No es la LGTBI: qué significa la bandera con la que saltó un espontáneo en Qatar

No es la LGTBI: qué significa la bandera con la que saltó un espontáneo en Qatar

Tiene su origen en Italia y, aunque sus colores son parecidos, no es igual a la del colectivo LGTBI.

Espontáneo con la bandera de la paz en el Portugal - Uruguay.BSR Agency via Getty Images

Este lunes en el minuto 50 del partido Portugal - Uruguay del Grupo H del Mundial de Qatar tuvo lugar uno de los momentos que muchos espectadores esperaban: un espontáneo saltó al campo con una bandera arcoíris para protestar sobre la falta de respeto a los derechos humanos en el país anfitrión.

El espontáneo logró esquivar a dos guardias de seguridad del estadio de Lusail, donde tenía lugar el encuentro, hasta que fue placado segundos después dejando la bandera en el suelo.

El activista lucía también una camiseta con el logo de Superman en la que por su parte delantera pedía “salvar” a Ucrania y por la trasera, pedía “respeto” para las mujeres iraníes.

El árbitro del encuentro, Alireza Faghani, precisamente de nacionalidad iraní, fue el encargado de retirar la bandera del terreno de juego.

En un primer momento se habló de que la bandera, al tener los colores del arcoíris, era la LGTBI y que buscaba reivindicar la situación del colectivo en el país, donde la homosexualidad está penada con prisión y donde se persigue también este símbolo. Sin embargo, los más observadores han detectado que por mucho que los tonos sean parecidos, se trata de la bandera de la paz.

La diferencia entre ambas es que tiene siete franjas en lugar de seis, ya que incluye el color turquesa y, además, los colores están invertidos en el orden contrario, es decir, empieza por el morado y no por el rojo.

Esta bandera, que se ha utilizado recientemente en las protestas en apoyo al pueblo ucraniano tras la invasión rusa, suele incluir además letras, que suelen poner “Peace” o “Pace” (paz en italiano), ya que se la conoce también como “bandera de la paz italiana” por su origen.

Fue utilizada por primera vez en Italia en una marcha por la paz en 1961 y se inspiró en las banderas multicolores utilizadas entonces en manifestaciones contra las armas nucleares. Sin embargo, alcanzó su máxima popularidad en 2002 con la campaña Pace da tutti i balconi (“paz desde todos los balcones”), una protesta contra la inminente Guerra de Irak. Algo que se fue poco a poco extrapolando a los demás países que incluyeron la palabra “paz” inscrita en su idioma.

Según señalan en Amnistía Internacional, el productor Franco Belsito había producido alrededor de 1.000 banderas al año durante 18 años, y de repente tuvo que hacer frente a una demanda de millones de estandartes.

Existen varias variantes de esta bandera, una incluyó incluso el diseño de la Paloma de la paz de Pablo Picasso, mientras que otras alteran el orden entre la franja azul y la morada y agregan una blanca en la parte superior.

El parecido entre esta bandera y la LGTBI puede que no fuera casualidad a la hora de elegirlo por el activista, ya que lucir símbolos de apoyo al colectivo podría conlleva sanciones —aunque no pena de cárcel como se dijo en un primer momento—. Por las sanciones que impondría la FIFA a quienes lucieran estos símbolos también protestaron los jugadores de Alemania que aparecieron con la boca tapada después de no poder saltar al terreno de juego con los brazaletes “One Love”.

El activista Mario Ferri fue el que saltó al terreno de juego para hacer la protesta. Conocido como ‘El Halcón’ este espontáneo y futbolista ya ha protagonizado escenas similares, siempre ataviado con la camiseta de Superman, en la liga transalpina y en distintos mundiales. De hecho, saltó en el España - Alemania en el Mundial de Sudáfrica en 2010 con el lema “paz en el mundo” y en 2014 en Brasil en un Estados Unidos - Bélgica en el que llevaba el eslógan “salvad a los niños de las favelas”.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es