Los siete retos de Miquel Iceta en Cultura

Los siete retos de Miquel Iceta en Cultura

El ministro toma las riendas de la cartera hasta ahora ocupada por Rodríguez Uribes con muchas tareas pendientes.

El nuevo ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en intercambio de carteras de este lunes.Europa Press News via Getty Images

“Me va a tocar culminar tu trabajo en muchos terrenos y eso es siempre injusto porque uno recoge los frutos que han sembrado otros, después de arar la tierra, de separar las piedras y de vencer obstáculos”. Con estas palabras dirigidas al exministro de Cultura y Deportes José Manuel Rodríguez Uribes ha recogido su cartera Miquel Iceta este lunes.

Iceta encamina una nueva etapa en el ministerio de Cultura después de un año y medio de pandemia, restricciones y una situación de extrema dificultad para el sector. Además, asumirá varios frentes abiertos por el anterior ministro socialista como el reclamado Estatuto del artista o la creación del Hub audiovisual, que suponen todo un reto para la industria cultural.

Los frentes abiertos en el ministerio de Cultura son los siguientes:

Este conjunto de 76 reformas fiscales, laborales y formativas eran una “prioridad” para Rodríguez Uribes, que pretendía poner el broche este mes de julio con la ayuda del ministerio de Hacienda. Estas medidas están dirigidas a mejorar las condiciones de trabajo de las 750.000 personas que trabajan en la industria cultural.

Este proyecto llegó por primera vez a la cámara baja en febrero de 2017 y se llegó a aprobar en un pacto en 2018. En este primer proyecto se incluían medidas de protección laboral, educativas, sanitarias y fiscales. Por ejemplo, se proponía la bajada del IVA cultural al 10%, la creación de un apartado de actividad económica propia o que los jubilados recibieran derechos de autor compatibles con sus pensiones.

Otras medidas como las enfermedades laborales se pasaron por alto en este último proyecto. Para los sectores culturales, esta medida se debería haber aprobado antes ya que habrían podido recibir indemnizaciones durante la pandemia de la covid-19.

Otro punto clave en la nueva etapa del ministerio de Cultura ha sido el pacto del alquiler de la colección de la baronesa Thyssen para que se mantenga en su museo que ha sido aprobado por el Gobierno este martes. Rodríguez Uribes señaló en ARCO que las negociaciones habían llegado a buen puerto y que la firma sería “cuestión de días”. Así ha sido, recién entrado en el ministerio, Iceta ha recibido el visto bueno por parte del Gobierno del acuerdo con la baronesa.

Este acuerdo pondría fin a 10 años de negociaciones anuales entre el Gobierno y la coleccionista e incluiría un alquiler por su colección de 6,5 millones de euros al año, durante 15 años. Además, al final de ese plazo el Gobierno tendrá preferente de compra de la colección. La firma del contrato, que afecta a 427 obras, se celebrará esta semana en el Museo Thyssen.

Símbolo de esta negociación ha sido la vuelta del cuadro Mata Mua a España, la pieza más importante de la colección que actualmente se encuentra en Andorra y que volverá próximamente al museo.

  La baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza, delante del cuadro de Paul Gauguin 'Mata Mua'.PIERRE-PHILIPPE MARCOU via Getty Images

Entre las tareas pendientes de Iceta también está el transponer a la normativa española Directiva 2019/790 sobre derechos de autor en el mercado único digital en la Unión Europea. A pesar de que el plazo acabó el pasado mes de junio, Uribes anunció que entonces se abría “un plazo de gracia de seis meses más” ya que, por ahora, solo Hungría y Países Bajos han cumplido con la fecha acordada.

Esta nueva directiva de Copyright suscitó la polémica en cuanto se aprobó en el Parlamento Europeo. Especialmente cobraron relevancia dos artículos: el 15 y el 17 (anteriormente 11 y 13).

El primero, regula la posibilidad de compartir y recopilar artículos de medios de comunicación, en cualquier soporte especialmente los digitales. El segundo deja en manos de las plataformas digitales y redes sociales la responsabilidad del cumplimiento de los derechos de autor mediante lo que se conoce como “filtro de carga”, un sistema de filtrado de contenidos y retirada previa en caso de ser susceptible de vulneración de derechos de autor. Un software parecido al que utiliza Instagram para detectar un pezón femenino en una imagen. 

Sin embargo, sin que esto se transponga en la normativa española, se desconoce si los efectos serán tan importantes como se anunciaba, ya que había quien vaticinaba que el “Internet libre habrá acabado”.

Otra de las promesas que abrió Uribes antes de dejar el cargo fue la reforma de la Ley del Cine, de la que abrió consulta pública el pasado 29 de junio y que estará abierta hasta el 25 de julio.

El ministro pretendía finalizar esta reforma el último trimestre de 2023 y poner entonces “al día” el ámbito de actuación de la Ley, adecuar los incentivos y las ayudas a la cinematografía y al audiovisual, actualizar las definiciones contenidas en la ley y valorar la transformación del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA) en agencia estatal.

“La cadena de valor del sector audiovisual ha incorporado nuevos contenidos y servicios de distribución, explotación y  difusión de un entorno global dominado por la cultura y la economía digital. Por lo que debe contemplarse una ampliación del ámbito de actuación de la norma y revisarse aquellos aspectos que resultan obsoletos, insuficientes o ineficientes”, apuntaron a Europa Press fuentes del ministerio.

Del mismo modo, Uribes advirtió que esta Ley, que rige tanto las ayudas como la legislación de la producción y distribución de la industria cinematográfica en España, debería alinearse con los criterios europeos “en materia de ayudas públicas y en la estrategia de avanzar en la doble transición verde y digital”.

Este anteproyecto ya fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 22 de junio y con él, según señalan fuentes del ministerio a Europa Press, ponen al día una ley que funcionaba en 1985, pero que “necesitaba una adecuación a la realidad de los bienes culturales del siglo XXI”.

Entre otras medidas, este nuevo anteproyecto busca por primera vez proteger el patrimonio audiovisual y cinematográfico y salvaguardar las filmotecas como archivos que guardan bienes culturales. Del mismo modo busca regular los Bienes de Interés Cultural y que todas las comunidades se rijan por la Ley estatal para los Bienes de Interés Culturales.

En este proyecto se incluyen también los Planes de Salvaguardia ante posibles catástrofes como la ocurrida en la catedral de Notre Dame en París. Además, prohíbe a la Iglesia enajenar los bienes de interés cultural salvo que se transmitan al Estado u otras administraciones públicas.

Aunque Uribes elaboró el anteproyecto y logró su aprobación por el Consejo de Ministros, Iceta asumirá su tramitación en el Congreso.

Se trata de una de las medidas estrella del Plan de Recuperación presentado por Uribes y al que irán destinados 200 millones de euros. La creación del Audiovisual Hub Spain abarca el mundo audiovisual en general, no solo al cine, sino también series, largos y cortos, documentales, animación “que en España es muy potente”, aseguró el ministro, y el videojuego.

Con la creación de este proyecto, busca apoyar la expansión internacional de los contenidos audiovisuales españoles, y atraer inversiones, que España sea un lugar atractivo para rodar, desde un punto de vista fiscal y económico.

Las bases están sentadas, pero a la espera de los fondos europeos para la recuperación Iceta será el encargado de ejecutarlo.

Desde 2002 está rondando por los distintos equipos de gobierno sin dar frutos. Lo mismo sucedió la pasada primavera cuando el gobierno recibió dos proposiciones de ley, una por parte del PP y otra por el grupo parlamentario nacionalista. Ambas rechazadas.

El principal escollo que argumentan los defensores de esta ley, es el conflicto con Hacienda, ya que mediante esta ley la desgravación del 80% aplicada hoy a los mecenazgos de hasta 150 euros se incrementaría al 90%. Por su parte, Rodríguez Uribes no lo marcó como prioridad y señaló que es un proyecto que “conduce a la melancolía, a lo mejor no es el momento”. Si se quiere o no llevarla a cabo, será cuestión del nuevo ministro.