Un polémico diputado belga, obligado a callarse tras 23 horas seguidas de discurso para retrasar una ley
Aderezó sus palabras con pizzas, gofres y yogures y recurrió a maniobras dilatorias como repasar el árbol genealógico completo de otro diputado de su partido o elogiar a las personas encargadas de redactar las actas de las reuniones.