La ciencia por fin te revela por qué sacas los pies fuera de la cama

La ciencia por fin te revela por qué sacas los pies fuera de la cama

Se trata de una función de termorregulación.

Pies fuera de la cama.Getty Images

Lo de dormir con un pie fuera de la cama es una costumbre para muchos, especialmente en verano. Sin embargo, pocos conocen que ese pie que se sale fuera de la manta o las sábanas tiene una importante función de termorregulación del cuerpo.

Para conciliar el sueño es necesario enfriar unos grados el cuerpo, especialmente en verano y para ello, las extremidades son fundamentales. Según una investigación publicada en Aviation, Space and Environmental Medicine, enfriar las manos y/o los pies es una de las formas más efectivas de lograr bajar la temperatura corporal.

Al taparnos, la temperatura del cuerpo aumenta, por lo que los termoreceptores de los pies —los corpúsculos de Ruffini que detectan el calor y los corpúsculos de Krause que lo hacen con el frío— se activan y se sacan casi inconscientemente de la manta para regularse. 

También juegan un papel fundamental el dormir o no con los pies tapados los calcetines, que al ayudar a calentar esa parte del cuerpo, ayuda a enfriar esos grados necesarios el resto del organismo.

“Las pruebas sugieren que utilizar calcetines u otros métodos para calentar los pies puede reducir la temperatura corporal central y ayudar a conciliar el sueño más rápidamente”, corrobora la Sleep Foundation, tal y como recoge un artículo de la edición estadounidense del HuffPost.

También lo apunta así un estudio de 2018 en el que se demostró que "calentar los pies usando calcetines durante todo el período de sueño de 7 horas mejoró la calidad del sueño al acelerar el inicio del sueño y mantener la relajación del cuerpo mientras se duerme, sin alterar las operaciones en el núcleo homeotérmico". 

"Los mecanismos fisiológicos de su eficacia podrían deberse a la modulación de las propiedades de activación de las neuronas activas durante el sueño y la reducción del flujo sanguíneo cerebral, que se activaban al reducir las diferencias en la temperatura de la piel, lo que daba como resultado un calor distribuido uniformemente por todo el cuerpo", indicaron en la investigación.