El nuevo gran duque tomó la corona tras la abdicación de su padre, lo que fue celebrado con varios actos y una cena de gala con tiaras y royals extranjeros.
Enrique I cede la corona a su hijo Guillermo, que sube al trono como gran duque de Luxemburgo a los 43 años. Felipe y Letizia no están invitados a los actos.
El primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, ha anunciado que la decisión está tomada al "99%", pero admitiendo que "algunos miembros de la coalición tienen ciertas reservas", tras la amenaza de Trump a quien dé ese paso.