El aliado de Rusia se acerca a la UE en busca de una compra clave
China está planteándose hacer un pedido de "cientos" de aviones a Airbus el próximo mes, cuando está previsto que los líderes europeos viajen a Pekín.

China está planteándose hacer un pedido de "cientos" de aviones a Airbus el próximo mes, cuando está previsto que los líderes europeos viajen a Pekín para celebrar el quincuagésimo aniversario de las relaciones oficiales entre el país asiático y la Unión Europea (UE), según ha informado Bloomberg.
Ese medio, que cita a fuentes anónimas, indica que el acuerdo podría cerrarse en unos 300 aparatos tanto de fuselaje ancho como estrecho, mientras que otra de las personas consultadas eleva la posible cifra hasta unas 500 aeronaves, algo que lo convertiría en una de las mayores compras de aviones de la historia y la mayor para China.
En cualquier caso, esas fuentes matizan que las negociaciones siguen abiertas y que el posible pacto podría caerse o cerrarse en una fecha posterior. Por el momento, ni Airbus ni las autoridades chinas encargadas de las negociaciones para la compra de aeronaves han emitido confirmación oficial alguna al respecto.
Francia y Alemania, dos de los países que controlan Airbus, podrían enviar a sus líderes, Emmanuel Macron y Friedrich Merz, a la cumbre de julio en Pekín. Lo que sí es seguro es que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, confirmó que viajará a China en septiembre para asistir a los actos por el 80 aniversario del fin de la II Guerra Sino-Japonesa (1931-1945), en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
De firmar entonces el acuerdo, podría ser interpretado también como una señal del presidente chino, Xi Jinping, a su homólogo estadounidense, Donald Trump, sobre la voluntad de estrechar lazos comerciales con la UE mientras los que unen a China con EEUU se deterioran a raíz de la guerra comercial entre ambas potencias.
No obstante, Bloomberg señala al principal rival de Airbus, la estadounidense Boeing, como uno de los posibles ganadores de un hipotético acuerdo comercial entre Pekín y Washington, ya que la empresa es uno de los principales exportadores del país norteamericano. En el reciente pacto comercial con Reino Unido, uno de los puntos más destacados fue precisamente la venta de aviones.
En cualquier caso, Boeing lleva años de capa caída en el mercado chino ante las tensiones comerciales y las preocupaciones sobre seguridad, que se tradujeron en un veto de casi cinco años a los 737 Max tras dos accidentes separados con un total de 346 muertos en Etiopía e Indonesia.
Esto, unido a otros vetos temporales como el de un mes entre abril y mayo a la entrega de aviones Boeing a empresas chinas a raíz de la escalada arancelaria entre Pekín y Washington, ha permitido que Airbus tome ventaja en el país asiático a lo largo de los últimos años. Boeing no ha recibido un pedido de gran tamaño desde China desde al menos 2017.
Ucrania lanzó una advertencia a China
Mientras, los servicios de Inteligencia ucranianos advirtieron en mayo de que China estaría entregando productos de relevancia militar a una veintena de fábricas rusas de la industria armamentística, lo que China negó.
Las autoridades de China descartaron el envío de "armamento letal" a Rusia tras las acusaciones vertidas por el Gobierno de Ucrania, que alertó además de que entre el supuesto centenar de ciudadanos chinos desplegados en el marco de la invasión rusa habría agentes de Inteligencia.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Mao Ning, indicó durante una rueda de prensa que la postura del país respecto a la guerra en Ucrania "ha sido clara desde el primer momento". "Hemos estado pidiendo de forma activa un alto el fuego, mientras tratamos de persuadir a las partes para lograr la paz y fomentar conversaciones de paz", aseveró.
"China nunca ha entregado armas letales a ninguna de las partes y lleva un control estricto de aquellos artefactos que puedan tener un doble uso. Somos muy claros al abordar esto y nos oponemos a cualquier acusación sobre una supuesta manipulación política", afirmó.
Estas palabras llegan después de que Ucrania detuviera a principios de abril a dos ciudadanos chinos tras una serie de combates con las fuerzas rusas en la provincia de Donetsk. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró entonces que estos hechos ponen en duda la supuesta neutralidad de Pekín y afirmó que hay pruebas de que más de un centenar de soldados procedentes de China están participando en la guerra.
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