Putin gasta casi 3 millones de euros un ataque "sin sentido"
"Es un precio muy alto para destruir un viejo centro turístico vacío".

Un misil balístico ruso Iskander-M impactó a principios de semana en un antiguo complejo turístioco en el pueblo de Vysokyi, cerca de la ciudad de Járkov, dejando una desoladora estampa de destrucción y escombros. Aunque desde la carretera del edificio parecía haber resistido, su fachada trasera fue prácticamente destruida por la explosión.
"El misil alcanzó el edificio principal del complejo vacío", informó el martes por la mañana el jefe de la administración militar regional, Oleh Synehubov, en Telegram. El ataque también dañó un restaurante cercano y pequeñas cabañas vacacionales de madera.
En el patio delantero, los restos del misil y varios ladrillos destruidos cubren el suelo. Entre los escombros, se encuentra un viejo Opel dañado y un cartel polvoriento de un bar que, según los vecinos, no funciona desde los tiempos de la Unión Soviética.
Un hombre de la zona, que ha accedido a hablar con Ilta-Sanomat bajo la condición de anonimato, relata que, en el momento del ataque, había dos personas dentro del edificio. "Estaban en el sótano y sobrevivieron con heridas leves", explica. "Afortunadamente, no estaban fumando en ese momento", bromea.
La alarma antiaérea no se activó antes del impacto. Vysokyi se encuentra a menos de 50 kilómetros de la frontera rusa, lo que deja muy poco tiempo para que los sistemas de defensa aérea ucranianos reaccionen ante un misil que es capaz de llegar en menos de un minuto.
"Las personas en la casa ciertamente habrían muerto si hubiera sido golpeada por dos Iskanders", añade el hombre. Cada misil Iskander cuesta alrededor de tres millones de dólares, calcula Forbes. "Es un precio muy alto para destruir un viejo centro turístico vacío. No tiene ningún sentido. Pero sucede a menudo", concluye.