El plan de Trump está sobre la mesa, pero la invasión sigue: Israel endurece la ofensiva sobre Ciudad de Gaza
El ministro de Defensa habla de una ciudad "casi rodeada" y lanza la "última" orden de evacuación de los residentes que aún quedan en el principal enclave que se mantiene en Gaza. Israel anuncia la toma de un corredor clave.
El plan de paz de Donald Trump para Gaza espera. Hamás continúa pensándose la respuesta a una propuesta nacida en la Casa Blanca y bendecida casi de inmediato por Israel. El final de la guerra, citando al presidente de EEUU, podría ser realidad "en 72 horas" si Hamás acepta... lo cual ahora parece más en duda, con nuevas exigencias para avalarlo. Pero, por si alguien lo había olvidado, la guerra continúa en la Franja mientras tanto. Y la invasión israelí de Ciudad de Gaza no frena; de hecho, la ofensiva se ha intensificado antes de lo que pueda pasar.
La ocupación de la última gran ciudad del enclave gazatí no ha parado desde que Netanyahu diera luz verde a su particular plan militar. Pero en estas horas claves, previas a la decisión del grupo armado palestino, las Fuerzas de Defensa de Israel han endurecido sus ataques.
El ministro de Defensa hebreo, Israel Katz, presume abiertamente de tener Ciudad de Gaza "prácticamente rodeada" con tropas. El asedio va a más, siempre acompañado de una lluvia de bombas que no deja de sumar víctimas mortales y devastación.
Ajeno a la posible paz en la Franja, Katz ha lanzado este miércoles lo que ha querido llamar "última oportunidad" de los civiles para abandonar la capital en dirección al sur, adelantando una nueva y aún más feroz ofensiva y siempre bajo los controles del ejército israelí.
Para los que no quieran o no puedan salir de Ciudad de Gaza, la amenaza se vuelve aún más cruel. Porque, como ha declarado el ministro de Defensa en un mensaje a la nación, "quienes permanezcan en Gaza serán (considerados) terroristas y partidarios del terrorismo".
En esa estrategia juega un papel clave la toma de la parte occidental del Corredor Netzarim, en la costa oeste de Gaza, un "control operativo" que impide el retorno de los palestinos a una capital progresivamente más despoblada y que, de paso, sirve de división de Gaza entre el norte y el sur. Las FDI lo justifican como una operación "para interrumpir las capacidades operativas de la organización terrorista Hamás en la zona".
Tel Aviv reitera su mensaje mientras la 'paz' sigue en el aire: las tropas están "decididas a continuar sus operaciones" hasta un fin de la guerra que únicamente pasaría por "el retorno de todos los rehenes y el desarme de Hamás".