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Las 15 cosas que no sabías de Nicolás Maduro

Las 15 cosas que no sabías de Nicolás Maduro

El presidente de Venezuela protagoniza titulares por la amenaza de EEUU a su poder. Por ahora, la crisis se ha limitado al ataque a barcos de supuestos narcos pero Trump aprieta con más despliegue armado. ¿Querrá derrocarlo de veras?

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, baila durante una marcha del Día del Estudiante Venezolano en el Palacio de Miraflores, el 21 de noviembre de 2025.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, baila durante una marcha del Día del Estudiante Venezolano en el Palacio de Miraflores, el 21 de noviembre de 2025.JESUS VARGAS / Getty Images

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es noticia estos días por las crecientes tensiones con Estados Unidos a causa de la persecución a lanchas de supuestos narcotraficantes en el sur del mar Caribe. El despliegue militar ordenado por Donald Trump, su homólogo norteamericano, sin precedentes desde la Crisis de los Misiles de 1962, alienta las especulaciones sobre la posibilidad de un golpe ordenado por Washington que lo derroque del poder. 

Ahora, el chavista ha pasado de ser un supuesto cooperador del tráfico de drogas a un terrorista, porque EEUU lo considera cabecilla del Cartel de los Soles, un entramado que Caracas niega que exista, más aún que tenga a su presidente al mando. Hasta se ofrecen 50 millones de dólares de recompensa a quien ayude a cazarlo. 

La tensión ahora se centra en el intento de cierre del espacio aéreo venezolano por parte de EEUU, que se teme sea el anticipo a algún tipo de ataque quirúrgico contra almacenes de droga o pistas de aterrizaje en suelo venezolano. Maduro avisa de que está preparado para lo que venga, mientras canta Imagine (a su manera). En las últimas horas, al menos, han llegado noticias más alentadoras: ambos mandatarios están conversando, aunque aún no se entiendan. 

El que fuera sucesor de Hugo Chávez al frente del Palacio de Miraflores es bien conocido por su cuestionado liderazgo (es mayoritario en la comunidad internacional el rechazo a su última victoria electoral, ilícita a juzgar por diversas investigaciones independientes) y por su represión a los opositores y disidentes pero, ¿sabías estos otros pequeños detalles de su biografía?

1.- Su nombre completo es Nicolás Maduro Moros y nació el 23 de noviembre de 1962. La fecha se conoce bien y hasta la festeja de forma masiva, pero el lugar ya es otra cosa. Oficialmente, nació en Caracas, la capital de Venezuela, pero la oposición ha insistido reiteradamente en que lo hizo en Cúcuta (Colombia), de donde procede su madre. No es un detalle menor, que diría Mariano Rajoy, porque la Constitución nacional dice en su artículo 227 que sólo pueden presidir el país los nacidos en él. Hasta el propio Maduro y su equipo han dado cuatro versiones diferentes de dónde nació y se han iniciado investigaciones en la Cámara para aclararlo. Al final, en 2016, el Tribunal Supremo declaró que había "pruebas incontrovertibles" sobre su alumbramiento caraqueño. Maduro, a día de hoy, tiene la doble nacionalidad, venezolana y colombiana. 

2.- Nació en una familia de clase media que poseía un apartamento en Caracas. Su madre, Teresa de Jesús Moros, era un ama de casa colombiana. Su padre, Nicolás Maduro García, fue dirigente sindical, primero de una central socialdemócrata y luego de una escisión más izquierdista. Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1953-1958), Nicolás padre se exilió a la vecina Colombia, perseguido por planear un paro frustrado en el sector petrolero. Allí echó raíces por un tiempo. Maduro tiene tres hermanas: María Adelaida (funcionaria y con cierto papel en su administración), Josefina y Anita. 

3.- De la infancia de Maduro se sabe muy poco, lo que alimenta esta teoría de que nació en Colombia y allí se crío durante unos cuantos años. Hay referencias suyas a los 11 en Caracas. A los 12, en su liceo, tuvo el primer contacto con la política: empezó a militar en una organización estudiantil de izquierdas. Se llamada Ruptura. A los 15 años tuvo que cambiar de centro de Secundaria porque lo expulsaron por encabezar una movilización estudiantil. Para 1978, ya estaba en el cuadro joven de la Liga Socialista, en la que llegó a tener cargos regionales y nacionales. 

4.- El joven Nicolás hizo de todo en su juventud: montó una banda de rock en plenos 80 llamada Enigma, que llegó incluso a sonar en las radiofórmulas nacionales. Él tocaba la guitarra y el bajo. Su especialidad eran las covers de grupos como Iron Maiden. Hay imágenes de la época que lo muestran con su eterno bigote pero con melena más larga. Formó parte, además de un grupo más pequeño, Madera, del que sus componentes murieron en su mayor parte en un naufragio. Fue en el río Orinoco, en 1980. Ahora, cuando puede, repite que le encanta David Bowie, pero lo que más le vemos es bailar cumbia, no tanto rock.

También jugó al béisbol (del que es un apasionado) y llegó a participar en los Segundos Juegos Deportivos Nacionales Juveniles de 1980, en la posición de pitcher (lanzador). Un ojeador norteamericano lo vio y le ofreció llevárselo a la liga de EEUU. Él declinó la oferta. 

5.- Maduro nunca ha ido a la universidad. En la Venezuela de aquellos años, si acababas la Secundaria lo normal era empezar luego una carrera, pero el hoy presidente prefirió dedicarse a trabajar por su cuenta: se hizo conductor de autobús en la empresa nacional pública que daba servicio a Caracas, Metrobus. Su exjefe ha dado entrevistas diciendo que era un empleado "vago e irresponsable", valoración que hay que poner en contexto: aquel joven se la liaba como delegado sindical, siguiendo los pasos de su padre. Y es que Maduro hacía mucho más en paralelo a su trabajo de ocho horas: primero, ejerció como sindicalista en la sombra. Y luego, fundó hasta dos centrales: SITRAMECA, de los empleados del transporte, y la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, más cercana al chavismo que empezaba a sonar (1995), de la que fue máximo gestor.

6.- Sí, ya se ve cómo iba encarrilando su carrera hacia la política. Primero, fue guardaespaldas de José Vicente Rangel, un aspirante a la presidencia, progresista, que no se comió una rosca en 1983. A continuación, del 86 al 87, cursó estudios en la escuela cubana de formación de líderes de izquierda Ñico López, en La Habana, con una beca de su partido. Siempre ha dicho que admira a Fidel Castro. 

Maduro sucedió a Hugo Chávez, pero sin ser de su camarilla inicial. Se vieron por primera vez en 1992 y se conocieron ya en firme dos años más tarde. En el año de la Expo y los Juegos, el actual presidente de Venezuela ayudó a movilizar soldados y civiles armados en conocido como primer intento de golpe de Estado, que fracasó y acabó con el arresto de Chávez y los demás oficiales golpistas. Maduro se escapó por la misma vía por la que trató de esconder a los sublevados: los túneles del metro de Caracas que tan bien conocía. Junto a otros sindicalistas, fue a prisión a ver a Chávez, que les encomendó que hicieran de enlace con más militares, preparando el segundo golpe de ese mismo 92. A Maduro le tocó el nombre en clave "Verde"

7.- Maduro se convirtió, desde ese momento, en fiel defensor de la liberación de su ídolo. Tras el indulto que lo salvó, empezó a trabajar más con su gente, a adentrarse en política. En el 97 ya estaba en en las filas del Movimiento V República (MVR), que apoyó a Chávez como candidato, cuando ganó en las elecciones al año siguiente. No hizo mucha campaña con él, es verdad; no eran próximos. Hay un detalle que da cuenta de ello: Chávez no lo dejó entrar en la residencia oficial de La Viñeta, donde pasó sus primeros meses en el poder, cuando fue a felicitarlo. No era nadie, a sus ojos. 

8.- Dicen de Maduro que es listo, calculador y paciente. Así que se puso a hacer trabajo de zapa hasta que conquistó a Chávez. Poco a poco fue encadenando cargos: diputado desde 1999, jefe de la fracción parlamentaria de su Movimiento, escaño en la Constituyente, luego en la Asamblea Nacional... hasta llegar a encabezar el hemiciclo. En 2006 entra en el Gobierno, en la cartera de Exteriores. Rompió con Israel, reconoció a Palestina y se llevó muy bien con la Rusia de Vladimir Putin, la Libia de Muamar el Gadafi y la Siria de Bachar el Assad. Luego fue videpresidente y, al fin, al cargo de presidente le llegó en 2013, tras la muerte por cáncer de Chávez

9.- Cuando dejó de presidir la Asamblea, buscó el relevo en casa, en la que es hoy su esposa, Cilia Flores, su pareja desde mediados de los años 90 y con la que se casó en 2013. Se trata de la abogada que le preparó a Chávez el argumentario para su perdón, a la que conoció en sus idas y venidas de prisión. El presidente venezolano ya se había casado en 1998 con Adriana Guerra Angulo, con la que tuvo a su único hijo, Nicolasín, en 1991. La pareja se divorció tres años después. Flores, con la que aparece en numerosos actos públicos, aportó a su alianza tres hijos, que también han tenido cierto rol político en la Venezuela oficialista. Entre los dos tienen cuatro nietos. La más pequeña de los Maduro se llama Victoria, porque nació el día de las últimas elecciones en que se impuso Chávez. 

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, besa a su esposa, Cilia Flores, durante un acto público tras su investidura presidencial, el 10 de enero de 2025, en Caracas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, besa a su esposa, Cilia Flores, durante un acto público tras su investidura presidencial, el 10 de enero de 2025, en Caracas.JESUS VARGAS / Getty Images

10.- Maduro dice de sí mismo que es cristiano católico y se apoya en esa fe para promover sus intereses, como cuando recientemente, ante la amenaza de EEUU, declaró a Jesucristo "señor y dueño de Venezuela", en un aclamado acto en el Palacio presidencial de Miraflores. No obstante, tiene ascendencia judía por parte de padre, de una rama sefardí proveniente de Curazao. También se le relaciona con el gurú indio Sathya Sai Baba, de quien tiene un retrato en su palacio y a quien visitó en 2005, dicen que por influencia de su esposa y su brujo particular. Pero es que al ministro de Exteriores de Turquía le dijo una vez, en un encuentro, que algún día podría convertirse al Islam. De sí mismo dice que es un hombre "bendecido por la fuerza del pueblo". 

11.- También ha dicho muchas veces en público que lo visitan espíritus, como el del difunto Hugo Chávez. Mítico fue el momento en el que dio que se le apareció en forma de pájaro. Fue en 2013, en plena campaña, cuando dijo que su antecesor surgió en forma de "pajarito chiquitico" y lo bendijo. "Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: 'hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestra bendiciones'. Así lo sentí yo desde mi alma", explicó. "Se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito. Me lo quedé viendo y también le silbé, pues. 'Si tú silbas yo silbo', y silbé. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él", enfatizó. 

También ha dicho que está convencido de que Chávez está "cara a cara con Dios" y que hasta ayudó a nombrar al papa Francisco, el primer supo pontífice americano. Y se le ha visto hablar con vacas en campaña electoral: "¿Me van a apoyar en la Constituyente?". No sabemos si hubo interacción como con el pajarito. 

12.- A Maduro le ponen diversos motes, más o menos cariñosos según de dónde vengan: del familiar "Nico" al "carnicero de Miraflores", pasando por "el hijo de Chávez" o "el conductor de autobuses". "Maburro" es uno que repite mucho la disidencia, dejando en evidencia su falta de formación y de preparación, que compensa con ambición. Pero el presidente no se queda corta, con una lista de insultos que casi iguala a la del capitán Haddock: "diablos con sotana", "brujas demoníacas", "espías", "maricones", "pelucones", "princesitas", "vendepatrias", "cobardes", "patarucos", "malparidos", "nazis sionistas", "sádicos sociales", "imbéciles", "gafos"... De la homofobia que destila buena parte de ellos ya hablamos otro día. 

13.- Maduro también es un clásico a la hora de meter la pata en sus discursos: de la "multiplicación de los panes y los penes" a los "millones y millonas de bolívares", pasando por "el chavismo es minoría", los "libros y libras", "los delfines y las delfinas", "una aguja en un panal" o su mezcla de Gremlin por Grinch. 

Un niño juega con 'Superbigote', el pasado 26 de diciembre, en Caracas. picture alliance via Getty Images

14.- Una de las preguntas más recurrentes en Google sobre Nicolás Maduro es cuánto mide: pues 1,90 metros, exactamente lo mismo que su adversario del norte, Donald Trump. Otra cosa que los une: los dos tienen muñecos articulados como si fueran superhéroes. 

15.- Con el norteamericano también coincide en firma: angulosa, grande, llena de triángulos y que, dicen los expertos, denota poca tolerancia a la crítica, un alto nivel de angustia, un carácter evasivo, manipulador y seductor y, a la vez, también sentido del humor. Su rúbrica es esta: 

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

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Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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