Madrid para todas

Madrid para todas

Queremos un Madrid acogedor que nos permita vivir en libertad y ser quienes queremos ser, sin discriminaciones ni imposiciones de ningún tipo.

Manifestación en Los Molinos (Madrid)Europa Press News via Getty Images

El 8 de marzo ha sido para muchas de nosotras un día muy especial en el que reivindicar el trabajo que hacemos 365 días al año para conseguir la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres. El 8 de marzo de 2021 se cometió lo que consideramos una vulneración de nuestros derechos y fue prohibida en Madrid, único lugar de toda España, la manifestación por el día de la Mujer, intentando con ello criminalizar al movimiento feminista. Ya ha pasado un año y hemos transformado esa decepción en energía para salir más fuertes a las calles y volver a teñir todo de igualdad.

El movimiento feminista nos brinda un lema para este año que dice así Derechos para todas todos los días y es que a día de hoy las mujeres seguimos sin tener garantizados todos nuestros derechos y por ello hace falta decirlo alto y claro, juntas, al menos una vez al año. Para empezar por algún sitio, queremos señalar que según el último informe emitido por Women, business and the law 2021 solamente diez países en el mundo ofrecen plena igualdad desde un punto de vista jurídico entre mujeres y hombres: Bélgica, Francia, Dinamarca, Letonia, Luxemburgo, Suecia, Canadá, Islandia, Portugal e Irlanda. España aún no llega a este aprobado que se hace según ocho indicadores, a saber: libertad de movimiento, empleo, sueldo, maternidad, matrimonio, emprendimiento, propiedades y pensiones.

Todos estos indicadores nos muestran que para conseguir la igualdad es necesario que las políticas públicas trabajen de manera transversal y aporten soluciones en todos los planos, desde una mirada global e interseccional. Conseguir derechos y libertades para las mujeres supone avanzar en la construcción de una sociedad más democrática, por eso el feminismo es tan importante, por eso nos va la vida en ello.

Solamente diez países en el mundo ofrecen plena igualdad desde un punto de vista jurídico entre mujeres y hombres [...] España aún no llega a este aprobado

Sin embargo, el Gobierno en la Comunidad de Madrid sigue teniendo otras prioridades que distan mucho de estos objetivos. Frente a sus políticas que reducen el presupuesto destinado a igualdad cada año, que no destinan recursos públicos a lo que de verdad importa, está nuestro modelo: más derechos, más democracia, más política social y más respeto a lo público solo puede revertir en un Madrid mejor.

Queremos derechos para todas, todos los días. Pero, ¿qué significa eso exactamente?, ¿en qué se traduce en la práctica? Queremos derechos para todas porque las mujeres no somos un colectivo, somos diversas y tenemos demandas que ocupan todas las temáticas transversalmente: las migrantes, las trabajadoras domésticas, las madres, las jóvenes, las mujeres trans, las lesbianas, las abuelas, las cuidadoras a tiempo completo, las periodistas, médicas, maestras, empresarias, trabajadoras a tiempo parcial y completo, todas compartimos la lucha feminista, que se materializa el 8 de marzo. Y todas compartimos la necesidad de habitar unas ciudades libres de violencias machistas, en las que el acoso y la violencia sexual esté erradicada, en las que las migrantes tengan los mismos derechos, en las que no importe dónde hemos nacido. Queremos un Madrid acogedor que nos permita vivir en libertad y ser quienes queremos ser, sin discriminaciones ni imposiciones de ningún tipo.

Pero también queremos derechos sexuales y reproductivos, una atención sanitaria de calidad que trate y cuide la diferencia de nuestros cuerpos. Queremos proteger la crianza y que las instituciones se hagan cargo de proporcionar servicios comunitarios de cuidados, que permitan la conciliación en todos los planos de la vida. Queremos trabajos con condiciones dignas que nos permitan tener tiempo para disfrutar de nuestras familias, pero también tiempo de disfrutar del ocio, para poder cuidarnos a nosotras mismas. Queremos caminar hacia un horizonte verde, que promueva las energías renovables y que nos haga menos dependientes de los combustibles fósiles y queremos tener acceso a la vivienda sin tener que dejarnos más de medio sueldo para poder pagarla.

Dos años después, este 2022 queremos volver a salir a las calles para gritar juntas, para sentir el calor de la gente que vuelve a juntarse, para hacer de todas nuestras miradas una sola

Todas estas reivindicaciones caben dentro del feminismo, por eso su potencial es tan grande: las mujeres hemos estado en primera línea cuidando de los nuestros durante la pandemia, sosteniendo la vida cuando el futuro es incierto, organizándonos para mejorar las redes comunitarias en los barrios y pueblos de Madrid. Somos las mismas mujeres que salieron de casa cada día en los meses más duros de la pandemia para trabajar en los supermercados, farmacias, centros de salud y hospitales. Y lo seguimos haciendo, también en los colegios, en los comercios y en las casas. Sin perder la esperanza ni la alegría.

Dos años después, este 2022 queremos volver a salir a las calles para gritar juntas, para sentir el calor de la gente que vuelve a juntarse, para hacer de todas nuestras miradas una sola. Queremos un Madrid a la altura de sus habitantes y seguiremos trabajando para convertir, paso a paso, todas estas reivindicaciones en políticas públicas que cambien las condiciones materiales, que equilibren la distribución de la riqueza y que reconozcan y respeten nuestras identidades diversas. Solo así conseguiremos que Madrid sea esa comunidad habitable que llevamos ya demasiados años esperando. Hagamos posible lo que siempre nos dicen que no lo es: sigamos peleando por nuestra libertad y nuestros derechos, solo así conseguiremos un Madrid para todas.