Letizia se ajusta al protocolo para el funeral del papa: sin peineta, con mantilla y una joya cargada de significado
Los monarcas españoles han llegado a la plaza de San Pedro del Vaticano poco antes de las diez.

Este sábado, la plaza de San Pedro del Vaticano acoge a alrededor de 200.000 personas que han querido dar un último adiós al papa Francisco. Entre todas ellas se encuentran los jefes de estado de muchas partes del mundo, entre ellos, los reyes de España, Felipe y Letizia.
La madre de Leonor ha acudido a la cita siguiendo el protocolo, a pesar de ser una de las pocas monarcas que puede vestir de blanco en presencia del pontífice. La norma apunta que, para los sepelios, se ha de ir de luto. Y eso es lo que ha hecho Letizia, aunque ha prescindido de uno de los accesorios por excelencia de la cultura española: la peineta.
En esta ocasión, únicamente ha lucido la mantilla. Ha escogido una de encaje de color negro que ha llevado, al igual que otras de las asistentes, sobre su melena, que ha preferido llevar suelta en esta ocasión.

El vestido ha sido negro de largo midi, sobrio, que ha combinado con bolso de la marca Carolina Herrera, según Vanitatis, que especifica que el tipo de tacón ha sido sensato en unos zapatos de salón. Lo que más destaca del conjunto es el broche, que alberga historia.
Se trata de una de las joyas de pasar de la reina Victoria Eugenia de Battenberg. Es decir, las que esta dejó para sus sucesoras. Esta en concreto es una pieza de oro, con forma circular que cuenta con una perla en el centro. De la misma se desprenden dos halos de diamantes y una perla más que cuelga y tiene forma de pera.
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