La OTAN señala a China por usar su influencia económica para subvertir el orden internacional

La OTAN señala a China por usar su influencia económica para subvertir el orden internacional

La Alianza Atlántica, de cumbre en Vilna, aprueba también nuevos planes regionales para defender a cualquier aliado.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y el presidente de EEUU, Joe Biden, ayer en la Cumbre.EFE / Pool Moncloa

Los líderes de la OTAN abordaron en su cumbre de Vilna los desafíos que plantea una China “coercitiva” para “la seguridad y los valores euroatlánticos”, y alertaron de que Pekín utiliza su influencia económica para crear dependencias estratégicas y tratar de subvertir el orden internacional basado en normas.

“China no es nuestro adversario y debemos continuar comprometiéndonos”, dijo el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de la primera jornada de la cumbre.

Este miércoles tendrá una sesión dedicada a los líderes de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur y a la Unión Europea.

Al mismo tiempo, el político noruego enfatizó que “la creciente asertividad de Pekín afecta nuestra seguridad” y desafía el orden internacional basado en reglas.

En la declaración que aprobaron los mandatarios destacan que “las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de China desafían nuestros intereses, nuestra seguridad y nuestros valores”. “Seguimos abiertos a un compromiso constructivo con China, que incluya la construcción de una transparencia recíproca, con vistas a salvaguardar los intereses de seguridad de la Alianza”, subrayaron.

“Seguimos abiertos a un compromiso constructivo con China, que incluya la construcción de una transparencia recíproca, con vistas a salvaguardar los intereses de seguridad de la Alianza”

En la cumbre del año pasado en Madrid, los líderes aliados ya mencionaron los retos que supone el comportamiento de China.

“Seguimos enfrentándonos a amenazas cibernéticas, espaciales, híbridas y otras amenazas asimétricas, así como al uso malintencionado de tecnologías emergentes y perturbadoras”, agregaron en el mismo párrafo de la declaración.

Según dijeron, China emplea “una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar poder”, al tiempo que "mantiene la opacidad sobre su estrategia, intenciones y refuerzo militar”.

“Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de China y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los aliados y dañan la seguridad de la Alianza”, enfatizaron, y agregaron además que Pekín trata de controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras críticas, materiales estratégicos y cadenas de suministro.

Agregaron que utiliza su “influencia económica” para “crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia” y que “se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en normas, incluso en los ámbitos espacial, cibernético y marítimo”.

Más responsabilidad

En cualquier caso, los 31 aliados se manifestaron “abiertos a un compromiso constructivo” con China, que incluya “transparencia recíproca” con vistas a salvaguardar los intereses de seguridad de la alianza. “Defenderemos nuestros valores compartidos y el orden internacional basado en normas, incluida la libertad de navegación”, recalcaron.

Al mismo tiempo, declararon que la profundización de la asociación estratégica entre China y Rusia y “sus intentos, que se refuerzan mutuamente, de socavar el orden internacional basado en normas”, son “contrarios a nuestros valores e intereses".

En ese contexto, instaron a Pekín a desempeñar un “papel constructivo” como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, a condenar la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania o a abstenerse de apoyar de cualquier modo el esfuerzo bélico ruso.

“Hacemos un llamamiento especial a China para que actúe con responsabilidad y se abstenga de proporcionar cualquier tipo de ayuda letal a Rusia”, agregaron los líderes aliados.

“Hacemos un llamamiento especial a China para que actúe con responsabilidad y se abstenga de proporcionar cualquier tipo de ayuda letal a Rusia”

También pusieron de relieve que China está “ampliando y diversificando rápidamente su arsenal nuclear”, con más cabezas nucleares y un mayor número de sofisticados sistemas vectores para establecer una tríada nuclear, al tiempo que “no se compromete” con la transparencia ni el control de ese tipo de armamento.

“El Indo-Pacífico es importante para la OTAN, dado que los acontecimientos en esa región pueden afectar directamente a la seguridad euroatlántica”, declararon asimismo.

Apuntaron además que cualquier ataque “deliberado" contra las infraestructuras críticas de los aliados, incluidas las submarinas, recibirá “una respuesta unida y decidida”. 

Preparados para todo, con Rusia como luz roja

Los líderes de la OTAN aprobaron además este martes en su encuentro en Vilna una “nueva generación” de planes de defensa regionales que permitan defender rápidamente “a cualquier aliado que se vea amenazado”.

La declaración aprobada deja claro que Rusia es la “amenaza más significativa y directa” para su seguridad, la paz y la estabilidad euroatlánticas, y que el terrorismo, “en todas sus formas y manifestaciones”, es la “amenaza asimétrica más directa para la seguridad de nuestros ciudadanos y para la paz y la prosperidad internacionales”. “Las amenazas a las que nos enfrentamos son globales y están interconectadas”, subrayan los mandatarios.

En ese contexto, dieron luz verde a una serie de medidas “para seguir mejorando la capacidad de disuasión y defensa de la OTAN en todos los ámbitos”, incluido el reforzamiento de las defensas avanzadas y la capacidad de la Alianza Atlántica para “reforzar rápidamente a cualquier aliado que se vea amenazado”.

Los nuevos planes regionales mejorarán “significativamente nuestra capacidad y preparación -dice el documento- para disuadir y defendernos de cualquier amenaza, incluso con poca o ninguna antelación”, y garantizarán “el refuerzo oportuno de todos los aliados”, en consonancia con su enfoque de “360 grados”.

Los aliados también aseguraron que están creando una “nueva fuerza de reacción multinacional y multidominio”, que proporcionará más opciones para responder con rapidez a las amenazas y crisis que procedan de cualquier dirección. Y reforzarán el mando y control de la OTAN para garantizar que cuenta con la “agilidad, resistencia y dotación de personal suficientes”.

Esto mejorará la capacidad para realizar ejercicios, gestionar la postura de la Alianza en tiempos de paz y en la transición a crisis y conflictos, y asumir el mando y control de todo el espectro de misiones.

Por lo que respecta al refuerzo del flanco este, reafirmaron que ampliarán los batallones multinacionales que tiene desplegada la OTAN para que adquieran el tamaño de brigadas "donde y cuando sea necesario, respaldadas por refuerzos creíbles y rápidamente disponibles, equipo preposicionado y mando y control mejorados”.

Además, los líderes aliados acordaron mejorar aun más la disponibilidad, la preparación y la interoperabilidad de la Defensa Antiaérea y Antimisiles Integrada de la OTAN, en particular, por medio del entrenamiento regular y la presencia rotativa de modernos sistemas y capacidades.