En algunas ocasiones, afectan a las comunicaciones en la Tierra y sólo en los casos más extremos pueden influir en los sistemas eléctricos, además de provocar una mayor intensidad en las auroras boreales.
La explosión AT2021lwx se produjo a casi 8.000 millones de años luz de distancia de la Tierra, cuando el universo tenía alrededor de 6.000 millones de años.