El buque Furor pone rumbo hacia la Flotilla de Gaza para protegerla del acoso de Israel
El patrullero de la Armada ha partido de Cartagena tras una jornada de preparativos. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, insiste en frenar el genocidio gazatí.

El buque de acción marítima Furor ha zarpado este jueves de madrugada del puerto de Cartagena con destino al Mediterráneo oriental para proteger a la Global Sumud Flotilla. La misión se enmarca en el compromiso del Gobierno de asistir a esta iniciativa civil que transporta ayuda humanitaria a la Franja de Gaza con 51 barcos y cerca de 500 activistas de 45 países, entre los están la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la diputada de Más Madrid, Jimena González, o figuras como la activista sueca Greta Thunberg.
La Armada española confirmaba la salida del BAM Furor a las 00:29, después de pasar una jornada de intensos preparativos en el muelle de La Curra para cumplir con la misión de proteger a la Flotilla de Gaza en su periplo hacia territorio gazatí, tras haber denunciado el acoso de Israel en alta mar co "explosiones, enjambres de drones e interferencias en las comunicaciones", asegurando que llegaron a lanzar granadas aturdidoras y polvo irritante sobre los barcos, cuando se encontraban a 30 millas náuticas de la isla griega de Gavdos.
En el muelle murciano en el que ha estado atracado el buque de la Armada española este jueves, ha vivido una frenética jornada de actividad, en el que la carga de víveres, material médico y combustible, se han mezclado con las familias de los militares que han acudido hasta el puerto murciano para despedirse o con un helicóptero que ha aterrizado sobre la cubierta del buque. “Lo importante empieza ahora, cuando seáis un barco a la mar. Vais a una misión de acompañamiento y estáis más que cualificados para llevarla a cabo”, pudo escucharse en el barco, de la voz de un alto mando, antes de iniciar la navegación.
España y Bélgica confían en el buque Furor
El presidente de España, Pedro Sánchez, adelantó desde Nueva York, donde ha asistido a la Asamblea General de la ONU, que el buque Furor saldría desde España rumbo a la flota con ayuda humanitaria, "equipado con todos los medios” para socorrer a la flotilla en caso de necesidad. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha señalado que no solo se dará cobertura a los activistas españoles, sino también a los ciudadanos belgas, a petición de su Gobierno. “Los activistas que viajan [en la Flotilla] son personas pacíficas, con un objetivo humanitario y que no suponen una amenaza para nadie, ni para Israel, ni para la seguridad de Israel”, ha defendido. Al mismo tiempo, ha reiterado la necesidad de frenar “la incesante matanza en Gaza" que actúa como “castigo contra los palestinos”.
No solo España ha dispuesto un refuerzo militar para asistir a la Flotilla de Gaza. Italia, en una decisión inédita, también ha enviado una fragata para proteger la flota. El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, aclaró ante el Senado que “no es un acto de guerra, no es una provocación: es un acto de humanidad, que es un deber de un Estado hacia sus ciudadanos". Sin embargo, el Ejecutivo de Giorgia Meloni trató de frenar el avance de los 50 barcos con una propuesta similar a la israelí: descargar la ayuda humanitaria en Chipre y entregarla al Patriarcado Latino de Jerusalén. Pero los organizadores rechazaron la alternativa. “Nuestra misión se mantiene fiel a su objetivo original: romper el asedio ilegal y entregar ayuda a la población cercada de Gaza”, respondieron en un comunicado.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, replicó en un mensaje en X que el rechazo de la Flotilla de Gaza a la propuesta demostraba "que su verdadero propósito es la provocación y servir a Hamás" y advirtió: “Israel no permitirá que las embarcaciones entren en una zona de combate activa ni que rompan un bloqueo naval legítimo" e invitó a los activistas a desembarcar en puertos cercanos “o afrontar las consecuencias”.
La memoria del precedente pesa
En 2010, diez activistas turcos murieron en el asalto de comandos israelíes al Mavi Marmara, el barco que encabezaba una flotilla con destino a Gaza. Meloni ha criticado la actual iniciativa por considerarla “gratuita, peligrosa e irresponsable”, aunque ha garantizado que sus Fuerzas Armadas no usarán la fuerza.
Mientras tanto, la Global Sumud Flotilla navega a baja velocidad en aguas griegas, sometida a lo que describe como “actividad moderada de drones”. Algunos activistas han optado por desembarcar, sustituidos por otros voluntarios. “Es evidente que las tensiones aumentan, y con ellas también los riesgos”, explicó la eurodiputada italiana Annalisa Corrado, embarcada en uno de los barcos.
El Furor, incorporado a la Armada en 2019 y construido en los astilleros de Navantia en Ferrol, cuenta con 52 militares -alrededor de 60 con sanitarios- y capacidad para operar en escenarios humanitarios, de vigilancia o rescate. España insiste en que su despliegue es estrictamente de acompañamiento, con el fin de garantizar que los activistas puedan ejercer su derecho de navegación y expresión en aguas internacionales.
