El avión del "día del juicio final" de Putin se enfrenta al de Trump: hay un ganador
Mientras Rusia lucha por modernizar su flota, Estados Unidos ha invertido 13.000 millones de dólares en el desarrollo de un nuevo modelo.

El mundo de los aviones del "día del juicio final" es tan fascinante como aterrador. Estos gigantes del aire, diseñados para garantizar la capacidad de dirigir operaciones militares incluso en situaciones extremas, puede ser el apocalipsis nuclear, han evolucionado de manera muy diferente. Mientras que Estados Unido explota las capacidades de, al menos, un E-4B y avanza en un costoso programa de renovación, Moscú mantiene en secreto la información alrededor del estado de sus Il-80, que ya cargan a sus espaldas con un buen número de incidentes que ponen en duda su operatividad, según Simple Flying.
Los E-4B, basados en el Boeing 747-200B, entraron en servicio en 1980. Desde entonces, han sido el centro de mando aéreo del presidente, el secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos. La Fuerzas Aéreas estadounidense cuentan con 4 de estos aparatos y, al menos uno de ellos está disponible veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Con una tripulación que puede ser de hasta 111 personas y la capacidad para llenar su depósito en pleno vuelo, el diseño de este avión le permite transformarse en el centro de mando de operaciones militares en caso de que se destruyan los de tierra.
Pero no todo es perfecto en el la estadounidense. La flota de E-4B está envejeciendo y el Pentágono ya ha puesto en marcha su reemplazo: el Survivable Airborne Operations Center (SAOC), un proyecto de 13.000 millones de dólares que lidera la empresa Sierra Nevada Corporation (SNC). Aunque Boeing, fabricante origina del avión, se retiró de la licitación por cuestiones económicas, SNC se compró cinco Boeing 747-8I de segunda mano, usados por la aerolínea Korean Air para convertirlos en este gigante del aire. El primer avión ya está en producción y se espera que el programa se extienda hasta 2036.
Mientras tanto, en Rusia, Moscú intenta mantener a flote sus Il-80 "Maxdome", un avión que se basa en el modelo Ilyushin Il-86 y que empezó a operar en el ejército ruso tras la caída de la Unión Soviética. A diferencia de su homólogo estadounidense, la información sobre sus características es escasa. Aún así, se sabe que su fuselaje está blindado contra pulsos electromagnéticos, que también incorpora el sistema Zveno-S, encargado de las comunicaciones estratégicas rusas y que incluye la instalación de una antena Fregat, que se utiliza para contactar con la flota de submarinos nucleares. Sin embargo, esa falta de transparencia ha provocado que surjan dudas sobre el estado real de los aviones.
Aunque los Il-80 "Maxdome" son el orgullo de la 8ª División de Aviación de Operaciones Especiales rusas, su historial no es tan impresionante como parecería. En 2020, un Il-80 fue víctima de un robo mientras estaba en el taller para su revisión. Ese día, además de que se revelasen ciertas vulnerabilidades sobre su seguridad, desaparecieron 39 radios y 5 placas electrónicas. Además, la cancelación de su participación en el desfile del Día de la Victoria de 2022, incrementó aún más las dudas sobre su operatividad.
En resumen, mientras Estados Unidos ha apostado miles de millones en la modernización de su flota con el programa Survivable Airborne Operations Center (SAOC), Rusia parece haberse quedado atrás en esta carrera tecnológica con aviones que son aún un misterio y que apenas se han dejado ver en público y cuya presentación se canceló sin justificación.
