¿Qué está pasando en Nepal? Las protestas de la Generación Z precipitan la dimisión del primer ministro y dejan 19 muertos
Mientras el Gobierno se tambalea, la represión no cesa y las protestas continúan contra el nepotismo y la corrupción política del país.

La Generación Z está en pie de guerra contra el Gobierno en Nepal. Las violentas protestas que sacuden el país lideradas por grupos de jóvenes que se revuelven contra la corrupción y el veto a las redes sociales —que se levantó este lunes de madrugada— dejaron este lunes 19 muertes y una oleada de dimisiones que este martes han culminado con la del primer ministro del país, K.P. Sharma Oli.
El movimiento autodenominado Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) comenzó de forma pacífica en la zona de New Baneshwar tras días de activismo en Internet después de que el Gobierno ordenara el bloqueo de hasta 26 plataformas, entre ellas Facebook, Instagram, WhatsApp y X, al no registrarse ante las autoridades como exige la nueva directiva de Katmandú.
Los jóvenes manifestantes denuncian también el nepotismo y la corrupción del sistema político nepalí, en el que las oportunidades laborales se heredan en lugar de ganarse por mérito. A pesar de que este lunes el Gobierno dio marcha atrás y levantó el bloqueo de las principales redes sociales, las protestas han calado ya en el resto de la sociedad.
Oleada de dimisiones en 24 horas
El primer ministro de Nepal, quien se había negado a abandonar el cargo a pesar de las demandas de los manifestantes, finalmente ha cedido y ha renunciado este martes tras la oleada de protestas y una represión contra los manifestantes que han terminado por precipitar su caída.
"He renunciado al cargo de primer ministro con efecto a partir de hoy (...), a fin de adoptar nuevas medidas hacia una solución política y la resolución de los problemas de conformidad con la Constitución, teniendo en cuenta la situación extraordinaria que prevalece actualmente en el país", dijo Oli en una carta publicada este martes.
Y no ha sido el único, poco antes lo ha hecho el ministro de Suministro de Agua, Pradeep Yadav, el tercero que renunciaba en menos de 24 horas. Antes que él ya lo habían hecho el ministro de Agricultura de Nepal, Ramnath Adhikari, y el jefe de la cartera del Interior, Rasmesh Lekhak.
Al menos 19 muertos y 300 heridos
Los enfrentamientos entre manifestantes y policía estallaron cuando los primeros derribaron las barricadas establecidas por los policías, que les impedían marchar hacia el edificio del Parlamento. Algunos de los manifestantes consiguieron entrar a las instalaciones parlamentarias, lo cual desencadenó la respuesta de la policía.
Esta respondió con cañones de agua, gases lacrimógenos y fuego real para dispersar a la multitud. La represión en la contención de las protestas se saló con al menos 19 muertos y más de 300 heridos. Tras los fallecimientos, las protestas han adquirido una nueva dimensión este martes.
Los manifestantes quemaron las viviendas de varios líderes políticos nepalíes, entre ellas la residencia privada de Oli en la localidad de Balkot en una escalada de la violencia. Las protestas también han tenido como objetivo la residencia personal del presidente de Nepal, Ram Chandra Poudel, que fue vandalizada por un grupo de manifestantes que logró entrar en ella.
Además fue atacada la casa del ministro de Comunicación, Prithvi Subba Gurung, a la que prendieron fuego mientras apedreaban las residencias del viceprimer ministro, Bishnu Paudel, y del ex primer ministro y líder de la oposición, Bahadur Deuba. Mientras, otro grupo de manifestantes incendió las oficinas del Congreso Nepalí y del Partido Comunista de Nepal Marxista Leninista Unificado (CPN-UML), de la coalición gobernante de Nepal.
En las calles, la Policía ha seguido arremetiendo contra los protestantes en varios puntos de Katmandú, pero hasta ahora no se han registrado nuevas víctimas mortales. Como respuesta, la Oficina de Administración del Distrito de Katmandú ha anunciado un toque de queda en varias zonas de la capital desde las 12.30 hasta las 22.00 hora local.
Aumenta la presión de organismos internacionales
Así, mientras el Gobierno se tambalea sin reducir la represión, las protestas se intensifican. La magnitud y la extensión geográfica de estas ha provocado el aumento de la presión de organismos internacionales.
La Unión Europea ha condenado este martes la muerte de al menos 19 personas en las manifestaciones y ha pedido a las autoridades que "tomen todas las medidas necesarias para proteger vidas".
La portavoz de Kaja Kallas, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, ha reclamado además que se investiguen las muertes "de forma independiente" y ha demandado el "diálogo entre todas las partes para resolver las diferencias y garantizar que se respeten todos los derechos fundamentales".
La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha expresado su "grave preocupación" por la escalada y ha reclamado moderación tanto a manifestantes como a fuerzas de seguridad, tras denunciar que incluso sus equipos de observación fueron atacados. "La Constitución y el derecho internacional garantizan el derecho a la disidencia pacífica", ha recordado esta organización a través de un comunicado, calificando de "lamentable" la violencia y el uso excesivo de la fuerza.
