Paula, española trabajando en hostelería en Islandia: "No sabía cuánto pagaba por el piso porque nos lo descuentan de la nómina"
"Una cerveza puede llegar a costar 13 euros"

Cada vez más jóvenes españoles hacen las maletas en busca de estabilidad económica y nuevas oportunidades. Algunos viajan solos; otros, como Paula Tado, lo hacen acompañados de sus parejas o amigos.
Esta joven española, que comparte su día a día con miles de seguidores en TikTok, se ha convertido en testigo de cómo es realmente vivir y trabajar en Islandia, uno de los países más caros del mundo pero también uno donde ahorrar puede ser más fácil que en España.
Un cambio de vida y de clima
Según cuenta en un vídeo publicado en su cuenta de Tiktok @paulatado, se mudó a Islandia junto a su novio y empezaron a trabajar en el sector de la hostelería. Sus jornadas laborales son largas —con turnos de hasta 12 horas— pero explica que, aun así, el balance merece la pena.
“Tengo un turno de 12 horas que puede ser duro, pero tengo desayuno, comida y cena”, cuenta en uno de sus vídeos. Ese detalle, nada menor en un país de precios elevados, les permite reducir enormemente los gastos mensuales ahorrándose parte de la compra.
La joven detalla que entre vivienda, comida y ocio gastan alrededor de 900 euros al mes. Una cifra sorprendente teniendo en cuenta que la pareja ingresa más de 3.000 euros cada uno, según afirma. Esto les permite ahorrar mucho más de lo que podían en España. Sin embargo, Paula reconoce que hubo aspectos que les sorprendieron al llegar, como el coste real de su vivienda: “No sabía cuánto pagaba por el piso porque nos lo descuentan de la nómina”, explica.
Una experiencia dura, pero positiva
A pesar de las ventajas salariales, la vida en Islandia también presenta desafíos. Paula y su pareja viven en un pueblo muy pequeño, algo que limita bastante su vida social: “No podemos hacer grandes cosas”, comenta.
Ese estilo de vida más tranquilo también ayuda, casi sin buscarlo, a ahorrar. No salir demasiado se convierte en una decisión lógica cuando hasta lo más básico cuesta una fortuna. Paula pone un ejemplo claro: “Una cerveza puede costarte hasta 13 euros. Es realmente caro”.
Aunque los turnos son intensos y la vida social es escasa, Paula asegura que la experiencia merece la pena. Islandia le está permitiendo adquirir independencia económica y vivir un tipo de aventura que difícilmente habría experimentado en España.
