Felipe VI dejará a los militares retirados para la Pascua Militar y pasará de puntillas sobre su padre

Felipe VI dejará a los militares retirados para la Pascua Militar y pasará de puntillas sobre su padre

Hacía tiempo que un mensaje de Zarzuela no levantaba tanta curiosidad.

El rey, Felipe VI, durante su discurso de Navidad, el 24 de diciembre de 2019. ANDRES BALLESTEROS via Getty Images

La noche del 24 de diciembre, Nochebuena, Felipe VI no hablará del chat de los militares retirados que pedía fusilar a 26 millones de españoles; dejará la mención a ser leales a la Constitución para la Pascua Militar, el 6 de enero, día de Reyes. ¿Censurará a su padre, Juan Carlos I? Si lo hace, será más que sutil. Aunque en el Gobierno socialista y otras áreas económicas y políticas, se impone el criterio de que el rey debería centrarse en empatizar lo máximo posible con un país agotado y dolorido anímicamente por la pandemia y la crisis económica. Ahora bien, si aparece el asesor que encuentra las palabras mágicas equiparables al “annus horribilis” de Isabel II, puede recibir un aguinaldo espectacular.

Lo cierto es que a día de hoy, parece estar más definida la alusión a los militares retirados que a los términos del mensaje del rey. “Lo más lógico es que lo haga la Pascua Militar, no procede en Navidad. Hay 120.000 militares en activo y casi 30.000 retirados. Porque haya 200 que tienen más de 80 años dando la lata no hay que darles tanto protagonismo”, comentan desde el Ejecutivo fuentes socialistas que dan por zanjado el asunto. Pero lo del rey es otro cantar.

Que Felipe VI tiene que dejar claro el compromiso de la monarquía con la ciudadanía en un año tan difícil es la máxima que defienden fuentes socialistas del Gobierno de coalición. “El discurso del rey debería estar enmarcado dentro de una estrategia de Zarzuela compacta, a medio y a largo plazo. Una estrategia para salvar la institución y mostrar una monarquía cercana, capaz de empatizar con el sufrimiento de la gente y crear un vínculo. La reina de Inglaterra salvó la crisis brutal de la institución con el gesto de bajar la cabeza al paso del féretro de Lady Di. Y mira que ha tenido escándalos la monarquía en Inglaterra”, apunta un ministro.

Pero el Gobierno británico e Isabel II encontraron su annus horribilis, sin más, y ese latinajo, ahora tan popular, remedió la situación. Puede que entre los Palacios de La Moncloa y La Zarzuela se hayan recuperado todos los diccionarios en latín y en griego para encontrar un par de palabras tan ambiguas como útiles en el contenido, de forma que igual sirvan para abarcar al maldito 2020 y a la situación de la monarquía por causa, sobre todo, de los problemas fiscales y los desmanes del emérito. Fuentes de Moncloa subrayan en que en el discurso de Navidad de Felipe VI “no metemos pluma, solo sugerimos. Y sugerimos que hable de lo que todos hablan”, pero todo se hará de puntillas.

Hacía tiempo que un mensaje de Zarzuela no levantaba curiosidad

Porque lo que realmente preocupa es el deterioro de la institución monárquica como tal, aunque sobre el asunto hay diferentes percepciones. “Lo que se detecta es un proceso de decadencia de la reputación. En la pandemia hay instituciones como bancos y empresas, que han mejorado su reputación, pero la monarquía no. Decía en Twitter José Félix Tezanos (director del CIS) que la gente ve los problemas de la monarquía como algo menor, pero ese dato puede ser engañoso. Si tú le das a la gente a elegir entre virus, paro y economía, claro que la monarquía es un problema secundario. Depende como hagas el planteamiento de la pregunta. La monarquía tiene un problema de desconexión con la opinión pública enorme, necesita cercanía y calidez”, explica uno de los demóscopos más importantes de este país. Esta misma fuente no tiene nada claro si el rey debe de aludir a su padre, o no, la noche del 24 de diciembre. Pero sí cree que debe encontrar las palabras para llegar al corazón de la ciudadanía desolada, que son la mayoría.

José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, coincide en que ha mejorado la reputación de las empresas porque “han funcionado en todos los servicios básicos durante la pandemia -lo que no ha sucedido con las fuerzas parlamentarias-, pero lo de que el rey Felipe VI o la monarquía tienen deteriorada la imagen es un bulo que se ha asentado injustificadamente”, afirma el catedrático. Y lo argumenta basado en datos.

  Juan Carlos I, en 2014, junto a el entonces aún príncipe Felipe.Juan Medina / Reuters

De acuerdo con el informe El Pulso de España que el próximo lunes Metroscopia hará público, “está gravemente dañada la imagen de Juan Carlos, aunque el 70% de los ciudadanos reconoce -incluso votantes de Podemos- que tuvo un papel importante en que hubiera democracia”, apunta el profesor Toharia.

Según los datos que arroja este último informe, “Felipe VI es percibido como el más preparado de todos los líderes de este país, seguido de lejos por Pedro Sánchez e Inés Arrimadas. La gente ve al rey padre negativamente, pero contra lo que se dice y transmite, esa apreciación no influye en el hijo. En España, los republicanos declarados no pasan del 14%”, añade el presidente de Metroscopia, que considera que si Juan Carlos vuelve a casa por Navidad es más un culebrón de revista del corazón, pero no ve conveniente hacer ninguna referencia al padre.

De esa misma opinión son fuentes del Gobierno. “Es su hijo, no tengo claro que deba hablar de su padre”, apunta una ministra, aunque sí cree y no olvida que el rey se equivocó en la referencia que hizo a la situación en Cataluña aquel 3 de octubre de 2017, cuando gobernaba Mariano Rajoy. Algunos miembros del Gobierno recuerdan que los sentimientos del rey no coincidían con lo que luego retransmitió en la intervención, que para muchos es el error más grave de su reinado. Hasta ahora.

En el Gobierno los ministros socialistas saben y padecen que Podemos está ahí

Y si bien en el Ejecutivo y en el PSOE están convencidos de que fue el Gobierno Rajoy quién arrastró a Felipe VI a aquel discurso, también ahora desde la oposición defienden que Pedro Sánchez quiere quitarse el muerto de encima de censurar el comportamiento de Juan Carlos I, endosándoselo a la Corona.

Con todo, en el Gobierno los ministros socialistas saben y padecen que Podemos está ahí. “Estamos muy divididos en torno a la monarquía. El presidente está impecable. Pero Podemos se da cuenta de que estar en el Gobierno les quita muchos votos. Si no son capaces de mostrar unos objetivos que sean ganadores para su público, en las próximas elecciones sus votos mermarán más”, opinan fuentes del Gobierno. Así que seguirán dando la turra con la monarquía.

Total, el próximo jueves 24 de diciembre de 2020, un año tan horribilis, saldremos de dudas. ¿Encontrará Felipe VI -Zarzuela y Moncloa- el término mágico y ambiguo que describa la desdicha de animo de los españoles por la pandemia y el desagrado por los desmanes de su padre, Juan Carlos I? Hacía tiempo que un mensaje de Zarzuela no levantaba tanta curiosidad. Veremos si tanto asesor de Moncloa como de Zarzuela está a la altura de las circunstancias.