Blindar a Ucrania e impulsar el mercado único: los retos de la nueva cumbre de los Veintisiete

Blindar a Ucrania e impulsar el mercado único: los retos de la nueva cumbre de los Veintisiete

La energía y la inmigración completan la agenda del Consejo Europeo de este jueves y viernes, que contará con la visita del secretario general de la ONU. 

Ursula von der Leyen y Charles Michel conversan antes de un Consejo Europeo en Bruselas, en una imagen de archivo.Olivier Hoslet /Pool via REUTERS

Nuevas y viejas agendas se entremezclan en la cumbre europea que este jueves y viernes se celebra en Bruselas. Los líderes de los Veintisiete tendrán que abordar el "compromiso inquebrantable" con Ucrania, en palabras del presidente del Consejo, Charles Michel, centrados esta vez en la munición que se le va a entregar para aguantar el envite ruso de primavera, pero también se abre paso la prometida reforma del mercado común, a un año de que acabe el mandato de la actual Comisión que encabeza Ursula von der Leyen. Hay que ser más competitivos y exprimir más la alianza. Energía, en busca de más seguridad en el suministro, e inmigración, con crisis como la de Italia, será los otros puntos del orden del día.

En la carta que el belga ha enviado a todos los presidentes y primeros ministros de los socios, se insiste en que, de nuevo, hay que lanzar un mensaje de unidad con Kiev. Y actuar en materias concretas: ver la responsabilidad de los perpetradores de violaciones de derechos humanos -días después de que la Corte Penal Internacional lanzase una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por crímenes de guerra-; aumentar más la presión colectiva sobre Rusia; revisar los activos congelados para destinarlos reconstrucción de Ucrania; analizar los daños a la seguridad alimentaria mundial -sobre todo por la falta de grano- y el apoyo sostenido para "ayudar a satisfacer las necesidades militares y de defensa de Ucrania". 

Este es el punto más jugoso, porque los mandatarios deberán avalar el acuerdo sobre municiones alcanzado el lunes por la tarde por los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión. Su objetivo: hacer compras conjuntas para reponer los stocks gastados de los ejércitos europeos y garantizar el suministro sostenible. Se destinan mil millones a reembolsar lo que los países pusieron de urgencia y otros tantos para munición nueva. El plan es entregar un millón de unidades en los próximos 12 meses. Una "decisión histórica", como la ha llamado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, que obligará a los estados a ver cómo impulsan su capacidad de producción. Un reto doble, en lo defensivo y en lo económico, para el que se espera unanimidad, tras las aristas lijadas el lunes. 

Desde el comienzo de la guerra de Rusia, la UE y sus estados miembros han puesto a disposición de Ucrania alrededor de 67.000 millones de euros, han adoptado un conjunto de medidas restrictivas "sin precedentes" contra Rusia, con diez paquetes de sanciones ya, "con un efecto visible en su régimen y su economía", dice el Consejo. "La UE está unida en su solidaridad con Ucrania y apoyará al país todo el tiempo que sea necesario", insiste Michel.

"Otros son más rápidos, otros no duermen"

El ánimo estará inclinado hacia Ucrania, como desde que se inició la invasión, hace 13 meses, pero el tronco de la negociación en esta cumbre es más doméstico: la competitividad a largo plazo de la UE, la profundización en el mercado único, que cumple justo 30 años, y la búsqueda de vías para aprovechar todo el potencial del mercado único. "Es el momento de capitalizar plenamente nuestras fortalezas y abordar nuestras deficiencias", resume en su misiva el presidente del Consejo. 

Los líderes de la UE debatirán sobre cómo hacer que la base económica, industrial y tecnológica de la UE se ajuste a las transiciones verde y digital, "el doble esfuerzo para poner a Europa en el camino del crecimiento sostenible e inclusivo". El conjunto de propuestas concretas que tratarán pasan por la ley europea de materias primas críticas (Critical Raw Materials), aquellas necesitadas de una atención especial debido a su importancia económica y al alto riesgo que supondría una interrupción de su suministro. También por la ley de industria neta cero y por un marco revisado de las ayudas estatales actuales y por venir. 

Los deseos son claros: estimular la innovación y la inversión, reforzar la base tecnológica de la Unión y cumplir a la vez con los compromisos de transición energética y digital. Lo que hay que ver es el cómo. Von der Leyen, avanzando esta cumbre en el Parlamento comunitario, dejó varias pistas al respecto. Por ejemplo, sostiene que manejan informes que dicen que se podrían liberar 700.000 millones de euros si se aprovecha todo el potencial de los países con más I+D, desarrollo básico y comercio robustecido. Casos como la vacuna de ARN mensajero, made in Europe, o los avances en hidrógeno, en cabeza del planeta, le valieron para explicar por dónde hay que ir. "El potencial europeo está lejos de haberse agotado", insistió. 

Apostar es poner dinero sobre la mesa. Europa se ha comprometido a gastar el 3% del PIB en I+D para 2030, pero la presidenta reconoce que es un horizonte que se va prorrogando y nunca se alcanza -no así en Defensa, aceleradas las cuentas por la guerra en Ucrania-.

Hay que apostar, dijo, pero para eso hay que acelerar y simplificar trámites y garantizar un mejor acceso a la financiación pública y privada. De ahí que en esta cita se vaya a hablar de esprintar en el proceso. "Sí, nos estamos acercando, pero muy muy lentamente (...). No hay forma de que esto sea suficiente. Otros son más rápidos, otros no duermen", azuzó. Y es que la UE, en diez años, ha pasado de acumular el 41% de la I+D del mundo a apenas el 31. Hay que saber por qué es lento el proceso y cómo mejorarlo, como con la burocracia, porque "el éxito de las empresas y los trabajadores es el éxito de Europa". En otoño se deben plantear propuestas concretas para simplificar en un 25% los informes para emprender, coincidiendo con la Presidencia española de la Unión.

Von der Leyen también enfatizará estos días la necesidad de ser lo más autónomos posible. "La pandemia y la guerra nos han enseñado una amarga lección sobre las dependencias excesivas", asume. Eso va también por Estados Unidos, con quien se ha suavizado un poco la guerra comercial con la que arrancaba el año por las ayudas excesivas que daba Washington, matizadas tras una visita de la alemana a EEUU en las que se ha avanzado en materia de materias críticas, coches eléctricos y transparencia. Hay empresas que amenazan con irse a EEUU y eso también preocupa. "Con una guerra al volver la esquina, con precios volátiles en la energía e inversiones masivas en tecnologías limpias en todo el mundo, Europa tiene que mejorar su juego", concluye. 

El Consejo Europeo también mantendrá un debate estratégico sobre los aspectos geopolíticos de la política comercial de la UE y abordará la reforma del marco de gobernanza económica de la UE. Igualmente, repasarán el Semestre Europeo de 2023 , el ciclo anual de coordinación de políticas económicas, fiscales, laborales y sociales dentro de la UE, y se espera que respalden la recomendación sobre la política económica de la zona del euro y la encuesta anual de crecimiento sostenible 2023.

Todo esto, en en contexto de las turbulencias bancarias causadas por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y la venta de Credit Suisse. Aunque hasta el momento las autoridades bancarias de la UE han insistido en que no existe riesgo de contagio para las entidades bancarias europeas, dada su resiliencia y las estrictas medidas de supervisión a las que están sujetas, y a pesar de que el punto no figura formalmente en la agenda, varias fuentes comunitarias/europeas han dado por hecho que el asunto marcará la discusión.

Hay que bajar los precios de la energía

En otro orden de cosas, los mandatarios del club comunitario también examinarán si se van cumpliendo los pasos acordados en su reunión hermana del pasado diciembre para bajar los precios de la energía, disparados junto a una inflación no vista en 40 años. Tendrán que ver cómo abordar los altos precios de la energía, analizar la reducción de la demanda de gas (sobre todo del ruso), garantizar la seguridad del suministro (tras un invierno superado con éxito gracias a las reservas nacionales, la búsqueda de nuevos mercados y el ahorro), y eliminar gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles rusos, del gas al petróleo. 

El Consejo Europeo también debatirá la preparación y la planificación de contingencias para este invierno y futuras temporadas de frío. Los Veintisiete han acabado la estación más fría con depósitos subterráneos gas al 56% de su capacidad, 20 puntos porcentuales más que en la media histórica para estas fechas y más del doble que hace justo un año, cuando no llegaban ni siquiera al 26%. El objetivo de Bruselas es que los Veintisiete lleguen al próximo 1 de noviembre, cuando el frío potente regrese, con las reservas al menos al 90% de su capacidad.

Este debate general tendrá de fondo, en Bruselas, uno más pequeño, un duelo entre Francia y Alemania por medidas paralelas que se teme que afecte a la cita global. Berlín se ha enfadado por el veto previsto para coches contaminantes para 2035 y reclama una exención en combustibles sintéticos, que París no apoya. A la vez, París busca exenciones a la energía nuclear, pero no encuentra eco en Berlín. 

Y queda la inmigración: en el Consejo Europeo de febrero, los líderes de la UE encargaron al Consejo y a la Comisión que revisaran la implementación de sus conclusiones sobre migración al respecto y llega la hora de escuchar el informe final. Persisten las diferencias entre los países de la UE, por ejemplo en la protección de las fronteras exteriores, pero a la vez urge avanzar rápido para aprobar en los primeros meses de 2024 el Pacto europeo de Migración y Asilo, muy anhelado, muy lento. 

Hay países donde la situación se complica por la llegada de pateras y lanchas, como Italia, donde el Gobierno de Georgia Meloni ya está mostrando su cara más ultra, sin compasión en los rescates, ante los naufragios mortales. La primera ministra de Fratelli d'Italia dijo hace días en el Senado de Roma que "estamos ante una emergencia que se está volviendo estructural" porque Occidente "ha descuidado culpablemente" la materia. Se espera que aproveche la cumbre para alzar la voz. 

Dos citas extra: euro y ONU

El viernes, ya de paso, habrá tiempo para un EuroSummit o cumbre del euro, ante la estancia de los mandatarios de toda la Unión. Michel ha avanzado que contará con la presencia de Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo, y de Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo. El orden del día es la coordinación de políticas fiscales, la gobernanza económica y el balance de la arquitectura financiera actual, avanza la oficina de Michel. 

Si la cumbre se cierra con este extra, también arranca con otro: esta vez, las delegaciones deberán estar antes en Bruselas porque este jueves, a las 11 y media de la mañana,  se encuentran con el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, con quien tendrán un almuerzo de trabajo "sobre cuestiones geopolíticas y desafíos globales". 

La agenda echa humo, de nuevo, en la capital comunitaria.