PSOE y Podemos se ponen las pilas para conseguir un acuerdo antes del lunes
La vicepresidenta del Gobierno confirma varias reuniones entre dirigentes de ambas formaciones.
Lo que el jueves parecía imposible, hoy es casi una realidad. PSOE y Podemos han pasado de parecer irreconciliables a arremangarse para conseguir un acuerdo de investidura que haga a Pedro Sánchez presidente la próxima semana.
El objetivo: que haya un pacto antes del lunes. “Vamos en serio”, ha dicho Carmen Calvo en LaSexta Noche tras una jornada muy intensa en la que, según ella misma ha explicado, se han producido contactos a distintos niveles entre los equipos negociadores.
“La oportunidad está ahí, hemos de aprovecharla”, ha agregado la vicepresidenta, quien asegura que ambas formaciones están haciendo un “esfuerzo” por conseguir la investidura. “Por nuestra parte no va a quedar, creo que por la de ellos, tampoco”, ha afirmado.
En la negociación, ese ellos es, según ha explicado la vicepresidenta, Pablo Echenique; mientras que por parte de los socialistas negocian Adriana Lastra, portavoz del PSOE, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la propia Calvo.
Según Calvo, de momento no se está hablando de nombres, sino de “a dónde vamos, para qué y por qué”. Después vendrá “el quiénes y en qué fórmulas”. Y se ha cerrado en banda al no querer hablar de nombres (se le preguntaba por Irene Montero y Pablo Echenique). “Vamos por partes”.
Sobre nombres, precisamente, Calvo ha querido aclarar, nada más iniciarse la entrevista, que el veto de Sánchez a Pablo Iglesias “no era contra la figura de Pablo Iglesias ni a lo que significa como líder de Unidas Podemos” sino que “era una concepción de cómo el presidente quiere encarar, si la investidura sale bien, la conformación de un Gobierno para cuatro años”.
Y ha insistido: “No era nada contra el señor Pablo Iglesias. Era el concepto en el que él entendía que otro líder político no podía estar bajo sus órdenes, porque tenía que hacer el trabajo propio de un partido distinto al de nosotros. Eso ha sido”.
Este veto hizo que Pablo Iglesias anunciara este viernes por la tarde dar un paso a un lado y renunciar a formar parte del Consejo de Ministros. Este sábado hemos conocido más detalles sobre cómo se produjo la renuncia de Iglesias.
Según informa la Agencia EFE, citando fuentes de Podemos, “hubo varias señales que empujaron a Iglesias a apuntalar una decisión que rechazaba parte de su núcleo duro”.
Una de esas señales fue la charla que mantuvo con Dilma Rouseff, expresidenta de Brasil, que le sugirió ceder para no ser el centro de las críticas políticas. Tras estar analizando durante la mañana, tras una reunión con sus colaboradores en el Congreso decidió anunciar su renuncia antes de conseguir el compromiso del PSOE de que no haya más vetos.
Sea como fuere, la situación se ha dado la vuelta como un calcetín y este sábado el PSOE mostraba su optimismo a primera hora del día de boca de Adriana Lastra, portavoz socialista en el Congreso.
“Estamos convencidos de que vamos a alcanzar un acuerdo” que, “por supuesto”, contará con la participación de miembros de Podemos en el Ejecutivo.
“Se abre una oportunidad para este país”, ha agregado Lastra, quien cree que la izquierda ha de demostrar que “sabe, puede y debe entenderse”.
Desde la derecha, sin embargo, tratan de quitarle peso a un acuerdo que cada vez parece más cercano y que aleja la posibilidad de unas nuevas elecciones.
Para el presidente del PP, Pablo Casado, lo que ha ocurrido en las últimas horas se trata de una “simulación de novedad” para que PSOE y Unidas Podemos hagan “lo previsible” y que los socialistas “puedan pactar con quien lleva pactando todo el mes, y pueda alcanzar un acuerdo de gobierno a nivel nacional con Podemos, como ha llegado en diez diputaciones y en siete comunidades autónomas, algunas ya firmadas y otras en trámite”.
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, ha tildado de “teatro” y “culebrón del verano” lo sucedido y considera que lo que ocurre entre PSOE y Podemos no es más que una mera pelea “por los sillones”.
Han pasado 24 horas y parece que la cosa, para las izquierdas, marcha camino de la investidura. Pero todo puede cambiar. Mañana será otro día.