El IPC se dispara en marzo hasta el 9,8%, el más alto en 37 años, a causa de la energía

El IPC se dispara en marzo hasta el 9,8%, el más alto en 37 años, a causa de la energía

Luz, carburantes, alimentos... Se esperaba semejante ascenso, cuando la guerra de Ucrania cumple más de un mes y ya se nota en las estadísticas.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 3% en marzo en relación al mes anterior y elevó de golpe su tasa interanual más de dos puntos, hasta el 9,8%, su valor más alto en 37 años, concretamente desde mayo de 1985.

Con el dato de marzo, el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva, según los datos avanzados publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según Estadística, el aumento del IPC interanual de marzo hasta el 9,8% se debe a las subidas “generalizadas” en la mayoría de sus componentes, entre las que destacan el repunte de los precios de la electricidad, los carburantes y los alimentos y bebidas no alcohólicas y los carburantes, mayores en marzo de este año que en igual mes de 2021.

El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en marzo cuatro décimas, hasta el 3,4%, su valor más alto desde septiembre de 2008. De este modo, la subyacente se sitúa más de seis puntos por debajo de la tasa del IPC general.

En tasa mensual, el IPC registró en marzo un incremento del 3% respecto a febrero, su mayor alza mensual en cualquier mes desde 2002, cuando se cambió la metodología de esta estadística para recoger mejor la evolución del mercado. En el tercer mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 9,8%, más de dos puntos por encima de la de febrero.

Por su parte, el indicador adelantado del IPCA avanzó un 3,9% en tasa mensual. El INE publicará los datos definitivos del IPC de marzo el próximo 13 de abril.

El alza en los combustibles

Los precios de los combustibles han influido en buena medida en el repunte del IPC en marzo, a la espera de que el INE publique la información detallada de este indicador el próximo 13 de abril.

El precio medio del gasóleo tipo A en las gasolineras españolas se situaba el martes en 1,849 euros por litro, un 23,59 % por encima del registrado en la última semana de febrero, y el de la gasolina de 95 octanos era de 1,823 euros por litro, un 13,37 % más, según datos registrados en el Geoportal del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El encarecimiento de las gasolinas ha estado marcado por la cotización al alza del precio del petróleo Brent, que aumentó un 6,52 % en marzo, hasta casi 112 dólares por barril este miércoles, si bien en el mes el precio máximo llegó a 127,98 dólares el día 8 y el mínimo, a 98,02 dólares una semana después.

A falta de un día para que acabe marzo, el precio medio de la electricidad de este mes en el mercado mayorista es de 284,77 €/MWh, un 19% más que el de diciembre, el mes más caro de la historia, y un 42% más que el del mes pasado, al tiempo que sextuplica el precio medio de marzo de 2021.

Sánchez lo reconoce: es un mal dato

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado tras conocerse la noticia que “es un mal dato” que afecta a la economía y a la sociedad española, y que “en un 73%” es atribuible al impacto de la guerra en Ucrania. El resto sería estructural o achacable a otros factores.

“En un 73% se explica por el desbocado precio de la energía y los alimentos no elaborados, todo ello exacerbado por la guerra de Ucrania”, ha afirmado durante su comparecencia en el pleno para informar de las últimas cumbres europea y de la OTAN, y de las relaciones con Marruecos.

Sánchez se ha mostrado convencido de que el plan nacional de respuesta a la guerra, aprobado este martes en Consejo de Ministros por decreto ley, va a permitir “doblegar la curva (de la inflación) y estabilizar el coste de la vida”.

Bono de emergencia

CC OO pide al Gobierno que cree un bono de emergencia, con un pago extraordinario de 300 euros, para aliviar la pérdida de poder adquisitivo en salarios bajos, pensiones mínimas o no contributivas, prestaciones y becas generado por la elevada inflación.

El bono que reclama serviría para pagar la factura energética, alimentos o alquiler y beneficiaría a casi 9,6 millones de personas, el 64 % de ellas mujeres, y costaría 2.870 millones de euros, que se financiarían con el aumento de la recaudación procedente del alza del precio de la energía.