Israel aplaza tres meses la decisión sobre una comisión de investigación del 7 de octubre
Los principales líderes opositores cargan contra el Gobierno de Netanyahu y piden una investigación para que haya rendición de cuentas, en un momento dulce por la tregua con Hamás y los planes de Trump para la franja.

El Gobierno de Israel ha aplazado tres meses su decisión sobre la creación de una comisión de investigación en torno a los fallos de seguridad durante los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
La reunión, que concluyó a última hora del domingo, se celebró sin la presencia del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, quien vio cómo su petición para participar en la misma fue denegada, en medio de las tensiones en el seno del gabinete sobre la investigación, según ha recogido la cadena israelí Arutz Sheva.
Así, la mayoría de los ministros se mostraron de acuerdo con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, sobre que sería un error llevar a cabo una investigación en medio de una "guerra", mientras que el titular de Exteriores, Gideon Saar, habría apostado por una comisión estatal tras una enmienda legislativa que permita al Gobierno determinar su composición.
Por su parte, la fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, argumentó que "una comisión gubernamental de investigación, al contrario que una comisión estatal, recibe su financiación del Gobierno, que podría ejercer una influencia indebida" en las pesquisas sobre los graves errores de seguridad durante los ataques.
"Presentamos nuestra posición ante el tribunal en La Haya de que pretendemos establecer una comisión estatal. No podemos dar marcha atrás", sostuvo, pese a lo cual la reunión fue aplazada durante un periodo de 90 días para volver a valorar entonces el asunto.
La sesión fue convocada debido a que el Tribunal Supremo israelí ordenó en diciembre de 2024 al Gobierno que celebrara en un plazo de 60 días una reunión para sopesar el establecimiento de una comisión estatal de investigación, ante los continuos retrasos a la hora de abrir pesquisas sobre los ataques.
El exprimer ministro Yair Lapid, ahora uno de los principales líderes opositores, ha denunciado en su cuenta en la red social X que "el Gobierno israelí está haciendo todo lo posible para evitar asumir responsabilidades". "La actual reunión del Gobierno es una vergonzosa muestra de humillación para las familias de las víctimas y de los secuestrados", ha sostenido, en referencia a la falta de acuerdo para designar una comisión de investigación.
En esta línea, el también opositor Benny Gantz ha criticado la falta de una investigación sobre "el mayor desastre de la historia del país" y ha recalcado la necesidad de que las pesquisas sean "independientes". "Los interrogados no elegirán a los interrogadores. Se creará una comisión estatal de investigación, independiente según la ley", ha apostillado.
El jefe del Ejército de Israel, Herzi Halevi, notificó el 21 de enero a Netanyahu y al ministro de Defensa, Israel Katz, que dimitirá el 6 de marzo por los fallos de seguridad relacionados con dichos ataques, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según los balances de las autoridades israelíes.
Tras ello, el propio Lapid pidió a Netanyahu y a "todo su desastroso gobierno" que "asuman su responsabilidad y renuncien", siguiendo los pasos de Halevi, en medio de la percibida como negativa de Netanyahu a asumir responsabilidades políticas por los ataques. A Netanyahu el retraso le llega en un momento de logros, con el alto el fuego en Gaza entrando en su segunda fase y con el anuncio de los planes de Donald Trump para la franja, que favorecen su visión de que no haya poder palestino sobre el territorio y anula la solución de dos estados.
Vuelta a los tribunales
Además, Netanyahu reapareció este lunes en un tribunal de Tel Aviv para continuar con su juicio por corrupción, en pausa desde la semana pasada por su viaje a Estados Unidos. La semana anterior, además, dos de los tres testimonios semanales se cancelaron por enfermedad de uno de los jueces, después de casi un mes de pausa por la operación de próstata a la que fue sometido el mandatario a finales de diciembre.
Al comienzo de la sesión de este lunes, Netanyahu aseguró que todavía se enfrenta a "desafíos" médicos por la alta dosis de antibióticos que le han recetado, según los medios israelíes presentes en la sala. Desde su operación, el mandatario ha sufrido algunas infecciones y los médicos le han recetado una dosis diaria de 1.500 miligramos de antibióticos. No obstante, eso no le ha evitad viajar, como se ha visto.
El abogado de Netanyahu, Amit Hadad, ha tratado en varias ocasiones de retrasar los juicios o de reducir los días que tiene que declarar por diversos motivos.
El líder israelí está acusado desde 2019 de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres causas separadas de corrupción que se están juzgando de manera conjunta desde 2020, en un largo proceso en el que el primer ministro comenzó a declarar el pasado 10 de diciembre, después de varias demoras.
El tribunal estipuló tres comparecencias semanales para Netanyahu de unas seis horas cada una.