Desconcierto de estos mercenarios en Rusia: "No teníamos idea de que nos enviaban a la guerra"
El Kremlin cuenta con varios apoyos internacionales que están permitiendo, entre otras cosas, al ejército de Putin alargar el conflicto mucho más de lo esperado. A las incorporaciones de soldados de Corea del Norte se le suman también las de otros países como Cuba.

El testimonio de Alex Vegas Díaz, un joven cubano de apenas 19 años, refleja una trama que se ha ido destapando poco a poco: el reclutamiento engañoso de ciudadanos de Cuba para luchar en la guerra de Rusia contra Ucrania. "Me ofrecieron un trabajo de construcción para el ejército ruso, bien pagado", contó en un vídeo publicado el 31 de agosto de 2023. La promesa duró muy poco. En cuestión de días —según relató— ya estaba escondido en una trinchera con un fusil entre las manos.
Su historia no es aislada. Frank Darío Jarrosay Manfugá, músico de 35 años, aseguró algo muy parecido al medio independiente Cibercuba: “No teníamos ni idea de que nos mandaban a la guerra. Íbamos a hacer albañilería y, de pronto, estabas disparando”.
Las declaraciones de jóvenes reclutados describen un patrón idéntico: son contactados por WhatsApp, Telegram o Facebook con ofertas laborales que prometen miles de dólares. Pero el destino final es el frente ucraniano.
La investigación que destapa una red
La activista cubana de derechos humanos Carolina Barrero, directora de la organización Ciudadanía y Libertad, ha documentado docenas de estos casos para un estudio con la Fundación Friedrich Naumann (vinculada al Partido Liberal alemán). Su conclusión es contundente: “Lo que ocurre es esencialmente trata de personas financiada por el Estado”.
Según Barrero, quienes aceptan la oferta viajan a Rusia convencidos de que trabajarán como obreros civiles. Una vez allí, son retenidos en bases militares y obligados a firmar un contrato con el Ministerio de Defensa ruso, redactado solo en ruso y plagado de referencias legales incomprensibles. En ese documento —al que Tagesspiegel tuvo acceso— se comprometen durante un año a servir en las Fuerzas Armadas de Rusia.
Lo más llamativo es lo que no aparece en el contrato: el salario. La cifra que más se repite entre los afectados ronda los 2.000 dólares mensuales. Para ponerlo en contexto, el sueldo medio en Cuba apenas supera los 17 dólares al mes. Ante semejante brecha económica, la desesperación se convierte en la mejor arma de reclutamiento.
Una colaboración que Cuba niega… pero que huele a oficial
Cuba y Rusia mantienen una relación histórica que se remonta a la Guerra Fría. La Unión Soviética armó, financió y sostuvo la revolución durante décadas. Hoy, el vínculo continúa en forma de acuerdos comerciales y apoyo político. Pero La Habana insiste en negar cualquier participación en la guerra de Ucrania.
Aun así, varios indicios sugieren una implicación como mínimo tolerada: vuelos directos La Habana–Moscú retomados en 2023, reclutadores cubanos y rusos trabajando juntos en múltiples casos o control absoluto del régimen sobre las comunicaciones: nada circula sin que lo sepan
Tras las primeras denuncias públicas, el Gobierno cubano respondió arrestando a 17 personas, acusadas de trata. Y ahí se detuvo todo. Ninguna otra investigación ha prosperado.
Barrero recuerda que Cuba ya envió tropas en el pasado a Angola, Etiopía o Asia. “La diferencia es que ahora lo niegan frontalmente”. Y de acuerdo con las informaciones de la inteligencia ucraniana, la vida útil de un mercenario cubano en el frente es de entre 140 y 150 días, unos seis meses.
Las cifras de reclutados crecen a medida que avanza el conflicto. Según las estimaciones de diversos órganos, en 2023 había en torno a mil cubanos en el ejército ruso, mientras que en 2024, esa cifra se quintuplicó hasta los 5.000. Mismo crecimiento que en este 2025, cuando el número total de cubanos en las filas rusas ha alcanzado los 25.000 militares.
Más de 1.000 nombres constan ya en las listas del proyecto ucraniano “Quiero Vivir”, que ayuda a soldados extranjeros a desertar y rendirse de forma segura. Si las estimaciones actuales son correctas, Cuba estaría al nivel de Corea del Norte en número de combatientes enviados a Rusia.
La crisis que empuja a los jóvenes a arriesgar la vida
La isla vive la peor situación económica en décadas: escasez crónica, inflación, caída del turismo y apagones constantes. La pobreza se ha extendido hasta niveles inéditos desde los años 90. Y cuando el hambre aprieta, una promesa de 2.000 dólares puede más que cualquier advertencia.
Rusia, por su lado, necesita carne de cañón barata para una guerra que consume vidas sin parar. Cuba necesita dinero y apoyo político para sostener un régimen tambaleante. En medio quedan jóvenes como Alex y Frank: engañados, usados y abandonados en una guerra que no es la suya.
