La dermatóloga Ana Molina da la regla del minuto de oro en el que la crema hidrata el doble y que la mayoría no aprovecha
Lo avala la ciencia.
Hidratación máxima con el mínimo esfuerzo suena a las mil maravillas, y más en los meses de frío en los que las bajas temperaturas, contrastes y sequedad pueden causar estragos. La dermatóloga Ana Molina, muy conocida por su labor divulgativa en redes sociales, ha dado en una de sus últimas publicaciones una clave para ello.
"¿Sabías que hay un momento exacto en el que tu crema hidrata el doble? Y casi nadie lo aprovecha", cuenta en su vídeo. La especialista lo llama el truco del minuto y consiste en "aplicar la crema justo después de salir de la ducha". Es decir, hay que ponérsela cuando la piel aún está húmeda. Nada de quedarse mirando al infinito dejando pasar el tiempo bajo el abrazo de la toalla o nada de ir con prisas y, tras frotar el cuerpo, ponerse la ropa directamente.
Basa su consejo en publicaciones científicas especializadas, como un estudio del Journal of the American Academy of Dermatology. Se ha constatado que aplicar la crema antes de que pasen esos 60 segundos "reduce la pérdida de agua transepidérmica hasta un 60%".
Como explica, en esos momentos la piel aún conserva agua "en el estrato córneo", que es la parte más superficial. "en esos segundos la piel está más receptiva: tiene agua retenida y la barrera está más permeable por la apertura del sistema lacunar", puntualiza.
Molina agrega que publicaciones especializadas en dermatología "muestran que si sellas esa humedad enseguida, la pérdida de agua se reduce de forma muy significativa".
Eso sí, también matiza que su truco favorito para tener una piel hidratada no ese, sino respetar la piel en la propia ducha. ¿Cómo? Siguiendo estas tres pautas que da:
- "No arrastrar la grasa natural con esponjas que raspan"
- "Regular la temperatura (lo sé, una ducha muy caliente es un momentazo, pero reseca)"
- "Usar limpiadores con el mismo pH que tu piel, para no desajustarla"