Trece detenidos, cargas policiales y una veintena de carreteras cortadas en las protestas por el 21-D en Barcelona

Trece detenidos, cargas policiales y una veintena de carreteras cortadas en las protestas por el 21-D en Barcelona

Grupos independentistas calientan desde primera hora la reunión del consejo de ministros.

Se preveía tensión y hubo tensión. Mientras el gobierno de Pedro Sánchez ha celebrado un excepcional consejo de ministros calificado por los independentistas catalanes como una "provocación", en las calles de Barcelona se cortaban carreteras y sucedían los choques entre manifestantes y policía. Por la tarde, una manifestación unitaria del independentismo ha llenado las calles que por la mañana habían sido escenario de enfrentamientos con un lema: "Tumbemos el régimen", y varias reivindicaciones: la liberación de los políticos presos y la recuperación "de la soberanía y la libertad".

Los Mossos d'Esquadra han detenido a lo largo de la jornada a trece personas por desórdenes públicos en Barcelona, donde también han tenido que llevar a cabo cargas para frenar a los manifestantes, algunos de ellos encapuchados, que han intentado acceder al edificio de Llotja de Mar donde se encuentra el Gobierno. Durante la jornada, además, al menos 77 personas, mossos y manifestantes, han resultado heridas, todas de carácter leve.

[Sigue aquí en directo la jornada del 21-D]

Con lemas como "desbordémoslos" o "seremos ingobernables", distintos grupos independentistas han convocado acciones para bloquear Barcelona e incluso tratar de impedir el consejo de ministros, un gesto con el que Sánchez ha querido mostrar su cercanía con Cataluña.

Desde el amanecer, los activistas de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR, grupos de acción directa) han cortado una decena de carreteras en Cataluña, entre ellas importantes autopistas como la AP7 y la A2, que comunican la región con Francia y Madrid. También han cortado importantes vías de acceso a Barcelona, luego reabiertas, y algunas arterias neurálgicas de la ciudad, según el servicio regional de tráfico.

  Uno de los detenidos este viernes en Barcelona.

Más tarde, la policía ha cargado junto a la parte baja de la Rambla contra algunos de estos manifestantes, quienes lanzaron vallas a los agentes. En otra avenida cercana ha habido un primer detenido, que llevaba material susceptible de "ser utilizado para hacer un artefacto incendiario o explosivo", según ha indicado la policía regional catalana, los Mossos d'Esquadra.

Horas más tarde otras seis personas han sido arrestadas por su presunta relación con los altercados ocurridos frente al cordón policial montado en la avenida Drassanes de Barcelona, donde grupos de encapuchados han arrojado piedras y otros objetos contra los agentes, según el Departamento de Interior. Las otras dos detenciones se han producido en el municipio de l'Ampolla, en Tarragona.

Prueba de los niveles máximos de tensión que se están viviendo en Cataluña este viernes ha sido el ataque que ha sufrido el periodista Cake Minuesa, de Intereconomía, durante la cobertura de las protestas. "¿Pero esto qué es? ¿Pero esto qué es? Sólo queremos informar", decía el reportero mientras le empujaban. "Estamos trabajando", se defendía mientras increpaban al cámara. En un momento dado, la imagen se corta y, cuando regresa la emisión, se ve cómo empujan a Minuesa y acto seguido le propinan un puñetazo que le tira al suelo. El reportero ha terminado sangrando por la nariz.

Los momentos de tensión e incidentes no han sido algo aislado: el teléfono de emergencias 112 de Cataluña ha recibido este viernes hasta las 11 horas un total de 400 llamadas avisando de un total de 285 incidencias relacionadas con las protestas de los CDR.

En el plano institucional, el excepcional consejo de ministros ha comenzado pasadas las 10 de la mañana en el palacio de la Llotja de Mar, el antiguo lugar de encuentro de los mercaderes de Barcelona, cerca del litoral mediterráneo. La cita de los ministros ha estado custodiado por un fuerte dispositivo policial, dotado de varias barreras a cientos de metros del edificio para mantener alejados a los manifestantes.

  Reunión del Consejo de Ministros.Reuters

En este Consejo de Ministros se decidirá que el aeropuerto de El Prat pase a denominarse Josep Tarradellas, en homenaje al que fuera presidente de la Generalitat. La fórmula que se empleará en el cambio de nombre será la misma utilizada para el Aeropuerto de Madrid, que pasó a denominarse Aeropuerto Madrid Barajas-Adolfo Suárez en homenaje al expresidente fallecido en 2014.

El Ejecutivo subraya que el cambio de nombre del Aeropuerto de El Prat constituye una medida "cargada de simbolismo" y que pretende subrayar la voluntad del Gobierno en favor del diálogo como vía de solución al problema existente con el independentismo catalán, señalan las fuentes consultadas. La idea es iniciativa del Gobierno, si bien las fuentes no han podido atribuir a una persona en concreto la propuesta.

"Tumbemos el régimen"

Unas 40.000 personas, según la Guardia Urbana, se han manifestado la tarde de este viernes en el centro de Barcelona contra el Consejo de Ministros convocadas por una veintena de entidades independentistas bajo el lema 'Tumbemos al régimen. República catalana'.

Al terminar la marcha, la actriz Sílvia Bel ha leído un manifiesto que pide hacer de este 21D el inicio de un ciclo de movilizaciones con un objetivo: "Recuperar la soberanía que se nos roba y niega, y que solo alcanzaremos con la República Catalana".

Apuestan por la autodeterminación para "construir un nuevo país" en que se vean reflejadas reivindicaciones como la lucha contra los desahucios, el antifascismo, el feminismo, la defensa de la escuela pública y la lengua catalana, los derechos laborales y las pensiones dignas, entre otras.

Y han asegurado que "el único momento en el que el régimen tembló" fue con las movilizaciones de las jornadas del 1 y el 3 de octubre de 2017.

Torra y Sánchez

Los incidentes y el consejo de ministros de este viernes llegan tras la reunión el jueves en Barcelona entre Sánchez y el presidente catalán Quim Torra, quien no ceja en su ambición de alumbrar algún día una República catalana independiente de España.

Sánchez buscaba desactivar la tensión de las últimas semanas con este encuentro, que culminó con un comunicado conjunto donde ambos gobiernos se comprometieron a "un diálogo efectivo" para "avanzar en una respuesta democrática a las demandas de la ciudadanía de Cataluña, en el marco de la seguridad jurídica".

El encuentro ha sido enérgicamente criticado por la oposición conservadora. Pablo Casado, líder del Partido Popular, criticó que Sánchez brindara al separatista Torra un trato "prácticamente de jefe de Estado", y aseguró haber sentido "vergüenza ajena".

A pie de calle, los ánimos también se volvían contra el ejecutivo independentista catalán por este diálogo que, según se anunció, continuará en enero con otra reunión.

El diálogo para mí es un paso atrás. Ahora ya no es el momento de intentar dialogar, ese momento ya ha pasado

"El diálogo para mí es un paso atrás. Ahora ya no es el momento de intentar dialogar, ese momento ya ha pasado. Me parece que solo fue una foto para calmar los ánimos para hoy", ha dicho a la agencia AFP en Barcelona la manifestante Mariona Godia, una administrativa de 35 años.

En juego está la interlocución política reimpulsada con la reunión del jueves entre ambos presidentes, la segunda después de otra celebrada en julio, cuando ambos acababan de llegar a sus respectivos cargos y trataron de rebajar la tensión estallada por la tentativa de secesión de 2017 y el encarcelamiento preventivo de nueve líderes independentistas.