Ataque a la embajada de Suecia en Bagdad: la clave está en los coranes quemados

Ataque a la embajada de Suecia en Bagdad: la clave está en los coranes quemados

Dos incidentes, en enero y en junio, han caldeado los ánimos en todo Medio Oriente, complicando incluso el acceso de Estocolmo a la OTAN por el veto de Turquía. 

Un grupo de manifestantes incendió en las primeras horas de este jueves las instalaciones de la embajada de Suecia en Bagdad, la capital de Irak. Un acto de violencia que ha copado titulares en todo el mundo y ha generado hasta sorpresa. ¿Pero por qué esa fiereza en el ataque? La razón hay que buscarla en la cadena de manifestaciones previas que se han estado llevando a cabo en protesta por la quema de ejemplares del Corán en el país europeo. 

Esto ha sido un escalón más, un grado más de fiebre por unos gestos que son siempre mecha en el mundo islámico y que -tapado con otras urgencias domésticas o internacionales- lleva semanas causando incidentes sobre todo en Oriente Medio. 

Según los reportes de las redes sociales, los manifestantes ingresaron anoche en la Zona Verde de la capital iraquí, el sector seguro donde se encuentran las embajadas, y arrojaron antorchas al interior de la legación sueca, en respuesta a una quema del libro sagrado de los musulmanes por parte de elementos radicales en Estocolmo a finales de junio. Ya se había producido un caso similar en enero. 

Las autoridades suecas otorgaron un nuevo permiso para otra protesta, hoy mismo, en la que se prevé que haya otra quema de coranes en las afueras de la embajada de Irak. Son actos que desde Estocolmo se respetan como un gesto de libertad de expresión, que entienden como legales, pero que causan una honda irritación en países de mayoría musulmana. 

La policía local de Bagdad, anoche, tuvo que recurrir incluso al uso de ráfagas de agua para contener a los grupos de personas que rodean la embajada nórdica. Conforme a lo reportado por el medio local Iraqi News, el ministro iraquí de Exteriores, Fuad Hussein, subrayó ante su homólogo sueco, Tobias Billström, "la necesidad de evitar que se repitan actos ofensivos al Islam y al Sagrado Corán". 

Pero las autoridades iraquíes ya han expresado también ya su rechazo a los actos contra la sede diplomática europea. A través de un comunicado, condena "en los términos más enérgicos" el incendio y ha prometido castigar a los responsables.  "Condenamos en los términos más enérgicos el incendio de la embajada de Suecia en Bagdad en la madrugada de hoy jueves (...) es un incidente que se enmarca dentro de la agresión contra sedes diplomáticas y la amenaza de su seguridad", dijo el Ministerio de Exteriores iraquí en su nota.

Afirmó también que "el Gobierno iraquí ha dado instrucciones a las autoridades de seguridad competentes para que lleven a cabo una investigación urgente y tomen las medidas de seguridad necesarias para identificar a los autores de este acto y hacerlos responsables de acuerdo con la ley". Se cree que los participantes en el ataque son supuestamente simpatizantes del influyente clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr.

El servicio de prensa del ministerio sueco de Relaciones Exteriores le aseguró de urgencia al periódico local Aftonbladet que su personal "está a salvo". "Estamos informados de la situación. El personal de nuestra embajada está a salvo y la Cancillería está en constante contacto con ellos", añadió. Más tarde, esta cartera publicó un comunicado en el que calificó de "inaceptable" el ataque y anunció que convoca al representante diplomático iraquí en Estocolmo.

"Los ataques contra la embajada sueca en Irak son completamente inaceptables. Es la segunda vez en poco tiempo que esto sucede. Irak tiene la responsabilidad de proteger la embajada de Suecia en Bagdad. El gobierno convocará hoy al principal diplomático iraquí en Suecia", según un comunicado del ministro de Exteriores sueco, Tobias Billström. "Las autoridades iraquíes tienen la obligación inequívoca de proteger las misiones diplomáticas y el personal diplomático en virtud de la Convención de Viena. Está claro que las autoridades iraquíes han fallado gravemente en esta responsabilidad", según la declaración.

Billström agrega que su gabinete está en contacto con representantes iraquíes de alto nivel "para expresar nuestra consternación". El encargado de negocios de Irak en Estocolmo será convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores con el mismo propósito. En la declaración se añade que el personal de la embajada sueca "afortunadamente logró ponerse a salvo. El Gobierno ahora está revisando qué medidas adicionales deben tomarse debido a lo sucedido.

De dónde venimos

La quema de coranes ha sido un latigazo en el mundo musulmán. No es nuevo. El primer caso localizado en Suecia data de enero, cuando un ultraderechista quemó un ejemplar del libro sagrado del islam frente a la embajada turca en Estocolmo. Turquía estaba en ese momento vetando la entrada de Suecia en la OTAN, un proceso iniciado a la par con Finlandia y que rompe una neutralidad de siglos por la creciente amenaza de Rusia para el país. Ankara se oponía a la entrada sueca alegando que Estocolmo daba refugio a "terroristas", en referencia sobre todo a miembros del PKK, la guerrilla kurda en Turquía, consideradas terroristas también por EEUU y la Unión Europea. Aquel acto generó también importantes manifestaciones en la propia Turquía y en Oriente Medio y el Magreb. Países como Irak, Kuwáit, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos han convocado a los embajadores suecos en esos países para mostrar su rechazo a la quema de coranes. Las autoridades suecas abrieron una investigación por "agitación contra un grupo étnico".

Hace tres semanas, de nuevo ocurrió: un hombre de origen iraquí que no hablaba ni sueco fue a la mezquita central de Estocolmo y en sus alrededores, ante los fieles, prendió fuego al libro, lo pringó de tocino (el cerdo está vetado a los fieles del Islam) y se limpió la suela del zapato con sus hojas. Todo, en plena fiesta del sacrificio, la más importante de esta confesión. El acto fue autorizado por la policía sueca, después de que los tribunales revocaran su prohibición apelando a motivos de seguridad. 

Las autoridades suecas condenaron en ambos casos la quema "islamofóbica". "El Gobierno sueco comprende que los actos islamofóbicos cometidos por individuos en Suecia pueden ser ofensivos para los musulmanes", afirmó el ministerio sueco de Relaciones exteriores en comunicado. "Condenamos fuertemente esos actos, que no reflejan las posiciones del Gobierno sueco", añadió. El ministerio subrayó que los derechos a la libertad de expresión, reunión y manifestación están protegidos por la Constitución en Suecia.

Aparte del sensible contexto religioso, estaba el político: era en los días previos a la cumbre de la OTAN en Vilna, donde había que intentar el sprint final para el acceso de Suecia como socio. Tras un debate in extremis, Turquía dio su brazo a torcer y accedió a levantar su veto, tras unas importantes reformas por parte de Suecia y su compromiso de que será su valedor ante Bruselas en su ansia de intentar relanzar su propio acceso a la Unión Europea. Muchas y jugosas cosas se llevó Ankara por su desbloqueo

Sin embargo, el descontento por los coranes persiste y podrían producirse más incidentes como el de anoche en los próximos días. la Organización de Cooperación Islámica (OCI) afirma que "no son incidentes normales de islamofobia" y pide a los Estados miembros "tomar medidas unificadas y colectivas para prevenir la repetición de estos incidentes", indica un comunicado del organismo. 

El secretario General de la OCI, Husein Ibrahim Taha, remarcó la necesidad de mandar un "mensaje claro" de que los actos de profanación del Corán, los abusos contra el profeta y las figuras islámicas "no son incidentes normales de islamofobia". Destacó también la necesidad de mandar un recordatorio continuo a la comunidad internacional para la "aplicación urgente de la ley internacional que impide claramente cualquier invitación al odio religioso".

"La quema del Corán o de cualquier otro libro sagrado, es un acto ofensivo e irrespetuoso y es una clara provocación. Expresiones de racismo, xenofobia e intolerancia relacionados con ello no deben tener espacio en Suecia o en Europa", aseguró, por su parte, el ministerio sueco. Estados Unidos ha reconocido que a veces lo legal no es lo oportuno, en un intento de calmar los ánimos.