Un grupo de grandes expertos lanza un aviso importante: piden a los ciudadanos que no hagan este gesto en la cocina
Lo que antes era cortesía ahora es peligroso.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han publicado una serie de recomendaciones para que las Navidades sean un poco más seguras. De todas ellas, hay una que llama especialmente la atención y que tiene que ver con cómo se comportan anfitriones e invitados en la cocina.
El organismo ha explicado que la cantidad de personas que manipulan e incluso sirven y reparten los alimentos en el plato debe reducirse al mínimo. Así que ese gesto, hasta ahora cortés, de intentar ayudar en la cocina... quizá haya que repensarlo este año.
Los CDC, en sus siglas en inglés, han subrayado que la forma más segura de limitar la propagación de gérmenes durante el transcurso de las comidas es hacer que todos usen platos, vasos y utensilios desechables.
Otro comportamiento recomendable este año es evitar las bebidas alcohólicas. El organismo destaca que beber alcohol y consumir drogas son actividades de “alto riesgo” porque afectan al comportamiento.
Por otro lado, la epidemióloga Mercedes Carnethon recomienda hacer el viaje a la casa de los familiares en coche siempre que sea posible porque, a diferencia de los espacios públicos como aeropuertos, autobuses y estaciones de tren, en tu propio vehículo puedes estar en tu propia burbuja.
Los CDC recomiendan, además, que al volver de la reunión con los familiares lo mejor es ponerse en cuarentena durante dos semanas si es posible. Así, en caso de haberte contagiado, no seguirás propagando el virus.
Y, sobre todo, lo fundamental es cumplir con las normas que Sanidad ha establecido para Navidad:
Se limitará la entrada y salida de las comunidades y ciudades autónomas entre el 23 de diciembre de 2020 y el 6 de enero de 2021, salvo para reuniones con familiares y allegados o por temas de trabajo o médicos.
Se establece un máximo de 10 personas en las reuniones, salvo que se trate de convivientes y siempre que no se superen dos grupos de convivencia.
Se fija el toque de queda a las 1.30 horas los días 24 de diciembre y 31 de enero.
El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
