Adiós al dolor de rodilla: esta gelatina está cargada de colágeno
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Adiós al dolor de rodilla: esta gelatina está cargada de colágeno

Puedes prepararla de forma casera para garantizar que tiene todos los nutrientes.

Una persona con dolor de rodilla.Getty Images

Las bondades del colágeno son de sobra conocidas para nuestro organismo, desde para nuestras articulaciones hasta para su uso en la medicina estética. ¿Cuáles son beneficios principales?

Lo primero es saber que el colágeno juega un rol fundamental en el organismo, ya que es el encargado de proporcionar estructura a la piel. Además, también previene las arrugas, la flacidez y la aparición de arrugas. Pero también contribuye a la densidad y fortaleza ósea, lo que ayuda a evitar la aparición de enfermedades como la osteoporosis y posibles fracturas por golpes.

Juega también un papel importante en la salud de nuestras articulaciones, ya que fortalece los cartílagos que son los encargados de amortiguar los golpes. En el plano cardiovascular, refuerza los vasos sanguíneos y la salud general.

Es decir, el colágeno es en realidad uno de los nutrientes más importantes en el organismo, ya que conforma cerca del 30% total de las proteínas del cuerpo y es un componente clave en las articulaciones, piel, huesos y cartílagos, entre otros. Es más, un déficit de la macromolécula puede generar diversos malestares como es el dolor de rodilla, una molestia que suele aparecer con el paso de los años y es limitante en la realización de las actividades diarias.

Y centrándonos en el un alimento que promueve la formación de colágeno, vamos a hablar de la gelatina. Por un lado, hay que decir que es uno de los alimentos más utilizados en los procesos de dietas porque es saciante y permite consumir algo dulce sin ingerir muchas calorías, lo que se traduce en una pérdida de peso. Además, a los niños les encanta por su variedad de sabores.

Su ingesta también ayuda al crecimiento del cabello y las uñas, debido a que el colágeno fortalece las estructuras de queratina en el cuerpo. Y los aminoácidos que contiene una buena gelatina contribuyen a la reparación y construcción de músculo tras una sesión de ejercicio.

Ahora bien, no todas las gelatinas valen. De hecho, una buena gelatina se puede preparar en casa de forma sencilla y así nos garantizamos que contiene los nutrientes que necesitamos para que tenga estos efectos de los que hablábamos para los huesos o para las articulaciones, por ejemplo. Para ello, los ingredientes que necesitamos son agua filtrada, vinagre, huesos de animales, preferiblemente los que tengan cartílagos, y vegetales o frutas que nos gusten para darle el sabor que queramos. Os contamos cómo preparala.

Lo primero es escoger y enjuagar bien los huesos en agua fría para limpiarlos bien de residuos y, en una olla grande, cubrirlos de agua filtrada o del grifo, si vivimos en una zona que goce de una buena agua de este tipo procedente de manantiales. Añadimos una cucharada de vinagre y lo dejamos hervir durante el máximo tiempo posible a fuego lento (entre 6 e incluso 24 horas).

Observaremos que al poco tiempo de hervir se forma un espuma en la superficie de la olla, que debemos quitar y tirar. Entonces podemos añadir los vegetales o frutas que hayamos escogido para dar a nuestra gelatina el sabor que nos gusta. Cuando que consideremos que ha hervido lo suficiente (algo razonable son unas ocho horas) retiramos los huesos y el resto de vegetales o frutas que queden con una espumadera y dejamos enfriar el líquido restante a temperatura ambiente. Cuando esté frío, lo servimos en envases herméticos y los metemos en la nevera para que se solidifique. Y una vez que ocurre, ya podemos tomarnos nuestra gelatina rica en colágeno.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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