Israel entra al hospital de Jan Yunis con fuerzas de asalto y ordena evacuaciones forzosas

Israel entra al hospital de Jan Yunis con fuerzas de asalto y ordena evacuaciones forzosas

"La ocupación israelí asalta el Complejo Médico Naser y lo convierte en un cuartel militar tras demoler su muro sur", aseguran desde el Ministerio de Salud gazatí. Tel Aviv cumple con los peores pronósticos desoyendo a las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.

Imagen de archivo de los destrozos causados por anteriores bombardeos israelíes hospital Nasser, en Jan Yunis (Gaza).
Imagen de archivo de los destrozos causados por anteriores bombardeos israelíes hospital Nasser, en Jan Yunis (Gaza).Ahmad Hasaballah/Getty Images

Se han cumplido los peores pronósticos en Jan Yunis, uno de los puntos que concentran las operaciones de Israel tras la incursión en el norte de la Franja de Gaza. Según ha alertado el portavoz de Salud del ministerio gazatí -bajo control del Gobierno de Hamás-, las tropas israelíes han entrado por la fuerza en el mayor complejo sanitario de la zona, el hospital Nasser. 

"La ocupación israelí asalta el Complejo Médico Naser y lo convierte en un cuartel militar tras demoler su muro sur", en palabras del portavoz de Sanidad, Ashraf Al Qudra, apuntando a que las fuerzas israelíes también han atacado el departamento de ambulancias -son un objetivo frecuente de todas las operaciones israelíes- además de zonas de tiendas de campaña en la que tratan de subsistir desplazados internos -las inmediaciones de los hospitales que aún operan se han convertido en uno de los últimos refugios de la población sin hogar-. 

Según esas mismas informaciones, las fuerzas especiales israelíes habrían accedido al interior del hospital ordenando evacuaciones forzosas del personal sanitario y pacientes que todavía permanecían en las instalaciones. Entre esos pacientes forzados a moverse a otro edificio del complejo se encuentran "incluidos los de cuidados intensivos y pediatría". Prácticamente imposible para un total de seis personas que requieren de respiración asistida.

Israel confirma el asalto y asegura que trató de evacuar el centro

Israel ha confirmado el asalto de este jueves al complejo hospitalario. Lo ha hecho a través de un comunicado y asegurando que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) procedieron a la incursión que se ha saldado con la detención de varios sospechosos. En dicha nota se esgrime también que intentaron evacuar el centro para evitar efectos colaterales.

En este sentido, también han expuesto que los efectivos cuentan con formación específica para este tipo de operaciones y tienen orden de prevenir daños sobre civiles. Cabe recordar que también contaban con estas características las fuerzas especiales que se infiltraron en otro centro médico ejecutando a varios integrantes de Hamás a sangre fría, disfrazados de personal sanitario y mujeres, mientras dormían. 

También existe cierto escepticismo ante otra de las afirmaciones vertidas ayer por las autoridades israelíes, concretamente, que habían instaurado un corredor seguro para evacuar a civiles. Dicho supuesto fue negado rotundamente por el propio director general de  la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien no dudó en advertir y dar la "alarma" ante la incursión que finalmente se ha producido este jueves.

Un cerco de 25 días, denunciado por los defensores de los DD.HH.

Cabe destacar que estas instalaciones sanitarias llevan aguantando un cerco que se aproxima a cumplir un mes. Son 25 días en los que el Ministerio de Salud gazatí lleva denunciando el asedio y los ataques que imposibilitan trabajar adecuadamente, ya en un escenario muy complejo por la falta de suministros médicos. 

La realidad es que todos daban por hecho que se produciría el asalto, después de que el pasado martes el Ejército israelí ordenase la evacuación de 10.000 gazatíes que se refugiaban en el recinto médico.

Según Sanidad, hasta hoy seguían unos 1.500 desplazados en el hospital, donde la situación es "catastrófica", además de unos 190 miembros del personal sanitario y unos 300 familiares suyos. Entre los enfermos ingresados, "hay 273 pacientes que no pueden moverse", 18 de los cuales están en cuidados intensivos y 35 en diálisis, lo que dificultaba su evacuación ante la orden israelí.

El otro gran problema en las instalaciones se traduce en cuestiones de insalubridad derivadas de los constantes bombardeos y ataques israelíes. Por ejemplo, las aguas residuales inundan el servicio de urgencias y los desechos médicos y otro tipo de residuos se acumulan tanto en departamentos como en los propios patios del complejo hospitalario.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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