Entrevista a la mujer que se ha llevado el aplauso de toda España: "La libertad es otra cosa"

Entrevista a la mujer que se ha llevado el aplauso de toda España: "La libertad es otra cosa"

Se llama Chela Santalla y dio un rapapolvo a dos chavales que festejaban, sin mascarilla, el fin del estado de alarma en Madrid.

Chela Santalla le pide explicaciones a un joven sin mascarilla en pleno centro de Madrid.CUATRO

“Estoy flipando”, dice Chela Santalla sorprendida al teléfono. Su nombre puede que no te suene pero seguro que sí lo hacen su voz y su cara: es la mujer que este sábado le leyó la cartilla a dos jóvenes que celebraban el fin del estado de alarma en el centro de Madrid.

Este domingo, miles de personas se juntaron en distintas partes de España para festejar el fin de las restricciones que estaban en vigor con el estado de alarma. Las imágenes de jóvenes (y no tan jóvenes) cantando, bebiendo y bailando por Madrid, Salamanca, Barcelona y otros tantos lugares han generado un importante revuelo mediático.

Una de las concentraciones más numerosas tuvo lugar en el centro de la capital. Fue ahí, en plena calle Malasaña, donde tuvo lugar el encontronazo entre Santalla y los dos jóvenes sin mascarilla.

Santalla responde por teléfono a ElHuffPost y explica qué pasó aquella noche. Eso sí, antes avisa a los que la critican porque ella también estaba allí: “Yo no estaba participando de nada que no fuese legal”.

Esta mujer de 41 años nacida en A Coruña salió de casa a mediodía para comer fuera. Después de llenar el estómago se fue con un grupo de amigos a una terraza en el 2 de mayo, una conocida plaza ubicada en el centro de Madrid. Allí estuvo hasta las 23:00. Después, ya de camino a casa, fue donde se encontró una estampa más propia de The Walking Dead que de un país que lleva a sus espaldas más de 100.000 muertos y más de tres millones de contagiados por coronavirus.

“Estábamos flipando con lo que estaba pasando allí”, señala impactada. “Nadie tenía mascarilla. Miraba para todos lados y nadie llevaba. Me parecía que estaba viviendo en otro mundo. Hemos salido de la plaza 2 de mayo, que era una cosa normal y tranquila, y de repente te encuentras...”, explica.

Sobre los allí presentes relata que “eran muy jóvenes” y estaban todos “muy desfasados” y “muy borrachos”: “Todo el mundo tenía bebida en la mano. Se tiraban latas al suelo, botellas de cristal, el ambiente era sucio, de botellón, como si no estuviéramos en pandemia”.

En ese instante vio a los dos chavales sin mascarilla ante la cámara y se calentó: “La palabra libertad creo que ha hecho mucho daño con la campaña de la señora Ayuso porque la libertad es otra cosa bastante diferente a eso. Como funciono por impulsos y no tengo filtro me giré a decirles lo que se ve en el vídeo”.

“Mis modales no son lo mejores porque yo digo muchas palabrotas pero no creo que por eso sea una maleducada. Es mi forma de ser”, señala. Después de su encontronazo con los dos jóvenes atravesó a la masa para irse a su casa, sorprendida por la cantidad de gente que allí se encontraba: “Era como si fuesen las fiestas del 2 de mayo”.

Santalla defiende que se debería de haber alargado el estado de alarma “porque ya sabíamos que iba a pasar esto porque España es un país de pandereta”.

Sobre el éxito de sus palabras se muestra sorprendida. En un primer momento pensó que no iban a sacar su reprimenda a esos chavales en pantalla porque creyó que no interesaba que alguien saliese diciendo que aquello era “una vergüenza”.

Me declaro abiertamente de izquierdas pero no, no soy el azote de Ayuso

Pero sí lo sacaron: “A mediodía empezaron a llegarme mensajes por todas partes”. Entre esos comentarios hay algunos muy repetidos como “me representa” o ”ídola”: “Hay mucha gente que piensa como yo. Creía que por la mañana todo se habría olvidado y con lo que me desperté esa mañana fue con todo el mamoneo este. Esto es flor de un día”.

En Twitter, muchos usuarios han visto en Chela Santalla un referente y le piden en tono de broma que se presente a las elecciones. Pero hay un problema: no está empadronada en Madrid.

“Me declaro abiertamente de izquierdas pero no, no soy el azote de Ayuso. Ojalá pudiera presentarme a las elecciones y sacar a Ayuso de en medio, por el bien de todos los madrileños, por el bien de la Sanidad y de la Educación Pública, pero no puedo”, bromea.