los abuelos de los 80 y los 90”, “es injusta la sentencia pero puede servir para que un nuevo PSOE-A vea la luz”, “hay que buscar a alguien limpio de polvo y paja”, “lo de San Vicente fue un funeral”, “no hay banquillo”, “hay que pasar página, las responsabilidades están asumidas”, “a nadie le interesa ahora una guerra”...

Confesiones socialistas en el sur. El que fuera todopoderoso PSOE-A es hoy un partido dividido, un magma en movimiento sin rumbo, en shock por la sentencia de los ERE, en el que el susanismo no es lo que era. Se ha perdido todo en apenas dos años: el poder en Ferraz y la Junta de Andalucía.

Y ahora hace frente a la durísima sentencia dictada sobre el caso de los ERE, que condena a la cúpula de la Junta que dominó la comunidad más de veinte años -los reinados de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, entre 1990 y 2013-. Pero acorrala también a la actual líder socialista en la comunidad, Susana Díaz, una mujer que no está implicada pero cuya imagen es asociada por muchos a este negro legado.

Las conversaciones no cesan entre los socialistas por el fallo de los ERE. Sentimientos a flor de piel. Esta es la radiografía del partido ahora mismo, hecha a través de conversaciones con más de una decena de dirigentes y parlamentarios del PSOE andaluz en Sevilla y Madrid bajo anonimato.

Un partido al que se aferra Susana Díaz como líder. Tras 48 horas de silencio, salió a hablar en una entrevista el jueves para volver a pedir perdón y a dejar claro que no piensa dimitir. Su argumento: ella no estaba allí y al PSOE no se le menciona en las más de 1.800 páginas de la sentencia. Y sigue empeñada en seguir siendo la próxima candidata al Gobierno andaluz, presentándose a las primarias cuando toquen. “El fin de ciclo ya fue”, reitera.

Díaz busca “sobrevivir”

La respuesta a la sentencia fue coordinada entre el PSOE en Madrid y Sevilla. Hubo conversaciones tanto del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con Díaz, como entre sus personas de confianza (José Luis Ábalos y Juan Cornejo). El cortafuegos: no afectaba al partido y los actuales líderes no tenían responsabilidades entonces (Sánchez era concejal del Ayuntamiento de Madrid en aquellos años y Díaz, en el de Sevilla). Suman dos argumentos más: la pena política está pagada ya y los exaltos cargos socialistas no se llevaron dinero a su bolsillo.

Ha habido algunos críticos que en despachos han intentado presionar para atacar ya a Díaz. Pero las señales que emite Ferraz son de que ahora no es el momento, hay que centrarse en la investidura de Pedro Sánchez, no entrar en líos orgánicos. En definitiva, dejar en manos de la militancia el futuro líder del PSOE andaluz. Por estatutos, el congreso regional no se celebrará como muy pronto hasta el verano del año que viene. La tónica en la dirección sigue siendo dejar caer a la sevillana como fruta madura mientras va perdiendo poder y apoyos internos. Por el momento, como confiesa una de las personas con más mando en la dirección del partido, “hay que dejarla”.

El PSOE andaluz ha perdido un millón de votos en diez años

Díaz, reconocen sus allegados, está tocada pero apuesta por “sobrevivir”, como en otras crisis previas como la pelea con el Federal o las elecciones perdidas. “Otra fase, mismo objetivo”, aseguran. Aún cree que tiene apoyos y que es válida para gestionar tanto el partido como Andalucía. “Y le gustan los retos”. Puede que abra un periodo de reflexión con su círculo más cercano, el comité ejecutivo, un tiempo para pensar, pero tampoco muy largo para que no la adelanten los críticos. El fallo ha sido tan apabullante que en Ferraz no pueden ir a por su cabeza solamente, porque en Madrid, con dos presidentes nacionales, tres ministros en la lista de condenados, este escándalo también afecta.

Un antes y un después

Pero la sentencia marca un antes y un después en el PSOE-A, con condenas de seis años de cárcel para José Antonio Griñán y nueve de inhabilitación para Manuel Chaves. Nadie se esperaba que fuera tan dura. Pero las urnas ya lo había vaticinado también. Un dato que da escalofríos entre el socialismo: entre las elecciones autonómicas de 2008 -las últimas sin conocerse el escándalo- y las de 2018 se han perdido un millón de votos (la mitad).

Resume sus impresiones un parlamentario a medio camino entre Andalucía y Madrid: “A Griñán y Chaves se les tiene aprecio y se tiene la sensación de que la sentencia ha sido muy dura”. “Es una decisión judicial que hay que respetar y supone un final muy duro”, recalca. “En la sede [del PSOE andaluz] tuvimos un funeral, la verdad. Ahora cuesta mover la maquinaria con este golpe”, añade un miembro del actual equipo de Díaz.

Al hilo, otra fuente parlamentaria dibuja el panorama: “Es una sentencia contra una etapa, pero repercute directamente en la siguiente”. A lo que agrega: “Si el partido estaba con perfil bajo por estar en la oposición, ahora le ha empujado hacia el abismo. Así de duro, tiene una repercusión directa en el partido en Andalucía. Y favorece las ganas de Ferraz de hacer tabla rasa con el PSOE-A”.

  Manuel Chaves y José Antonio Griñán, llegando a la Audiencia de Sevilla esta mañana.JOSÉ MANUEL VIDAL / AGENCIA EFE

En el entorno de Díaz, según fuentes consultadas, se pone en valor la relación que hay ahora entre las dos direcciones, “después de que firmaran la paz”. Cornejo lo dijo el miércoles, refiriéndose al encaje de la sentencia: hay una comunicación “franca” y “verdadera” con el Federal. Y ponen como ejemplo la buena coordinación durante esta campaña electoral. “A nadie le interesa ahora una guerra”, añaden estas fuentes. 

Una persona de la dirección regional agrega que la sentencia ha supuesto mucho “dolor” y un “mazazo”, y que dentro se sigue considerando como honorables a Chaves y Griñán. Además, recuerdan que en el partido todos se conocen y hasta a los familiares, por lo que la situación es más triste aún. “Yo siento mucho dolor, mucho -reconoce un socialista gaditano, de los que ya peleaba en la clandestinidad con Chaves-. Estas personas han dedicado su vida a la política, no se han llevado ni un duro y la condena es bastante cuestionable. ¿La ignorancia te lleva a la cárcel, al castigo social? Si algo ha habido, es eso, como máximo. Sigo creyendo que estamos ante una trama de cuatro golfos. Por esa cadena de mando o de conocimiento de causa, Esperanza Aguirre no estaría libre”. 

No es momento de abrirse en canal

Llevándolo al análisis político, los socialistas andaluces entienden que abrir en canal ahora el partido supondría un suicidio casi, con el auge de Vox y sin tener todavía Gobierno en Madrid. Sobre la conversión de algunos susanistas en críticos y que se llaman los “desplazados”, dice una persona de confianza de la expresidenta regional que es que hay gente que la alababa por delante y luego le ha clavado puñales durante estos meses porque “creían que le quedaban dos telediarios”. “Ella se entera de todo”, susurra.

Estos días hay centenares de llamadas y whatsapps entre los socialistas andaluces. Los móviles no paran. Una persona que ha apoyado siempre a Díaz comenta: “Mucha gente está descontenta pero no se atreve a apostar por nadie en concreto. Nadie se atreve a dar nombres”.

Algunos 'susanistas' le han clavado puñales por detrás pensando que le quedan dos telediarios

Nadie los dice en alto, pero sí hay nombres y se debaten pros y contras en conversaciones fuera de los órganos de dirección. Hasta el momento la gran favorita para suceder a Díaz era María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda. Persona de la confianza del presidente, respetada hasta por rivales políticos y con gran experiencia. Pero la sentencia le supone un problema de imagen, aunque no está salpicada. Ha sido la única consejera que ha estado en gobiernos de Chaves, Griñán y Díaz. Esto puede llevarla al ataque fácil de la oposición y no suponer un aire fresco de renovación. 

Carmen Calvo y Luis Planas tienen buena prensa en Ferraz, pero siembran más dudas entre sus compañeros del sur. En las quinielas también aparece Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el eterno rival de Susana Díaz y hoy en la dirección nacional. Pero en los últimos tiempos se ha caído del núcleo duro del presidente. Siempre hay que estar atentos a Jaén, provincia esencial para el socialismo del sur, por lo que se deslizan opciones como la de Felipe Sicilia o Ángeles Férriz. Haciendo ruido últimamente la aparición de una posible tercera vía, ya que un candidato desde Ferraz podría ser rechazado por las bases.

Susana se ha encargado de segarle la hierba bajo los pies a todos los de su generación y a los que vienen detrás

Y si se va a un proceso de primarias nunca se puede descartar nada. Entre otras cosas, hay una generación por debajo de Díaz, aquellos que tienen menos de cuarenta años, que se sienten olvidados por la actual Ejecutiva de San Vicente y que llevan años esperando un paso adelante. Muchos entienden que todo el que se ha sentado hasta ahora en el Consejo de Gobierno con el PSOE, “aunque sea injusto, está marcado”.

Un antiguo asesor de Chaves y Griñán incide en la idea de que “no hay banquillo”, porque “Susana se ha encargado de segarle la hierba bajo los pies a todos los de su generación y a los que vienen detrás”. “Entre los jóvenes, hay un páramo, ahí no se puede cosechar, no por falta de talento, sino porque se ha frenado todo y por el desapego de estos años duros. No hay nadie de los de ahora que no haya tenido un papel en la etapa anterior, ahora manchada, o que no sea vieja guardia, retirados o a punto”, añade.

  Susana Díaz y Pedro Sánchez, el pasado 31 de octubre, en un mitin electoral en Sevilla. Europa Press News via Getty Images

Algunos que apoyaron a Díaz en Andalucía durante estos años sienten que hay una huida hacia adelante de la secretaria general y que los ha “desplazado”. Una persona en esta situación indica que la expresidenta no asume que “su final fue el 2-D, los ciudadanos nos echaron de la Junta, aunque vayamos diciendo que ganamos”. “Nos echaron del Gobierno, el cambio es necesario, la ola es imparable”, añade, antes de hacer el vaticinio de que si el PSOE andaluz no encara de verdad la situación en las próximas elecciones, puede haber un gran crecimiento de Vox, entendiendo que está entrando ya en los barrios obreros donde antes ellos arrasaban. Es la opinión de algunos exsusanistas, que piensan que no ha aprendido la lección y que la estrategia de la actual dirección andaluza es buscar la “supervivencia” de Díaz.

Todos coinciden, no obstante, en que el momento para intentar descabalgar a Díaz debe ser el el próximo congreso regional, porque primero hay que lograr la investidura. Uno de los pedristas con más poder ahora entre Madrid y Andalucía cree que lo “ideal” sería que fuera ella la que hiciera la “reflexión” y se marchara. El mensaje de los votantes fue muy claro en las pasadas autonómicas, en su opinión: “El PSOE andaluz tiene que cambiar”. “Muchos años en el Gobierno y en los últimos, una gestión regular”, apostilla.

“Susana en las primarias quiso irse y después quiso quedarse, no cuela entre los votantes”, añade esta persona con asiento en las Cortes. Su receta: una reflexión interna, cambios en el discurso y caras nuevas. Y cree que todos deberían entonar un pregunta: ¿Qué hay que ofrecerle a los ciudadanos? Como ejemplo pone que el tema de la vivienda no está entre los argumentos socialistas en las elecciones autonómicas. Y otro consejo: descentralizar más. Con la vista puesta en volver a la Junta, porque sostiene que si no se consigue en la siguiente legislatura, se tardarán muchos años en retomar el Palacio de San Telmo.

La mayoría de los socialistas consultados por El HuffPost reconocen que ahora lo que hace falta es “paciencia”, porque se ha abierto un tiempo de espera para tocar poder en la comunidad, ya sin mirar siquiera a las pugnas internas de la formación. Ahora se ven como los herederos de un modelo de gestión corrupto y las cosas han cambiado: ”¿quién va a querer pactar con este PSOE? No es lo mismo que en Madrid”, dice una diputada autonómica, que recuerda que aún quedan muchos nombres del pasado, del tiempo de Chaves y Griñán, en los cuadros del partido o en el propio Parlamento.

Andalucía ya no es un granero infalible de votos socialistas. Eso afecta a lo regional (“la nueva generación lleva 10 años escuchando del fondo de reptiles de los ERE, esa ya no tiene la foto de Chaves en el mueble del salón”) y al nacional (por el peso en votos en el cómputo final). Y suma la losa del honor perdido, insalvable ahora mismo, que impide convencer a los electores y, en un hipotético caso, buscar coaliciones que den gobiernos.

Una semana negra para el PSOE andaluz. Todos al confesionario.