Los tres medallistas españoles, de cerca: así es el día a día que les ha llevado al éxito

Los tres medallistas españoles, de cerca: así es el día a día que les ha llevado al éxito

Las personas más cercanas de los deportistas relatan cómo han conseguido el triunfo en los Juegos.

Adriana Cerezo, David Valero y Maialen Chourraut.Getty Images / Getty Images / GTRES

Adriana Cerezo hizo vibrar el pasado sábado a toda España con sus patadas, que le valieron una medalla de plata a sus 17 años. Dos días después, todo el país pedaleó con David Valero, que logró el bronce en una histórica remontada en la modalidad MTB de ciclismo. Y este martes nadie se ha podido despegar de la televisión mientras la piragüista Maialen Chourraut se aseguraba, con mucha tensión, el segundo puesto en K-1.

Estas dos medallas de plata de Cerezo y Chourraut y la de bronce de Valero son las tres que tiene actualmente la delegación española en los Juegos Olímpicos de Tokio. Todas están forjadas a base de sacrificio, entrega, resistencia al paso de los años y un talento que, en casos como el de Adriana, ha roto registros de precocidad.

Contrastan los 38 años de la vasca y los 32 del granadino con los 17 de Cerezo, aunque en todos los casos han vivido siempre ligados a su deporte, disfrutan de él como si fuera el último... Y hacen vibrar a todos.

“Es un logro increíble. Que una chica que con 10 años empezó a remar en la bahía de la Concha tenga tres medallas (bronce en Londres 2012, oro en Río 2016 y la plata de Tokio) es tan inimaginable como espectacular”, cuenta de Chourraut Julen Otegi, entrenador del club Atlético San Sebastián y amigo de la medallista desde hace tres décadas.

  La imagen de la medalla que ha conseguido Maialen Chourraut en Tokio.Julen Otegi

Él, como el resto de los integrantes del club que se han dado cita en la sede para ver la final, la ha vivido con nervios, descontando rivales y celebrando los fallos de sus contrincantes, por muy antideportivo que pueda sonar: “Tenían que cometer errores para hacer podio. En principio, la alemana Funk y la australiana Fox eran fijas en las quinielas y parecía que se iban a repartir el oro y la plata, la duda estaba en el bronce y ahí sí que entraba Maialen en las quinielas. Pero mira, al final ha estado a punto de llevarse el oro”.

Igual que ellos, el pasado sábado todo el entorno de Cerezo se reunió en la localidad segoviana de Cerezo de Abajo, salvo sus dos principales entrenadores: Jesús Ramal y Suvi Mikkonen, del club Hankuk de San Sebastián de los Reyes.

Ellos estaban en Mallorca y prácticamente no pegaron ojo. Desde las 4.00 que empezó hasta el mediodía, que disputó la final, pendientes de Tokio. Su preparadora, de origen finlandés, solo es capaz de elogiar a Cerezo tras su actuación: “La niña nos dejó alucinados a todos. Adriana es especial. Desde que supimos que iba a tener la opción de ir al preolímpico y desde que se clasificó la preparábamos para el oro. Ella lo buscaba, había hecho toda la preparación para el oro. Nada me sorprende, es especial”.

Como no podían estar en Japón, Ramal habló antes de cada combate con su pupila. Le comentó la estrategia a seguir, le dio las instrucciones para doblegar a sus rivales. Además, también aprovechó los descansos para contactar con un amigo que tenían en las gradas y hacerle apreciaciones.

  Adriana Cerezo, en el podio de Tokio.GTRES

Cerezo, que las seguía al pie de la letra, se quedó a escasos segundos de doblegar a una de sus referentes, la tailandesa Panipak Wongpattanakit. “Se estaba enfrentando a rivales de las que era fan hasta hace dos años”, asegura Mikkonen, que recuerda que la joven de Alcalá de Henares empezó a competir a los cuatro años de rebote.

“Quería hacer artes marciales porque veía películas como Jackie Chan con su abuelo, pero su madre prefería otros deportes. Probó varios y no le gustó ninguno, hasta que su abuelo la llevó a escondidas a apuntarse a un gimnasio del barrio. Cuando se examinó del primer cinturón de taekwondo es cuando se lo dijeron a sus padres”, revela su preparadora.

Otro municipio que vivió con tensión durante toda la noche previa fue el de Baza, de donde procede David Valero. Sus habitantes, igual que su preparador y mánager de su equipo BH Templo Cafés, Carlos Coloma, no dejaron de apoyarle desde España. “Nos habíamos jugado toda la temporada a esa carta. Habíamos hecho una preparación física y mental muy fuerte y ver que se hacía realidad fue increíble. Todavía estamos soñando”, recuerda el exciclista, bronce en Río de Janeiro en MTB.

Si Maialen ganó su primera medalla en Londres con 30 años, David lo ha hecho en Tokio con 32. Su historia sobre la bicicleta es digna de una película candidata al Oscar: con 22 años estaba trabajando con su padre en el campo y los tres años siguientes combinó una tienda de bicicletas con la MTB. Desde los 25, su carrera ha estado ligada al éxito: cinco oros en los campeonatos de España, un bronce en Europa, varios podios en Mundiales y este logro olímpico. Coloma califica su carrera como “muy bonita, de superación y digna de admirar”.

  Carlos Coloma y David Valero, tras una prueba del granadino.Carlos Coloma

Julio Fernández, presidente del club de BTT P.A.M. y director de la escuela de Ciclismo Valero-BTT P.A.M de Baza, recuerda que conoce a Valero desde que era un niño y siempre ha ido con bicicleta de montaña. “Toda la vida se ha enfocado ahí y gracias a esa dedicación aquí tenemos esta medalla. Estamos muy orgullosos”, se sincera, tras dos días de felicitaciones.

La disciplina, como factor de éxito 

Los tres medallistas coinciden en que los grandes triunfos solo llegan a través del sacrificio y de una severa disciplina.

Maialen, que hasta los 30 años no consiguió su primera medalla olímpica, hace dos o tres sesiones de entrenamiento diarias. Viaja habitualmente de San Sebastián a Pau, donde hay un gran canal para prepararse. También tiene tiempo para colaborar con otros entrenadores y ayudar a los más pequeños.

“Es una profesional de este deporte en toda regla, se ha cuidado siempre mucho y ha vivido toda la vida por y para el piragüismo. Una de las grandezas suyas es que los niños la ven, alguno está aterrado por las olas y ven a Maialen ahí. Nos ayuda y siempre tiene tiempo para nosotros, les corrige, propone cosas, etc. Tiene los pies en el suelo y no se le levantan por muchas medallas que gane”, afirma Otegi.

  Maialen Chourraut, con la medalla que logró en el Europeo y la camiseta de su club.Julen Otegi

Por supuesto, Chourraut se vuelca con la persona más importante de su vida: Ane, su hija de ocho años. La pequeña no ha podido estar presente en Tokio por la pandemia, algo que ha sido muy complicado para ella, pero sí que ha estado a diario en su mente. Nada más colgarse la medalla, le ha dedicado su triunfo.

Valero también ha tenido que vivir separado de su familia y de su hijo pequeño de tres años. Todo este último año se ha concentrado en altura, en Sierra Nevada, lejos de su familia y de amigos. “Solamente ha bajado para competir y ver a la familia muy de vez en cuando. Ha hecho un esfuerzo titánico”, explica Coloma.

Precisamente ha sido su hijo uno de los pilares en su motivación mental, tal y como se demostró durante la carrera cuando Jorge, uno de los auxiliares, le gritó antes de la última vuelta que lo hiciera por él. Sus preparadores siempre le han enfocado en las palabras que el pequeño le decía. ”¡Vas a ganar, papá!”, le repetía una y otra vez.

“Yo le decía que tenía que escucharlo porque es una mente pura y sin contaminar. Si no, te acaban metiendo una mentalidad de que vas a acabar en puestos de diploma y así es imposible lograr medalla”, señala Coloma, que también utilizó vídeos de Luis Aragonés o de la película Braveheart para sacar lo mejor de él.

Distinto es el caso de Cerezo, que con sus todavía 17 años ha tenido que combinar el deporte con los estudios. “En la selectividad ha sacado 13/14, aunque no necesitaba nota por ser deportista de alto nivel. Ella decía que como tenía la posibilidad de hacerlo, iba a por la buena nota”, señala Mikkonen.

Su preparadora describe escenas que le llaman la atención y a las que cuesta acostumbrarse, por lo extrañas que son. Por ejemplo, los sábados se lleva los libros al gimnasio y estudia entre la sesión de mañana y la de tarde. Igual que entre semana, que al mínimo descanso lo aprovecha para avanzar en sus deberes. Incluso su preparadora llega a decir que “es de las personas más disciplinadas” que conoce, “una cosa fuera de lo común, aprovecha todos los momentos”.

  Adriana Cerezo, con sus compañeras. De izquierda a derecha: Luana Marton, Adriana Cerezo, Suvi Mikkonen, Laura Rodriguez y Viviana Marton. Abajo, Jesús Ramal.Suvi Mikkonen

Con la mente en París 2024

Cada caso es particular, especialmente por la edad. De Cerezo, sus preparadores ya advierten que conociéndola va a ir a por el oro sí o sí en los Juegos Olímpicos de 2024. “Va a tener esos diez últimos segundos como motivación”, asegura Mikkonen.

El que no va a perder oportunidad de mejorar puesto es Valero. Tras celebrar el éxito de Tokio ya casi va a empezar a pensar en París, donde aspira a llegar en el mejor estado físico de su vida.

“Ahora mismo está en plena progresión. Está cada vez más concienciado en que puede ganar a los mejores y esto es una inyección de adrenalina para su carrera”, afirma Coloma sin pensárselo dos veces.

Fernández también sueña con que Baza vuelva a salir en todos los medios de comunicación a nivel mundial: “No sé cuáles son sus objetivos, pero tiene una edad perfecta para volver a correr otra olimpiada más. Tengo esperanzas en que las dispute y por qué no volver a repetir éxito”.

En cambio, Chourraut tiene todavía que pensar si acude a la siguiente cita olímpica, ya que tendrá 41 años. “Este ciclo ha sido muy complicado y solo ella y su marido y entrenador, Xabi, lo saben. Yo ya se lo dije y este resultado seguro que la anima”, comenta Otegi, que no cierra la puerta a una nueva presencia de la vasca.

Pero para 2024 quedan todavía tres años y ahora toca paladear cada centímetro de la medalla que acaban de ganar. Y junto a ellos, toda España.

  David Valero, logrando el bronce en Tokio.Michael Steele via Getty Images
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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es