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Destapan las redadas de Putin para reclutar soldados para Rusia en un lugar inesperado

Destapan las redadas de Putin para reclutar soldados para Rusia en un lugar inesperado

A los hombres les pidieron los papeles y los separaron según su nacionalidad y edad: algunos acabaron en los centros de reclutamiento, otros fueron deportados.

Un cartel que anima a unirse al Ejército ruso, en San Petersburgo.
Un cartel que anima a unirse al Ejército ruso, en San Petersburgo.Artem Priakhin

Agentes rusos han irrumpido en gimnasios de varias ciudades del país para reclutar a jóvenes varones, según han denunciado activistas y testigos. Las redadas han ocurrido en Moscú, San Petersburgo, Irkutsk, Ekaterimburgo e incluso Krasnodar, donde los policías actuaron con pasamontañas. Los hombres han sido obligados a mostrar sus documentos y, si cumplían con los criterios de edad y nacionalidad, han acabado en oficinas de alistamiento.

El presidente Vladimir Putin ha aprobado un decreto para incorporar a 160.000 nuevos soldados. La ofensiva de primavera ha convertido las salas de entrenamiento en una extensión de los centros de reclutamiento. El diario italiano Il Messaggero ha desvelado que las autoridades rusas han usado las instalaciones deportivas como espacios de captura exprés, especialmente a partir del mes de marzo.

El Ministerio del Interior ha desplegado agentes en gimnasios como los del circuito Spirit Fitness, muy popular en la región de Moscú. Las mujeres han podido marcharse. A los hombres, en cambio, les han obligado a quedarse. Allí mismo, los policías les han separado por nacionalidad o por etnia percibida, y les han exigido la documentación.

La activista por los derechos humanos Valentina Chupik ha explicado que los rusos han sido escoltados directamente hasta los centros de reclutamiento. A los extranjeros, en cambio, les han acusado de delitos menores, como vandalismo o infracciones migratorias, y les han amenazado con la deportación si no aceptaban alistarse.

Los testimonios han empezado a multiplicarse en redes sociales y en medios de comunicación. Un hombre que se encontraba en una de las instalaciones ha contado: “Estaba en la cinta viendo una serie. De repente alguien me tocó el hombro. Me bajé y vi a todos en el suelo, con la cara contra el pavimento”. Otro testigo ha detallado que a él no le obligaron a tumbarse, pero sí le pidieron los papeles y se llevaron a varios de los presentes.

Anastasia, una vecina de las afueras de Moscú, ha relatado que su marido ya sufrió un intento de reclutamiento forzoso hace dos años. Esta vez, lo han arrastrado de nuevo hasta un centro militar. “Fui corriendo con los papeles, pero no lo soltaron hasta que llegó el abogado. Le dijeron que tenía que volver el día cinco, pero no fue. Se ha cogido vacaciones para evitar que lo detengan camino del trabajo”.