Arranca la construcción del buque de guerra más grande de Europa: 310 metros capaz de desplazar 78.000 toneladas
Si se cumplen los plazos previstos, entrará en servicio en 2038.
Francia avanza en su apuesta por la proyección naval del futuro con un buque que aspira a marcar época. El nuevo Porte Avions Nouvelle Génération, conocido como PANG, será el relevo del actual Charles de Gaulle y está llamado a convertirse en el mayor portaaviones jamás construido en Europa. La información, difundida por el medio especializado Next Gen Defense, detalla un programa que combina ambición tecnológica, músculo industrial y un fuerte componente estratégico.
El anuncio oficial llegó de la mano del presidente Emmanuel Macron durante una intervención ante tropas francesas desplegadas cerca del estrecho de Ormuz, en Abu Dabi. Allí confirmó que la construcción del buque ya ha comenzado y que el coste total del programa rondará los 10.250 millones de euros. Con las adquisiciones incluidas en el presupuesto francés de 2025, la financiación de la fase de ejecución se da por asegurada.
El PANG será construido en Saint Nazaire por los astilleros Chantiers de l'Atlantique y Naval Group, dos pilares de la industria naval francesa. Si se cumplen los plazos previstos, entrará en servicio en 2038. Sus dimensiones impresionan incluso en un contexto internacional: 310 metros de eslora, más de 85 metros de manga en la cubierta de vuelo y 39 metros en la línea de flotación. A plena carga, desplazará unas 78.000 toneladas.
Gracias a la propulsión nuclear, basada en dos reactores K22 de nueva generación, el portaaviones podrá alcanzar velocidades de hasta 27 nudos. Esta potencia supone un salto notable respecto a los reactores K15 de Charles de Gaulle y permitirá mantener operaciones prolongadas sin necesidad de repostaje, una ventaja clave para misiones de largo alcance.
En la cubierta, el PANG estará preparado para operar al menos 40 aeronaves. El grupo aéreo incluirá 36 cazas, dos o tres aviones de alerta temprana, varios helicópteros y una decena de drones ligeros. Para su lanzamiento se instalarán dos o tres catapultas electromagnéticas EMALS, un sistema más avanzado y versátil que las catapultas de vapor tradicionales. Además, el diseño contempla la integración de armas de energía dirigida, una tecnología aún emergente pero con gran potencial defensivo.
Más allá de sus cifras, el proyecto destaca por su enfoque evolutivo. El PANG se concibe como una plataforma adaptable, capaz de incorporar nuevas tecnologías a lo largo de su vida operativa. En el centro de esta filosofía está un sistema de combate fuertemente basado en datos, pensado para acelerar la toma de decisiones y mejorar la coordinación entre sensores, armas y aeronaves.
Con este portaaviones, Francia no solo busca mantener su capacidad de proyección global, sino también situarse a la vanguardia de la guerra naval del siglo XXI, apostando por un buque que combine potencia, flexibilidad y margen de evolución durante décadas.