El Gobierno, de la tranquilidad a volver a "sudar" para sacar los Presupuestos

El Gobierno, de la tranquilidad a volver a "sudar" para sacar los Presupuestos

Sus socios no presentan enmiendas a las cuentas pero no garantizan salvarlo en el debate de esta semana.

Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en el Congreso. Europa Press News via Getty Images

Primer gran escollo, salvado. Aunque le queda “sudar” mucho, como ya advirtió Gabriel Rufián, portavoz de ERC, lo cierto es que el Gobierno afronta la semana del debate de totalidad de los Presupuestos con otro espíritu. Como dijo aquel chaval en una piscina de Teruel, desde “la tranquilidad”.

Porque ninguno de los habituales socios parlamentarios del Ejecutivo presentó el viernes veto alguno a las cuentas y éstas salvarán esta semana el primer gran escollo parlamentario.

A priori, Sánchez cuenta para este debate con una holgada mayoría parlamentaria de 190 votos gracias a que los 24 de PNV, ERC y Bildu impedirán que el Congreso vete los Presupuestos apoyando alguna de las enmiendas a la totalidad que han sido presentadas, principalmente por la derecha y la extrema derecha, y que sólo suman 159 votos.

“El Gobierno de España está aportando estabilidad política en un momento de alta incertidumbre”, celebraba precisamente el presidente del Gobierno desde Bruselas tras participar en un importante Consejo Europeo sobre energía.

Desde la sede europea, Sánchez agradeció a los partidos políticos que no hubieran presentado enmiendas y puso en valor que, si consigue aprobar los Presupuestos, sería la primera vez que se logra en tres años consecutivos desde 2015. “Este Gobierno, con 153 escaños, hace sus deberes”, ha sentenciado el jefe del Ejecutivo.

Pero para lograr sacar las cuentas por tercer año consecutivo, efectivamente, el Gobierno todavía tiene tarea por delante.

Porque los grupos tienen sus exigencias y, de hecho, no garantizan que no vayan a votar en contra de las cuentas en el debate de esta semana.

Empezando por ERC, el que más diputados tiene, con trece, que reclama al Ejecutivo “vivienda, cambio de modelo energético, una adecuada financiación autonómica y local y reformas fiscales para paliar la situación de emergencia social”.

Sobre la ley de Vivienda, bloqueada desde hace meses en el Congreso, también es fundamental para los republicanos, que reclaman regular los precios de alquiler en zonas tensionadas para todos los propietarios y prohibir los desahucios a familias que no tengan alternativa habitacional.

También reclaman, según han informado varios medios, la modificación del delito de sedición en el Código Penal.

Ni ERC ni Bildu han garantizado al Gobierno su respaldo a las cuentas en el debate de totalidad

Sobre este asunto, Sánchez respondió este viernes afirmando que sí, que ese delito debía modificarse, que se trata de una de las “tareas pendientes” que tiene la democracia española desde hace cuatro décadas para tener “un Código Penal homologable a las principales democracias europeas”. Pero el presidente recordó que para ello es necesario fraguar una mayoría suficiente en el Congreso. “A día de hoy, no parece que la tengamos”, apuntó.

Aun así, Sánchez se ha comprometido a que, si se logra esa mayoría, se reformará la ley y ha afirmado que se trata de “un compromiso personal” suyo.

No han presentado enmienda a la totalidad, sí, pero han advertido al Ejecutivo de que un ‘sí’ a las cuentas queda todavía “muy lejos”.

Para decantar la balanza hacia el ‘sí’, tal y como adelantó la SER, el Gobierno aprobará este martes la ejecución de un fondo de diez millones para que las autonomías aumenten el parque de vivienda a través de las viviendas de la Sareb, algo que el PSOE pactó con ERC en 2021 y que todavía no se había materializado.

Un acuerdo sobre el cupo vasco ha permitido desbloquear el ‘a favor’ del PNV a que siga tramitación de los Presupuestos, aunque todavía quedan jornadas de negociación con el Gobierno, como advirtió Aitor Esteban, su portavoz.

El pacto con el Ejecutivo permitirá renovar el acuerdo quinquenal, que había caducado en 2021, y que se basará en los mismos términos y parámetros que el actual que permiten “unos recursos suficientes y un reparto justo de las cargas que tienen que realizar las Administraciones públicas”, indicó Esteban.

Los nacionalistas vascos han rascado del Gobierno también una nueva propuesta sobre el traspaso a Euskadi de las cercanías ferroviarias de RENFE, que Esteban dijo que merecía “la pena” estudiarse, mostrándose “moderadamente optimista” sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo.

ERC exige avances sociales y también la modificación del delito de sedición, algo que Sánchez liga a tener una mayoría suficiente

La intensificación de los contactos con Bildu también permitió que la formación abertzale renunciara a presentar una enmienda a la totalidad, aunque sin garantizar, ni mucho menos, el ‘sí’ en el debate de esta semana.

“Avanzan” las conversaciones, sí, pero “el Gobierno no debe dar por hecho ningún escenario” ya que “todas las opciones siguen hoy abiertas”.

Aun así, decidieron el viernes “mantener abierta la dinámica de negociación para intentar alcanzar un acuerdo sobre las primeras cuestiones que ha puesto encima de la mesa”. Estas son, “medidas que respondan a las necesidades sociales y económicas que la ciudadanía vasca comparte y traslada”. “Medidas sociales que hagan avanzar y mejorar las condiciones de vida de la mayoría social y trabajadora”, aseguran.

Los 190 votos se completan, además de con los de PSOE y Unidas Podemos, con los apoyos de Teruel Existe, Compromís, Más País, BNG, PRC y el PDeCAT. También los de Coalición Canaria, que anunció su abstención para el debate de esta semana.

El Gobierno ha podido respirar tranquilo este fin de semana, pero le toca ponerse manos a la obra desde ya para no llevarse un disgusto este jueves.

Si consigue salvar ese trámite, al Ejecutivo le quedarán semanas de mucha tarea negociando las enmiendas de los distintos grupos a las cuentas hasta el día del examen final, el próximo 24 de noviembre.

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Jefe de Política de El HuffPost