El Pacto de Estado frente a la emergencia climática: nos jugamos el futuro
"Debemos tener claro que luchar contra el cambio climático es un reto, pero también es una auténtica oportunidad para avanzar y crecer como país".
Hace casi un año, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez presentó la propuesta de Pacto de Estado para hacer frente a la Emergencia Climática con 10 medidas concretas: avanzar hacia un modelo de gestión forestal, adaptado a las realidades sociales, económicas y climáticas del siglo XXI; desplegar una respuesta nacional para la adaptación hídrica; proteger a la ciudadanía de las olas de calor; establecer un sistema de ayudas económicas, incentivos fiscales y servicios reforzados en el mundo rural para contribuir a la protección y restauración de la naturaleza; potenciar las contribuciones de los sectores forestal y agropecuario a la prevención y mitigación de los eventos meteorológicos extremos; crear fondos con recursos nacionales y autonómicos; mantener de forma permanente los medios técnicos y humanos necesarios para combatir eventos meteorológicos extremos; impulsar la creación de una agencia estatal de protección civil y emergencias; promover una cultura cívica de la prevención y reacción, y acelerar la transición ecológica en España y exigir mayor ambición a la Unión Europea.
Para seguir avanzando en la elaboración y construcción del Pacto de Estado frente a la emergencia climática, el Congreso de los Diputados ha organizado esta misma semana unas jornadas para escuchar, debatir y elaborar aportaciones junto la sociedad civil. En ellas se ha hablado de temáticas tan relevantes como la ciencia, el medio rural, los trabajadores, los jóvenes, las organizaciones ambientales y sociales, y la empresa ante la emergencia climática, así como las ciencias sociales. El mensaje de las jornadas ha sido contundente: España es uno de los países más vulnerables y expuestos a los efectos del cambio climático, y prueba de ello es la DANA que arrasó hace un año parte de la Comunidad Valenciana y nos dejó una desgarradora realidad sobre lo que ocurre cuando no actuamos con contundencia ante la emergencia climática.
Estos eventos meteorológicos extremos demuestran que no hablamos de futuribles, sino de algo que ya está pasando. Y la lección es más que evidente: sin compromiso ni políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, los costes humanos, sociales y económicos serán muy altos. Por todo ello, la corresponsabilidad multinivel entre instituciones, empresas y sociedad civil es fundamental para llevar a buen puerto el Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática.
Para entender esta urgencia de actuación, debemos retroceder al año 2015, cuando en la Conferencia de las partes, más conocida como COP, se firmó en París, lo que al mundo se dio a conocer como el Acuerdo de París, que marcó un antes y un después en la lucha contra el cambio climático. El acuerdo fue ratificado por 195 países con el objetivo claro de limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 grados centígrados, preferiblemente a 1,5 grados respecto a niveles preindustriales. Desgraciadamente, pese a que la ciencia nos viene avisando, estamos viendo cómo año tras año, las concentraciones de CO2 siguen batiendo récords de acumulación en atmósfera.
Pese a todo, el Gobierno de Pedro Sánchez ha situado la acción climática y la transición ecológica de la economía en la primera línea de la agenda política de este país. Medidas como la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, eje troncal para cumplir con los acuerdos de París, a través de sus contribuciones determinadas a la estrategia de transición justa, la Estrategia de Economía Circular, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático y la Estrategia de descarbonización a corto y largo plazo, han servido para que España sea un referente a nivel internacional en la acción climática, al demostrar que podemos crecer económicamente a la vez que desacoplamos nuestras emisiones. Y estas medidas, junto una mayor ambición internacional a la hora de hacer frente al cambio climático, son las que ha defendido el presidente Sánchez en la Cumbre del Clima (COP30) que tiene lugar en Belem (Brasil).
Tenemos motivos más que suficientes para trabajar y aprobar un Pacto de Estado para la Emergencia Climática, como se han llevado a cabo con otros Pactos para dar soluciones a problemas de gran magnitud en nuestro país, como el Pacto de la Moncloa, el Pacto de Toledo, el Pacto antiterrorista o el Pacto contra la Violencia de Género. Debemos tener claro que luchar contra el cambio climático es un reto, pero también es una auténtica oportunidad para avanzar y crecer como país, a través de la descarbonización, la electrificación, la economía circular, la bioeconomía y el ecodiseño, sinónimo de crecimiento económico, de creación de empleo de calidad y de competitividad, avance y progreso de país. Trabajemos para conseguirlo, vale la pena.
Daniel Senderos Oraá es diputado por Álava y portavoz del Grupo Socialista en la Comisión Mixta para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)