La población del país que puede acabar en manos de Estados Unidos tiene genes únicos: algunos están vinculados a enfermedades
Tras una encuesta genética realizada a 5.996 habitantes de Groenlandia.

¿Sabías que individuos Groenlandia, la tierra sobre la que la Administración Trump ha posado su vista con el interés de adquirirla a Dinamarca, arrastran un curioso pasado genético? En un esfuerzo por mejorar la atención sanitaria para las pequeñas poblaciones indígenas del Ártico, se llevó a cabo una encuesta genética a 5.996 habitantes de Groenlandia, representando el 14% de la población adulta.
Los resultados, publicados en la revista Nature, revelan que la vida en el Ártico ha influido significativamente en la herencia genética de los groenlandeses, quienes en su mayoría tienen un origen mixto inuit y europeo. Así lo recoge el portal italiano Focus en una información.
El estudio destaca que ciertas variantes genéticas son adaptaciones a la vida en el Ártico. Por ejemplo, una variante de un gen relacionado con el metabolismo de los ácidos grasos es común entre los inuit de Groenlandia, posiblemente debido a su dieta rica en omega-3, como la carne de foca y ballena.
"Ciertamente tiene sentido hacerlo en Groenlandia"
Anders Albrechtsen, bioinformático de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio, explica que aunque la población de Groenlandia no tiene más variantes genéticas que los europeos, el aislamiento ha hecho que algunos genes recesivos sean más comunes, incluyendo aquellos asociados con enfermedades genéticas.
Un ejemplo de estas enfermedades es la colestasis familiaris groenlandica (CFG), una enfermedad hepática causada por una mutación recesiva en un solo gen, prevalente entre los habitantes del este de Groenlandia. Actualmente, se están realizando pruebas para detectar esta variante genética en mujeres embarazadas en Groenlandia. Según Koch, "no tendría sentido realizar pruebas de detección de fibrosis quística en Dinamarca, pero ciertamente tiene sentido hacerlo en Groenlandia".
Este estudio subraya la importancia de adaptar la atención sanitaria a las necesidades específicas de las poblaciones indígenas del Ártico, que han sido históricamente olvidadas en la investigación médica.