Trump veta a la agencia Associated Press por usar "golfo de México" en vez de "golfo de EEUU"
La ONG Reporteros Sin Fronteras denuncia que los ataques del republicano a la transparencia del Gobierno también asestan un duro golpe a la libertad de prensa.

La Casa Blanca impidió el martes a un reportero de The Associated Press cubrir un evento en el Despacho Oval después de exigir a la agencia de noticias que altere su estilo sobre el Golfo de México, que el presidente Donald Trump ha ordenado renombrar como "Golfo de Estados Unidos".
El reportero, cuya identidad no será dada a conocer por la AP, intentó ingresar al evento de la Casa Blanca como de costumbre el martes por la tarde y fue rechazado. Horas más tarde, se le prohibió el acceso a un segundo reportero de la AP para un evento en la Sala Diplomática de la Casa Blanca.
El inusual veto, que los funcionarios de Trump poco antes habían amenazado con imponer a menos que la AP cambiara su estilo sobre el Golfo de México, podría tener implicaciones constitucionales sobre la libertad de expresión.
Julie Pace, vicepresidenta senior y directora ejecutiva de The Associated Press, calificó la medida de inaceptable. "Es alarmante que el gobierno de Trump castigue a la AP por su periodismo independiente", dijo Pace en un comunicado. "Limitar nuestro acceso al Despacho Oval con base en el contenido del discurso de la AP no sólo obstaculiza gravemente el acceso del público a noticias independientes, sino que a todas luces viola la Primera Enmienda" de la Constitución de Estados Unidos.
El Gobierno de Trump no hizo anuncios sobre la medida hasta el momento, y no había indicios de que otros periodistas se vieran afectados. Trump ha tenido durante mucho tiempo una relación hostil con los medios. El viernes, la administración expulsó a un segundo grupo de organizaciones de noticias del espacio de oficinas del Pentágono.
Antes de su investidura el 20 de enero, Trump anunció planes para cambiar el nombre del Golfo de México a "Golfo de Estados Unidos", y firmó una orden ejecutiva en ese sentido tan pronto como asumió el cargo. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió sarcásticamente y otros señalaron que el cambio de nombre probablemente no afectaría el uso global.
Además de Estados Unidos, el cuerpo de agua -llamado Golfo de México desde hace más de 400 años- también colinda con México.
La AP dijo el mes pasado, tres días después de la toma de posesión de Trump, que continuaría refiriéndose al Golfo de México como tal mientras también informaba de la decisión de Trump de rebautizarlo. Como una agencia de noticias global que difunde noticias en todo el mundo, la AP señala que debe asegurarse de que los nombres de lugares y la geografía sean fácilmente reconocibles para todas las audiencias.
El estilo de la AP no sólo es utilizado por la agencia. El Manual de Estilo de AP es empleado por miles de periodistas y otros redactores a nivel mundial.
Prohibirle la entrada a un reportero de la AP fue un agravio a la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe al gobierno obstaculizar la libertad de prensa, dijo Tim Richardson, director del programa de periodismo y desinformación de PEN America.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca señaló que la acción de la residencia presidencial era inaceptable y pidió al gobierno cambiar de rumbo. “La Casa Blanca no puede dictar cómo las organizaciones de noticias informan las noticias, ni debería penalizar a los periodistas en activo porque no está satisfecha con la decisión de sus editores”, señaló Eugene Daniels, presidente de la asociación.
Esta semana, Google Maps comenzó a usar “Golfo de Estados Unidos” con el argumento de que tenía una “añeja práctica” de seguir lo dispuesto por el gobierno de Estados Unidos en tales asuntos. El otro proveedor líder de mapas en línea, Apple Maps, aún estaba utilizando “Golfo de México” el martes temprano, pero para la tarde había cambiado el nombre a “Golfo de Estados Unidos” en algunos buscadores, aunque al menos una búsqueda encontró resultados para ambos.
Trump también decretó que la montaña en Alaska conocida como monte McKinley y luego por su nombre indígena, Denali, retomara el nombre en honor al 25to presidente de Estados Unidos. El presidente Barack Obama había ordenado que se rebautizara como Denali en 2015. La AP dijo el mes pasado que utilizará el cambio de nombre oficial a monte McKinley porque el área se encuentra exclusivamente en Estados Unidos y Trump tiene la autoridad para cambiar los nombres geográficos federales dentro del país.
"Duro golpe a la libertad de prensa"
Ya el pasado lunes, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) emitió una nota en la que denuncia que Trump ha comenzado su segundo mandato "restringiendo el acceso del público a la información gubernamental". Entre otras medidas que califica de "preocupantes", su Administración "ha eliminado páginas web oficiales, ha suprimido datos vitales que antes estaban a disposición de la ciudadanía y ha limitado el acceso de los periodistas a la Casa Blanca y al Pentágono".
Ante estos ataques a la libertad de prensa, la ONG "insta al Congreso a tomar medidas urgentes para frenar esta tendencia y exige responsabilidades a la Casa Blanca por sus acciones contra la transparencia pública", se lee en el comunicado.
A pesar de firmar una orden ejecutiva aparentemente destinada a reforzar los derechos de la Primera Enmienda, dice, su Administración ha tomado medidas "que van en la dirección opuesta, socavando la libertad de prensa".
Y comienza su enumeración. A finales de enero, por ejemplo, funcionarios del Gobierno "comenzaron a eliminar miles de páginas web de agencias federales clave, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el Departamento de Justicia, la Oficina del Censo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y la Agencia de Protección del Medio Ambiente". Además, los equipos de prensa y comunicación de varias agencias gubernamentales "han recibido la orden de no hacer declaraciones públicas".
La Administración Trump también "ha comenzado a restringir el acceso físico de los periodistas a la información gubernamental." Durante la última semana de enero, la Casa Blanca "habría limitado el acceso de determinados perfiles de periodistas a los grupos de informadores a los que se detallan las actividades diarias del presidente, sin ofrecer ninguna explicación a los periodistas sobre esta decisión", denuncia.
Esta medida se suma al anuncio de la Casa Blanca de que "permitirá a podcasters, influencers y creadores de contenido solicitar credenciales para cubrir sus actividades". Paralelamente, el Pentágono ha anunciado la puesta en marcha de un "programa anual de rotación de medios". De esta manera, medios que anteriormente tenían una presencia fija en sus dependencias, como NBC News, The New York Times, National Public Radio y Politico, "ya no conservarán automáticamente esos espacios".
Aunque estas iniciativas se presentan como "un intento de democratizar el acceso a la información, en la práctica podrían restringir aún más la presencia de periodistas profesionales y dar paso a creadores de contenido ideológicamente afines, limitando así el pluralismo en la cobertura de la administración", ahonda RSF.
"Asumir el cargo y, de inmediato, eliminar páginas web, ocultar datos gubernamentales e interferir en el acceso de los periodistas sienta un precedente alarmante. Donald Trump debe comprender que, en una democracia, los ciudadanos tienen el derecho legítimo de acceder a información de interés público. Ha llegado el momento de que el poder legislativo actúe y ejerza su control sobre el Ejecutivo. El Congreso debe dejar claro que Trump no puede evadir la rendición de cuentas restringiendo el acceso a la información para periodistas y ciudadanos", sostiene Clayton Weimers, director de la oficina de RSF en Norteamérica.
El desmantelamiento sistemático del periodismo profesional
Las restricciones impuestas por el presidente republicano al acceso a la información forman parte de un ataque más amplio contra los medios, denuncia RSF. Durante su campaña electoral, Trump ya lanzó amenazas constantes contra periodistas y medios de comunicación, "acumulando 108 ataques verbales en solo cuatro semanas", según documentó RSF.
Ya en el cargo, "ha seguido presionando para castigar a los medios que le resultan incómodos, llegando a esgrimir la amenaza de revocar licencias de emisión". Su recién nombrado presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones ha comenzado a materializar estas advertencias, iniciando investigaciones infundadas contra la cadena CBS por supuesta "distorsión de noticias" y contra las emisoras públicas PBS y NPR por sus acuerdos de patrocinio.
El 6 de febrero pasado, Trump ordenó a las agencias gubernamentales que dejaran de pagar suscripciones a determinados medios. Además, "su decisión de congelar la ayuda exterior ha sumido en el caos a organizaciones periodísticas de todo el mundo, dificultando gravemente la cobertura de noticias en regiones estratégicas para Estados Unidos, como Ucrania e Irán".
Estados Unidos ocupa actualmente el puesto 55 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de RSF.