Sociedad Civil Catalana acusa a Laporta de poner al Barça al servicio del independentismo

Sociedad Civil Catalana acusa a Laporta de poner al Barça al servicio del independentismo

La asociación le culpa de abrir las puertas a una entidad que promovió la insurrección de 2017 para adoctrinar a todas las esferas del Club deportivo.

El presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta.Marc Graupera Aloma/Europa Press via Getty Images

La asociación Sociedad Civil Catalana (SCC) ha acusado hoy al presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, de haber puesto al club al servicio del “régimen nacionalista” y “despreciar” a millones de seguidores por su acuerdo con Ómnium Cultural, a la que califica como una de las “entidades que más activamente promovieron la insurrección de 2017”. En este sentido, recuerda que esta asociación independentista dará regularmente clases a todas las secciones del Club, al que acusa de haber abierto las puertas a un agente adoctrinador.

SCC considera “muy grave” la instrumentalización nacionalista del Barça y entiende que el acuerdo firmado ayer entre el club y la entidad Òmnium Cultural es “abiertamente ofensivo” para los millones de seguidores que en Cataluña y en toda España no comparten el proyecto secesionista.

Así, recuerda que en el comunicado oficial explicativo del acuerdo con la entidad soberanista, el mismo club deportivo hacía explícito ayer que se “compromete a poner al FC Barcelona junto al pueblo catalán en su libre ejercicio a decidir su futuro”.

Además, critica que a lo largo de todo el texto el Barça asume el lenguaje nacionalista y Joan Laporta “hace suya la terminología de Òmnium Cultural”. Según este acuerdo, la entidad soberanista dará clases y sesiones regulares a todas las secciones del club y entregará información a todos los visitantes al museo del Barça.

Esto se traduce, según Sociedad Civil Catalana, en que el Barça abre las puertas a Òmnium como agente adoctrinador de todas las esferas del club.

Por ello, SCC rechaza que se ponga el club deportivo al servicio del régimen nacionalista y de las entidades que lo sostienen. “Una vez más el nacionalismo se apropia e instrumentaliza instituciones que deberían ser de todos, como ha hecho con la lengua, la televisión, la Generalitat, las fiestas propias de Cataluña o la educación”, expone.