Jamás plantes este árbol de la desgracia en tu jardín: es un foco de problemas
Se dice que su sombra inhibe el crecimiento de otras plantas e incluso afecta la salud de quienes descansan bajo su follaje.
Según el paisajista Stanislas Alaguillaume, el nogal ha cargado con una mala reputación e imagen desde hace siglos. Se dice que su sombra, que puede alcanzar los 25 metros de altura, inhibe el crecimiento de otras plantas e incluso afecta la salud de quienes descansan bajo su follaje, provocando malestares como náuseas y dolores de cabeza.
Alaguillaume explica que, aunque estas supersticiones parecen exageradas, tienen un trasfondo real. La sombra del nogal puede ser muy fresca, lo que podría causar un resfriado si alguien toma una siesta en un día caluroso. Además, el árbol segrega juglona, una sustancia que puede inhibir la germinación de otras plantas, convirtiéndose en un problema para quienes buscan descansar a su sombra.
Algunos beneficios
Sin embargo, no todo es negativo. Algunas plantas, como el bígaro o la fresa silvestre, pueden beneficiarse de la presencia del nogal. La juglona, aunque tóxica para algunas especies, también actúa como un repelente natural de insectos.
- Conservación de la biodiversidad: Los nogales son hábitats esenciales para muchas especies, como aves, mamíferos e insectos, ya que sus nueces constituyen una valiosa fuente de alimento. Al formar parte de un ecosistema diverso, el nogal contribuye a la variedad de plantas en su entorno, gracias a que sus raíces y la hojarasca mejoran la salud del suelo y favorecen el crecimiento de otras especies.
- Protección del suelo: Con sus raíces profundas y amplias, los nogales ayudan a estabilizar el suelo y a prevenir la erosión causada por el viento y la lluvia, especialmente en terrenos montañosos. La descomposición de sus hojas enriquece el suelo con nutrientes, lo que mejora tanto su estructura como su fertilidad.
- Regulación del clima: Como otros árboles, los nogales absorben dióxido de carbono (CO2) del aire y lo almacenan en su biomasa. Este proceso es importante para combatir el cambio climático, ya que contribuye a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera.
- Ciclo hidrológico: Los nogales aumentan la capacidad del suelo para retener agua, lo que ayuda a mantener la humedad y recargar los acuíferos. Esto es vital para el equilibrio del ciclo hidrológico en la zona. Además, al disminuir la velocidad de la lluvia que cae sobre el suelo, los nogales reducen la escorrentía, lo que minimiza el riesgo de inundaciones y la contaminación del agua.
Por lo tanto, si bien el nogal puede tener sus desventajas, también puede ser un aliado en el jardín, siempre y cuando se evite compostar sus hojas en otoño.
