Los conflictos por el agua o que tienen el agua como arma de ataque son demasiado frecuentes en República Centroafricana, donde durante la guerra se cegaron y contaminaron pozos y se destruyeron las frágiles canalizaciones. La falta de agua afecta sobre todo a las mujeres y las niñas, que tienen que desplazarse más lejos poniendo en riesgo su seguridad y perdiendo horas para formarse o generar un ingreso.