Un informe secreto de la CIA destapa las técnicas de "reentrenamiento mental" del Kremlin contra los opositores
Un informe secreto advertía desde principios de 1970 sobre el peligro inminente que generaban las investigaciones soviéticas.
Un informe secreto del departamento de inteligencia médica del Ejército de Estados Unidos, hecho público por la CIA en diciembre de 1990, advertía desde principios de 1970 sobre el peligro inminente que generaban las investigaciones soviéticas sobre métodos revolucionarios para influir en el comportamiento humano.
El informe contiene 200 páginas de información en las que se describe en detalle las técnicas de "reentrenamiento mental", algunas con efectos letales, aplicadas por la policía soviética a los que se oponían al régimen. "El objetivo último de una conducta ofensiva controlada podría ser la sumisión total de alguien a una voluntad externa", afirma el documento, o la admisión de culpabilidad, incluso si la persona no es el autor de un acto en el sentido jurídico.
Así lo ha informado el medio Libertatea, que ha señalado que los métodos para manipular o influenciar la mente humana han sido ampliamente investigados por miembros de la comunidad científica soviética desde principios del siglo XX, afirma el informe de la CIA, que agrega que los investigadores han recibido financiación con enormes sumas, algo que sigue ocurriendo incluso hoy en día.
"Los soviéticos tenían en 1967 hasta 20 o más centros para el estudio de esta área. También se informó que el presupuesto anual para 1967 para la investigación paranormal fue de aproximadamente 20 millones de dólares”, advirtió el autor de la información, quien expresó su preocupación por el hecho de que los soviéticos estaban mucho más avanzados en este campo que los EEUU.
Los soviéticos investigaban cómo una determinada intensidad de sonido, luz, ciertos colores y olores, la privación sensorial, la privación del sueño, la privación de alimentos, la hipnosis, la autosugestión y los fenómenos paranormales (psicoquinesis, percepción extrasensorial, estado de sueño, clarividencia y precognición) podían transformarse en armas para manipular la mente humana e influir en el comportamiento humano.
Así, los considerados como "pacientes indeseables", que en la realidad se trataba de presos políticos, "eran literalmente vueltos locos por medios químicos y físicos si se negaban a adaptar sus mentes a los estándares del régimen", remarca el informe.