Cinco minutos con Pascal Couasnon, director de Motorsport de Michelin

Cinco minutos con Pascal Couasnon, director de Motorsport de Michelin

Pascal Couasnon es, desde enero de 2012, el director de operaciones deportivas. Couasnon ingresó en 1987 en la firma francesa de neumáticos, tras graduarse y obtener un máster en ingeniería química, y comenzó trabajando como piloto de pruebas e ingeniero de desarrollo.

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Pascal Couasnon es, desde enero de 2012, el director de operaciones deportivas de Michelin. Couasnon ingresó en 1987 en la firma francesa de neumáticos, tras graduarse y obtener un máster en ingeniería química, y comenzó trabajando como piloto de pruebas e ingeniero de desarrollo.

A sus 51 años ha llegado al pináculo de su carrera, dirigiendo la rama deportiva de Michelin. Para la marca, la competición es de vital importancia, según nos contaban, por dos motivos: El primero es la exposición mediática y la publicidad que sacan de ello, y el segundo, y más importante, es por la transferencia tecnológica posible de las carreras a la calle.

Se abusa mucho hoy en día de esa manida frase de "tecnología desarrollada en competición, para su aplicación en la calle". Los fabricantes buscan tras ella justificar ingentes inversiones económicas en competición con las que dar lustre a sus marcas. Pero la realidad es que esa transferencia, a medida que los deportes de motor se hacen más mediáticos, es cada vez menor.

La Fórmula 1 es un buen ejemplo donde podemos mirar cómo la desconexión con el mundo real es más palpable. En un entorno perfectamente reglamentado en busca del show televisivo, la Fórmula 1 ya no permite desarrollar tecnologías válidas para la carretera. Atrás quedaron los tiempos de los controles de estabilidad, los ABS, el conato de desarrollo de las cajas CVT, o, tocando el tema que ahora nos atañe, el desarrollo de neumáticos.

Durante el desarrollo de las 24 Horas de Le Mans tuvimos la oportunidad de hablar cinco minutos, no más, con Pascal Couasnon, e indagar un poco en la filosofía de trabajo, la técnica y los objetivos que esconde la marca francesa de neumáticos.

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Couasnon comenzó confesándonos que estar en Le Mans (donde Michelin lleva ganadas todas las carreras desde hace más de 15 años), es vital para la compañía. En Le Mans se llegan a realizar tandas de más de 700 kilómetros con un único juego de neumáticos, lo que supone desarrollar gomas que combinen magistralmente agarre con duración. Además, las cambiantes condiciones climáticas también animan a Michelin a crear gomas con una ventana de utilización más amplia.

¿Que es esto de la ventana de utilización? Un neumático tiene una temperatura óptima de funcionamiento, en la que agarra bien. Si no llegas a la misma, sus componentes químicos no se adhieren a la superficie del asfalto como deberían, mermando mucho el agarre. Si te pasas de la temperatura de trabajo, los componentes químicos tampoco funcionan bien, y la goma se rompe, quedando adherida al asfalto.

Gran parte de la esencia de diseñar un buen neumático para carretera está en saber combinar ingredientes químicos para conseguir que las dos temperaturas (la más baja y la más alta) que delimitan esa ventana de uso sean lo más dispares posibles, de cara a que la rueda se agarre bien bajo casi cualquier condición climática.

La peculiaridad de Le Mans y la fecha en la que tiene lugar es que las gomas de carreras que aquí se usan tiene muchos puntos en común con lo que necesita una rueda de calle. Por eso, Couasnon y su equipo nos explicaban que mucha de la tecnología que aquí se desarrolla tiene transferencia directa a la calle, tanto en estructuras de carcasas como en compuestos para la goma, o dibujos para mojado.

Con una nave con más de 7.000 ruedas en el paddock del circuito, Michelin se toma la carrera como todo un desafío, y es que: "Traemos todas las ruedas que tenemos, no traemos más porque no podemos fabricar más". La implicación además va más allá de ofrecer ruedas, ya que con cada fabricante, la firma francesa se sienta para evolucionar el compuesto y adaptarlo a las necesidades concretas de la pista, así como asesorar.

En todo caso, Michelin ofrece gomas idénticas para todos los LMP1, LMP2 y GT, sin hacer montas exclusivas para cada equipo. Pero un buen ejemplo del trabajo codo con codo está en el caso de Porsche. La firma alemana, que estrenaba su 911 tipo 991 en Le Mans este fin de semana, se encontró con muchísimos problemas de desgaste de las ruedas delanteras debido al cambio de reparto de pesos y a la nueva suspensión delantera de doble triángulo.

Colaborando con Michelin, y analizando datos, durante tres semanas se hizo un estudio exhaustivo de la situación, y jugando con los reglajes y con los lastres, Porsche ha vencido y convencido en Le Mans, solucionando el problema.

Pero más allá de Le Mans, asaltamos a Couasnon con preguntas sobre el futuro deportivo de la marca. Pascal nos aseguró que Michelin está interesada en regresar a la Fórmula 1, pero sólo bajo ciertas circunstancias. Le parece que el neumático se ha convertido en protagonista, en la herramienta con la que crear el show, y cree Couasnon que no ha de ser así. Michelin está interesada en volver a la Fórmula 1, pero sólo si hay un cambio reglamentario

Bajo su filosofía, una goma no ha de ser básica y poco tecnológica para ofrecer un espectáculo interesante para el espectador. Nos ponía Le Mans como ejemplo de cómo crear una competición en la que los neumáticos son una herramienta, que se desarrolla y se puede transferir tecnológicamente a la calle, sin ser duros como piedras o blandos cual goma de borrar para modificar los resultados de manera artifical.

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Michelin quiere, para volver a Fórmula 1, que la puerta quede abierta a que entren más competidores (un campeonato monomarca por reglamento no les motiva, pues no pueden presumir de excelencia tecnológica), y quieren también que el formato de las gomas sea más similar al de las ruedas de calle (es decir, perfil bajo, llantas de amplio diámetro).

Le decía yo al señor Pascal que convencer de eso a Jean Todt y compañía iba a ser complicado, pero Couasnon se mostró confiado, con media sonrisa, como el que sabe algo más de lo que cuenta. En todo caso, modificar el reglamento de F1 para montar gomas de perfil bajo sería un cambio enorme desde el punto de vista de diseño de los coches, que ahora confían prácticamente toda la amortiguación al balón del neumático.

Pascal nos confirmó también que Michelin se va a implicar con la Fórmula E para eléctricos: "Donde tenemos muchas ideas innovadoras que desarrollar", y aseguró que aunque entraran en Fórmula 1, no tendrían problema en mantener sus operaciones en Le Mans y en otros campeonatos.

¿Volverá Michelin entonces a la Fórmula 1? Parece que no hay ningún fabricante dispuesto a coger el papelón con las condiciones que pone la FIA y la FOM, y es que la mala prensa que se está llevando Pirelli no ayuda nada... Y si hay un fabricante con músculo para hacer moverse a la FIA, ese es Michelin.