​De Pepito al de Clint Eastwood, estos son los dinosaurios que habitaban en España

​De Pepito al de Clint Eastwood, estos son los dinosaurios que habitaban en España

Los restos de todos ellos fueron hallados en este siglo en diferentes puntos de la península.

Imagen de un dinosaurio creado con IAEl Huffpost

Millones de años han pasado, pero sus huellas quedaron para la eternidad y a día de hoy se tiene constancia de numerosos restos arqueológicos de su presencia en lo que ahora es España, pero que en la época en la ellos (los dinosaurios) habitaban la Tierra, era simplemente una porción de terreno que seguramente poco tenga que ver con la imagen actual, debido a los movimientos continuos de los continentes.

Prueba de ello son las grandes huellas y yacimientos fósiles en nuestro país, como el de Atapuerca, en Burgos, considerado como uno de los mejores lugares para arqueológicos y paleontológicos del país, si hablamos de restos homínidos

Pero si nos centramos en los restos de dinosaurios, se puede llegar a la conclusión de que por España pasaron fundamentalmente tres especies de dinosaurios, de los que a continuación les hablaremos.

'Tamarro insperatus'

Los restos de esta especie de dinosaurio, cuya traducción en castellano es "Tamarro inesperado", fueron encontrados en 2003 en el Pirineo catalán durante unas intervenciones paleontológicas.

El nombre con el que lo conocemos actualmente se debe a una criatura del folclore pirenaico, muy complicada de encontrar. Además, el hallazgo de esta especie supuso un hito en la historia de la arqueología, ya que fueron los primeros restos de troodóntido jinfengopterygine en toda Europa.

Según informaron los investigadores, se trata de un dinosaurio de pequeño tamaño (aproximadamente de un metro de alto y 20 kg), que habitó nuestro país hace unos 66 millones de años, un período bastante próximo a la desaparición definitiva de la mayoría de los dinosaurios. Físicamente, podría ser una especia de animal de entre 1,5 y 2 metros de largo, cubierto de plumas y con alas de tamaño medio respecto a su cuerpo y una cola igual de larga que su cuerpo.

En cuanto a sus habilidades hay discrepancias, aunque está bastante asumido que eran planeadores más que voladoras, algo parecido a las gallinas actuales. Al mismo tiempo, se destaca que entre su alimentación se incluyen pequeños animales y carroña, ya que gracias a su fortaleza bucal podían desgarrar a sus presas.

'Concavenator corcovatus'

Este segundo ejemplar, denominado "El cazador jorobado de Cuenca", se trata de la única especie de la que se tiene constancia de la especie Concavenator, que habrían habitado en nuestro país hace unos 130 o 125 millones de años, a principios del Cretácico. Entre las peculiaridades que rodean a esta especie, se encuentra su apodo o denominación popular, ya que se le conoce como comúnmente como "Pepito".

Sus restos fueron hallados en casi perfecto estado en Las Hoyas, un yacimiento ubicado en Cuenca que se cree que en aquel momento sería un humedal subtropical. Pero su nombre original se corresponde realmente con una característica muy peculiar: la joroba que ascendía desde la parte baja de la espalda hasta su cadera, y se cree que podría medir entre cuatro y seis meros de largo, siendo un terópodo (dinosaurio carnívoro bípedo), como el Tyrannosaurus rex y el Velociraptor.

'Europatitan eastwoodi'

Su nombre común, homenaje al cineasta estadounidense Clint Eastwood, se debe a la película "El bueno, el feo y el malo", rodada bajo la dirección del director norteamericano cerca de donde se ubicó el yacimiento

Se trata de uno de "los saurópodos titanosauriformes más completos del Cretácico Inferior de Europa", de acuerdo con lo expuesto por el geólogo y biólogo del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) Fidel Torcida Fernández-Baldor.

Los restos de este dinosaurio fueron hallados entre 2003 y 2006, aunque no fue descrito hasta el año 2017. Se estima que habitó la Tierra hace unos 125 millones de años, y se trataría de un ejemplar de unas 35 toneladas que pudo llegar a los 27 metros de longitud, con un cuello considerablemente largo y con una altura de unos 16 metros, lo que ha valido para ser uno de los dinosaurios más altos que se han descubierto en nuestro continente.