Dimite el primer ministro de Nepal, K.P. Sharma Oli, por las protestas que dejan cerca de una veintena de muertos
Los manifestantes se revuelven contra la corrupción y el veto a las redes sociales —que el Gobierno levantó este lunes— en unos enfrentamientos que han dejado al menos 19 muertos.

El primer ministro de Nepal, K.P. Sharma Oli, ha dimitido este martes tras la oleada de protestas encabazas por el movimiento juvenil autodenominado ‘Generación Z’ (nacidos entre 1997 y 2012) contra la corrupción y el veto de redes sociales, en las que este lunes murieron 19 personas y más de 300 resultaron heridas.
A pesar de que este lunes el Gobierno dio marcha atrás y levantó el bloqueo de las principales redes sociales, las protestas han continuado este martes, cuando los manifestantes han incendiado la residencia privada del primer ministro, quien se había negado a abandonar el cargo a pesar de las demandas de los manifestantes.
Finalmente ha cedido y ha presentado su renuncia en un intento por frenar los disturbios, que afectan principalmente a Katamandú. Y no ha sido el único, poco antes lo ha hecho el ministro de Suministro de Agua, Pradeep Yadav, el tercero que renunciaba en menos de 24 horas. Antes que él ya lo habían hecho el ministro de Agricultura de Nepal, Ramnath Adhikari, y el jefe de la cartera del Interior, Rasmesh Lekhak.
Este martes, los manifestantes han prendido fuego a una residencia oficial, así como a la sede central del gubernamental Partido Congreso Nepalí. La situación sigue siendo tensa en muchos distritos de la capital a pesar de que se han anunciado toques de queda en diversas zonas.
Las autoridades han impuesto estas medidas en Katmandú, LAlitpur y Bhaktapur con el objetivo de "evitar nuevos enfrentamientos". El toque de queda ha entrado en vigor sobre las 8.30 (hora local), si bien los manifestantes han salido igualmente a la calle para seguir con las protestas y exigir la caída en bloque del Gobierno. La orden prohíbe cualquier movimiento, aglomeración, reunión, marcha o sentada en las zonas establecidas.
Las medidas adoptadas por las fuerzas de seguridad para hacer frente a las manifestaciones han suscitado críticas por parte de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos. El lunes, la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, alertó de que existen indicios que apuntan a un "uso innecesario y desproporcionado de la fuerza" e insistió en la importancia de abrir "investigaciones transparentes" sobre los fallecimientos.
Asimismo, pidió a las autoridades "respetar y garantizar el derecho a la protesta pacífica y a la libertad de expresión". "Las fuerzas de seguridad deben cumplir con los principios más básicos sobre el uso de armas por parte de la Policía", afirmó.
