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Fueron inventados como señuelos y ahora Putin los usa como armas kamikazes

Fueron inventados como señuelos y ahora Putin los usa como armas kamikazes

Son mucho más económicos y permiten distraer las defensas aéreas enemigas, evitando el desperdicio de otros dispositivos más caros. 

UAV Gerbera@distant_earth83 en 'X' (antes Twitter)

El ejército de Rusia ha logrado transformar un avión no tripulado en un arma kamikaze gracias a la instalación de ojivas en sus drones 'Gerbera', que en un principio se utilizaban a modo de señuelo para distraer al enemigo y engañar a la defensa aérea ucraniana, según ha destacado en su Telegram el especialista en guerra electrónica ucraniano Serhii Beskrestnov, conocido como Flash. 

"Una actualización importante para los equipos móviles de bomberos, rescatistas, policías y militares: el dron 'Gerbera' de espuma blanca y plástico utilizado para engañar a las defensas aéreas ahora está siendo equipado con varios tipos de ojivas", destacó en su publicación, donde también enlazó una imagen del dron. 

Según defendió Flash, el dron de largo alcance es capaz de albergar diferentes tipos de ojivas, de hasta 5 kilogramos. Algunas de sus principales ventajas es que resulta bastante económico y que puede funcionar con coordenadas pre programadas almacenadas en la memoria. 

Respecto a sus dimensiones, cuenta con una longitud de 2 metros aproximadamente, una envergadura de 2,5 metros y un peso cercano a los 10 kilogramos. "Además, existe el riesgo de que el enemigo pueda instalar detonadores cronometrados, lo que hace que el dron se autodestruya después de cierto periodo", subrayó el medio Defense Express. 

"Es un dron de aspecto muy elegante que no posee ninguna característica tecnológica nueva, pero ha sido refinado para una producción en masa barata", afirmó por su parte el experto en drones británico, Steve Wright. 

"Una versión económica del Shahed" iraní

Los drones Gerbera son conocidos por ser la versión económica de los Shahed iraníes, que Rusia ha renombrado como Geran-2, pues mientras los primeros cuestan cerca de 200.000 euros, la versión rusa no cuesta más de 9.627 euros. Sus primeros avistamientos ocurrieron el pasado julio de 2024. 

"Parece una versión económica del Shahed: madera contrachapada en lugar de compuestos, componentes mínimos, todas las mismas piezas baratas 'Made in China', resumió Vlasyslav Vlasyuk, asesor del jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania en sus redes sociales. 

Aunque es cierto que están construidos de forma bastante rudimentaria, pueden suponer una grave amenaza para Ucrania, pues si se lanzan en masa pueden provocar el colapso de los sistemas de defensa aérea, permitiendo a otros dispositivos más avanzados su acceso.

"Debido a su cuerpo liviano de espuma y plástico, sería difícil de detectar para los sistemas de radar. Si se pinta con ciertos materiales, podría volverse aún menos visible. Y si se instala un silenciador en el motor también sería más difícil de escuchar", apuntó un mayor retirado de la Guardia Nacional y veterano de la guerra ruso-ucraniana, Oleksiy Hetman. 

Además, su derribo con misiles siempre será mucho más caro que la producción del propio dron. Sin embargo, a pesar de ser más económicos y de ser un gran avance para el ejército ruso, los aviones no tripulados continúan siendo susceptibles a la guerra electrónica, pues la interferencia de sus señales de control puede impedirles alcanzar los objetivos deseados.