El grupo utilizó una gallina como pelota durante las fiestas del pueblo en las instalaciones de un centro educativo y ha sido acusado de maltrato animal.
Aunque en un primer momento se pedían hasta tres años de cárcel, con la conformidad se ha reducido, de manera que al condenado se le suspende la pena durante el mismo periodo salvo que reincida.
Deformaciones, hernias, heridas infectadas, picanas eléctricas y presencia de ratas, gusanos e insectos en los comederos componen la lista de motivos por los que el Observatorio de Bienestar Animal ha acudido a los juzgados.