Libro, giras y un posible regreso: qué es de Kamala Harris un año después de perder las elecciones ante Donald Trump
La exvicepresidenta del Gobierno estadounidense y candidata por el Partido Demócrata en las últimas elecciones se retiró de los focos después de su derrota. Sin embargo, ha reaparecido diciendo que su vida política "no ha terminado".

"Os regalo la fama, me retiro al olvido", podría ser la frase que enarboló la exvicepresidenta del Gobierno estadounidense, Kamala Harris, después de perder las últimas elecciones a la Casa Blanca frente a Donald Trump hace hoy justo un año, pero no. Ha vuelto. Aquellos comicios estuvieron marcados por el retiro del entonces presidente, Joe Biden, y que dejó a la candidata ante una campaña electoral anticipada en la que tan sólo tenía unos pocos meses para intentar mantener la presidencia para los demócratas. Al tiempo, se vio que no fue suficiente y Trump regresó. Tras ello, la candidata desapareció de la vida pública con la promesa de que algún día volvería.
El 6 de noviembre de 2024, desde la Universidad Howard en Washington D.C., la entonces vicepresidenta reconoció los resultados y felicitó a su adversario republicano, subrayando la importancia de un traspaso pacífico del poder. Sin embargo, su mensaje fue claro: "Aunque concedo esta elección, no concedo la lucha que impulsó esta campaña". Con esa frase, Harris marcó el tono de lo que sería su etapa posterior: una pausa sin retirada definitiva, pero con una desaparición calculada.
Durante este tiempo, el devenir y futuro político de la exvicepresidenta quedó en el aire, sobre todo en el interior del Partido Demócrata donde duchos, incluso a día de hoy, piensan que ha perdido la capacidad de liderar un proyecto que lleve a la organización de vuelta a la Casa Blanca. Sin embargo, la perspectiva de Harris nunca ha carecido de certezas. "Más pronto que tarde habrá una mujer de presidenta de los Estados Unidos y lo más probable es que sea yo", llegó a decir en una de las entrevistas.
En los meses siguientes, adoptó un perfil discreto, centrado en agradecer a sus seguidores y analizar las causas de una clara derrota que se vio agravada por el breve tiempo que tuvo frente a la campaña electoral ante un oponente que llevaba años preparando su vuelta y cuyos fieles embarraron el terreno de juego desde el primer momento, al igual que ya hicieron con Hillary Clinton la primera vez que Trump ascendió hasta la Casa Blanca. Evitó así grandes apariciones públicas y se dedicó a escribir un libro que marcaría el resto del año en el que describía aquellos 107 días en los que tuvo que liderar y presentar una candidatura para mantener el máximo gobierno americano.
Este silencio estratégico era necesario para marcar la hoja de ruta con la que volver a la escena pública y volver a convencer a los demócratas dentro del partido y a los de fuera. A comienzos de 2025 empezó a reconfigurar su presencia: reapareció con discursos en defensa de los valores democráticos y en crítica a la agenda de Trump, a la que acusó de ser una "renuncia total a los ideales estadounidenses".
En julio de 2025, Harris anunció que no competiría por la gobernación de California, lo que muchos interpretaron como una señal de que no busca precipitar su regreso al poder. Nada más lejos de la realidad: el objetivo principal de Harris es la Casa Blanca y redimirse de aquella derrota que le pilló con el pie cambiado. Al mes siguiente presentó su libro 107 Days en el que narra aquel momento traumático, los aprendizajes que sacó de la campaña y donde reflexiona de la realidad política actual americana. "Tengo un dicho: la decepción es consecuencia de expectativas poco realistas", es una de las frases más significativas del manuscrito que le permitió empezar una gira por todo el país en el que, además de hablar del libro, empieza a dejar en la memoria colectiva su mensaje.
"Por eso no tengo paciencia con quienes dicen: Renuncio a Estados Unidos porque Estados Unidos quería esto. No fue así. De los que votaron por Trump, una buena parte lo hizo por promesas incumplidas", asegura aplanando el terreno para una futurible campaña electoral. La inestabilidad de la Casa Blanca es latente. Después de un primer año de legislatura en el que Donald Trump ha sido portada de los periódicos día sí y día también —que si aranceles, el genocidio en Gaza, la guerra de Ucrania...—, ahora ha cerrado el Gobierno dejando al país sumido en la incertidumbre permanente. Republicanos y demócratas no logran ponerse de acuerdo para extender el presupuesto hasta final de año, lo que provoca que que sólo continuarían funcionando los considerados como esenciales. Una munición que Harris utiliza para desgastar la imagen de Trump, más después de que este le retirara la protección del Servicio Secreto.
Todo se sentenció cuando en una reciente entrevista en la BBC Harris aseguró que su tiempo en política "no había terminado", empezando a cimentar una nueva carrera en dirección a la Casa Blanca. Ante las encuestas nada favorables para la exvicepresidenta, esta asegura en el medio británico que "si hubiera escuchado las encuestas, no me habría postulado para mi primer cargo, ni para mi segundo cargo, y ciertamente no estaría sentada aquí". Además, también calificó de "imprudencia" la reelección de Joe Biden como candidato inicial a las elecciones de 2024 y afirmó que "probablemente" se vaya a postular en el Partido Demócrata como candidata a las próximas elecciones generales. Consuma con esta entrevista un camino de regreso después de la derrota que la dejó fuera de la presidencia por una victoria contundente de Donald Trump.
Por otro lado, los republicanos le han reprochado a la exvicepresidenta y le han vuelto a recordar su derrota en las elecciones de hace justo un año. Kamala Harris vuelve a amagar con presentarse a las elecciones en 2028: "Quien ha perdido por goleada debería captar la indirecta: al pueblo estadounidense no le importan sus mentiras absurdas", dijo la portavoz Abigail Jackson. "Lo mismo la ha captado y por eso se está quejando ahora en los medios extranjeros", sentenciaba.
Para Harris, el camino a la Casa Blanca estará repleto de dificultades que comenzarán dentro del propio Partido Demócrata y después para con el resto de la ciudadanía. Las encuestas de Polymarket le dan un 3% de posibilidades de ser la candidata demócrata para las elecciones de 2028, colocándose por detrás de nueve posibles candidaturas con el gobernador de California, Gavin Newson, como favorito. Aún así, todavía quedan otros tres años para que se convoquen unas nuevas elecciones en Estados Unidos y, ante la situación política del país, el futuro es más incierto que nunca.
