Los seres humanos nos acomodamos detrás de varias máscaras, la que usamos cuando salimos de fiesta, cuando nos relacionamos en nuestro ámbito laboral, cuando nos reunimos con la familia política…
La trazabilidad de nuestros móviles, la vigilancia digital y los test de seroprevalencia se han convertido en poderosos métodos de biovigilancia en tiempos de pandemia.
El Estado de bienestar, del que tanto presumíamos hasta hace apenas unos meses, se ha diluido en nuestras manos como si de un frágil azucarillo se tratase.
Llevemos la teoría del caos al presente. Un estornudo en la región de Wuhan puede provocar meses después el confinamiento masivo de la población en el otro rincón del mundo.
Por primera vez en la historia la fuerza bruta se alió con el conocimiento para tomar el control de la humanidad y se produjo el nacimiento de los mitos.